
La ola de la cultura coreana rompe contra La Mar de Músicas de Cartagena
De los cuarenta y cuatro artistas programados en la XXX edición del festival serán diez los nombres de artistas surcoreanos que representen este año al país invitado: Leenalchi, Jambinai, Hypnosys Therapy, Chudahye Chagis, Fat Hamster & KANG New, Youn Sun Nah, dal:um, W24, Sunwoojunga y Bewave
La Mar de Cine proyectará en Cartagena una selección de la mejor filmografía coreana
El pequeño país asiático de Corea del Sur –un poquico más extenso que nuestro vecino Portugal y con tres millones más de habitantes que España– concentrará, en cinco de sus primeros seis días (de los nueve que totaliza el festival cartagenero de La Mar de Músicas del 18 al 26 de julio), la mayor representación de propuestas musicales de cuantas se hayan llevado a cabo en nuestro país. Recordemos que la gira de la 19ª edición del Music Bank World Tour, a su paso por Madrid, trajo a ocho bandas enmarcadas en la celebérrima K-Pop –abreviación de Korean Popular music, por si aún alguien anda despistado–; y que un país como el nuestro parece ya estar acostumbrado a rendirse al fanatismo por dicho estilo de música popular. Nótese que la boy band Stray Kids estará el martes 22 de julio actuando en el estadio Riyadh Air Metropolitano de nuestra capital o el girl group Blackpink regresará a la ciudad condal para actuar el 9 de agosto en el Estadi Olímpic Lluís Companys, así como estrellas de la talla de Aespa, Tomorrow X Together, Ateez o Eric Nam también nos han visitado recientemente. Pero como debería de ser en cualquier manifestación artística, no solamente de una única expresión (en este caso la susodicha etiqueta) hemos de alimentar nuestra forma mentis.
“La elección de Corea del Sur como país invitado era cerrar el círculo que abrió Paco [Martín] hace seis o siete años. Este año el ministerio coreano de Cultura sí ha podido pagar los billetes de avión de los diez grupos que vienen a actuar a La Mar de Músicas”, explica al teléfono Eugenio Cremades, nuevo director del festival cartagenero.
Hallyu, la ola coreana
Desde finales de la década de los noventa los gobiernos de este país asiático llevan haciendo una “apuesta total” por la proyección global de su cultura, bautizada con el neologismo hallyu –ola coreana-. “Tendría que ser un ejemplo para todos. El gobierno de Park Chung Hee entendió que a través de la cultura podía utilizar lo que se conoce como ‘poder blando’ para acercarse a otros países, sin extorsiones económicas como estamos viendo ahora mismo con Trump o a través de la fuerza y de la guerra”. Además, cuestión extraña, dejó a los artistas crear de “forma totalmente libre e independiente”.
“En 2024 la industria cultural coreana aporta más al PIB del país que la tecnológica. No hay más que verlo: la música, las películas, las series -como ‘El juego del calamar’, la más vista de todo el mundo-, las telenovelas, la moda y, ahora también, la literatura, sobre todo, tras la concesión del Nobel del Literatura el año pasado a Han Kang”.
Cremades sitúa el éxito mundial del tema ‘Gangnam Style’ del rapero surcoreano PSY en 2012 como un hito a partir del cual se empieza a reconocer en España esta cultura, seguido del pop coreano. “El K-pop está protagonizado por gente guapísima, con unas pieles maravillosas porque ellos mismos son los modelos de las marcas de belleza que es otra industria muy importante”, apunta el director del festival.
K-pop: canto, baile e interpretación
A menudo se describe al K-pop como una factoría de grupos musicales (ya no solo) surcoreanos que combinan canto, baile e interpretación, caracterizándose por una producción altamente elaborada y un adolescente atractivo visual. Dividida, por género, en boy bands (bandas de chicos) y girl groups (grupos de chicas) que generalmente están conformados por numerosos modélicos integrantes –hasta un par de docenas en el caso de los Neo Culture Technology– quienes desempeñan específicos roles, ya sea como vocalistas principales, raperos y bailarines. Aunque todos están formados y educados para ser el/la mejor en cada disciplina. “A mí me suenan varias canciones y ritmos dentro de un mismo tema. Es imprescindible escuchar su música visualizando la interpretación por el grupo o la banda que la canta y baila con su singular coreografía, perfectamente sincronizada”, opina el gran conocedor José Miguel T. P.. Argumento que nos ayuda a entender la complejidad audiovisual que rodea el fenómeno global, ejemplificada en sus hiperproducidos videoclips, de facturación prácticamente cinematográfica, tan exitosos como vertiginosos.
