La justicia española ordena que el hijo menor de Juana Rivas vuelva a Italia con su padre

La justicia española ordena que el hijo menor de Juana Rivas vuelva a Italia con su padre

Daniel tendrá que regresar a vivir con su padre a partir del próximo martes, al expirar la medida cautelar que le permitía seguir viviendo en Granada junto a su madre

La defensa de Juana Rivas pide a la justicia española que escuche a su hijo menor para que no vuelva a Italia con su padre

Daniel, el hijo menor de Juana Rivas, tendrá que volver a Italia con su padre, Francesco Arcuri. Así lo ha decidido el Juzgado de Instrucción 3 de Granada, después de que el Tribunal de Cagliari decidiese el pasado 7 de julio que la custodia la mantenga en exclusiva el italiano. La decisión se adopta después de meses de lucha