El grupo surcoreano de K-pop Bewave actuará el miércoles 23 de julio en el escenario gratuito de la Explanada del Puerto de Cartagena
Como muestra, en La Mar de Músicas actuarán W24 [abreviatura de World 24 Hours] y Bewave [contracción de Blue Wave]. La primera es una banda de cinco chicos conformada en 2018 por coreanos y un chileno. Se diferencian de otras por el enfoque instrumental y un estilo musical influenciado por el rock británico y el pop latino. El segundo es un grupo de seis chicas que debutó hace nueve meses y esta será su primera vez en Europa. Así que su concierto será una oportunidad para descubrirlas y poder darle seguimiento desde sus inicios.
Afortunadamente, entre la lustrosa delegación musical surcoreana que desfilará por los escenarios ubicados en plaza del Ayuntamiento, castillo árabe del parque Torres, plaza y patio del antiguo CIM y explanada del puerto de Cartagena, destaca el género gugak, simbolizando (en parte) su música tradicional. Leenalchi, Jambinai, dal:um y Chudahye Chagis presentan las propuestas musicales que fusionan instrumentos y/o ritmos contemporáneos y occidentales con elementos propios de su tradición.
Leenalchi es un sexteto que mezcla el pansori (un tipo de canto lírico en el que se narra una historia y se representan los personajes a través de la voz del cantante) con el funk y la música electrónica, resultando tan hipnóticos como adictivos. El quinteto Jambinai combina instrumentos occidentales con tradicionales coreanos (como el haegum, el piri o el taepyeongso) para crear un estilo propio dentro de lo experimental. Los primeros se inclinan hacia el art-pop, mientras que los segundos hacia el post-rock. Para quienes disfruten comparando propuestas musicales en directo, puede ser un contraste interesante ver a ambas formaciones, las cuales llevan tiempo actuando internacionalmente y son de las más reconocidas y populares dentro de la Korean world music.
Minimalismo, folk avanzado o jazz abstracto
El dúo femenino dal:um emplea virtuosa y únicamente dos tipos de cítaras tradicionales (gayageum y geomungo), aunque las tocan con ritmos no convencionales, creando una propuesta innovadora. Minimalismo, folk avanzado o jazz abstracto son estilos a los que suena esta pareja de Seul. Por su parte, el cuarteto Chudahye Chagis basa su música en el muga (un canto chamánico), pero utilizando únicamente instrumentos occidentales. Para estos será su primera gira extranjera, fruto de haber sido elegidos como una de las bandas del proyecto Journey to Korean Music, una plataforma musical que promueve la circulación internacional organizada por la agencia gubernamental Korea Arts Management Service.
El dúo de música electrónica surcoreano Fat Hamster & KANG New actuará el lunes 21 de julio en el escenario gratuito de la plaza del CIM en Cartagena.
En una onda más occidental podremos ver al pintón dúo de hip-hop Hypnosis Therapy compuesto por el productor Jflow y el rapero Jjangyou que desde 2022 forman parte destacada de la escena underground y más cosmopolita de la capital. También al reconocido tándem de música electrónica alternativa Fat Hamster & KANG New, fundadores del sello independiente LetzRatz.
En este último y relevante bloque, entre los artistas presentes, tendremos el lujo de escuchar la cálida y conmovedora voz jazzie de la prestigiosa Youn Sun Nah. Con una decena de álbumes (de canciones propias y standards) en su haber, premios y distinciones (entre ellos la Orden de las Artes y las Letras de Francia) y giras mundiales y multitudinarias en su pasaporte. Así como, la suerte de ver actuar a la versátil creativa e influyente cantautora y productora de culto Sunwoojunga. Un par de apuestas seguras con nombre de mujer.
Según Yoon Choi, la técnica del Centro Cultural Coreano encargada de lo que nos ocupa, “destacar un solo concierto del festival cartagenero es muy complicado, ya que todos los conciertos serán una maravilla. Si solamente se pudiera asistir un día, recomendamos que sea el día inaugural de la programación (viernes) porque junto a la jornada gratuita (miércoles) serán en los que se sienta más fuerte la presencia de nuestros músicos”.
Por aportar algún dato socioeconómico en esta página introductoria, no está de más contextualizar la música dentro del propio mercado cultural de Corea ya que es la industria que anualmente crece más, seguida de cerca por el broadcast (que incluye los K-drama y programas de entretenimiento televisivo como Mask Singer); es la segunda en exportación, muy por detrás del videojuego y una de las que más personas emplea, casi tanto como la publicidad o el nicho gamer, aunque sin llegar ni a la mitad del campo editorial; está situada a mitad de la tabla en ingresos, curiosamente duplicando al cine, y por detrás de las indicadas más la conocida como de conocimiento (tecnologías de la información y la comunicación y contenidos culturales e inmersivos). Datos estos actualizados al año 2023 según su Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo. Ahora, toca disfrutar de su música en vivo.
Finalistas del Booker Prize
Si La Mar de Cine comenzó la proyección de películas surcoreanas el pasado 9 de julio con ‘Párasitos’ de Bong Joon-ho, una sátira social que desnuda las desigualdades económicas con humor negro y que hizo historia al ganar tanto la Palma de Oro en Cannes como el Oscar a la Mejor Película, La Mar de Letras inaguró este lunes con la conversación entre Kim Ho-yeon, autor de ‘La asombrosa tienda de la señora Yeom’ y Bae Suah, quien ha escrito ‘En ninguna parte’. El jueves 17 de julio será el turno de la narradora Bora Chung y el escritor Cheon Myeong-kwan, que comparten el haber sido ambos finalistas del prestigioso Booker Prize Internacional con ‘Conejo maldito’ y ‘Ballena’, respectivamente.
La literatura coreana llega a Cartagena con Bora Chung, Kim Ho-yeon, Bae Suah y Cheon Myeong-kwan en La Mar de Letras
Belén Rosa de Gea, responsable de ámbito literario del festival cartagenero, subraya cómo la competitividad que se experimenta el país asiático -en el que conviven “una mezcla del individualismo feroz del capitalismo y el sentido comunitario tradicional”- se trasluce en sus obras. “No hay que olvidar que Corea del Sur es el país donde más jóvenes se suicidan del mundo. Viven para sacar las mejores notas, entrar en las mejores universidades, ingresar en la mejor empresa, ser los más guapos”. Un regalo habitual de los padres a los hijos cuando se gradúan en la secundaria o en la universidad les regalan operaciones de estética, “sobre todo la del doble párpado para no tenerlo como los asiáticos”, relata.
Los personajes de los autores coreanos que participan en La Mar de Letras tienen en común su rebeldía y esa manera propia de estar en el mundo, según Rosa de Gea. “La sociedad de Corea del Sur es muy tradicional en todos los sentidos y en el trato a las mujeres, todavía más, igual que en España hasta hace poco, y eso se refleja en la literatura. Existe una enorme rebeldía contra el contrato patriarcal de casarse y tener hijos”.
Literatura global y feminista
“Quería que, además de los autores, hubiera ponentes que hablaran de la cultura coreana”, cuenta la responsable del área literaria. Una de ellas es la profesora del Área de Estudios de Asia Oriental en la Complutense de Madrid Chaeyeon Park, quien el jueves 17 de julio a las 11.30h ofrecerá la charla El fabuloso vuelo de las autoras coreanas. “Las escritoras surcoreanas han conquistado lectores internacionales gracias a una combinación de políticas culturales deliberadas y el poder universal de los temas que abordan”, explica Park en un correo electrónico a elDiario.es Región de Murcia.
“Estos textos no solo describen esa realidad, sino que la cuestionan y la exponen desde distintos ángulos: el cuerpo femenino, el trabajo, la familia, la sexualidad o el silencio impuesto. La literatura se convierte así en un espacio de resistencia y en un vehículo para desarticular los discursos dominantes que han definido el rol de la mujer en Corea del Sur”, apunta la profesora, quien considera que las opresiones a las que se enfrentan las mujeres coreanas son reflejo de una “problemática global” y, por ello, conectan con lectores de muchos países.
Según Park, el feminismo coreano es “diverso, dinámico y con múltiples discursos: desde el activismo institucional hasta expresiones radicales, desde el arte hasta el ciberfeminismo. A pesar de resistencias sociales y políticas, sigue siendo una fuerza viva en el debate público y cultural del país”.
La literatura coreana contemporánea —y especialmente la escrita por mujeres— presenta rasgos distintivos, “como una mirada introspectiva, una sensibilidad hacia lo cotidiano, una crudeza emocional contenida, y un uso literario de lo corporal y lo simbólico para explorar conflictos sociales, familiares o existenciales”.
‘Baja’ y ‘alta’ cultura
Por otro lado, la profesora de la Complutense subraya que la ola coreana ha logrado navegar con éxito tanto en la cultura popular como en la ‘alta cultura’. “En las últimas dos décadas, Corea del Sur conquistó al mundo con productos de entretenimiento masivo: la música K-pop (con superestrellas como BTS o Blackpink) y los K-dramas televisivos han generado fandoms globales y dominado tendencias en redes sociales”. A la par, Corea también ha ganado reconocimiento en ámbitos de ‘alta cultura’: por ejemplo, el cine de autor coreano triunfó internacionalmente con ‘Parásitos’ y la literatura surcoreana alcanzó su máxima consagración con el Nobel a Han Kang en 2024. Por muchas más olas.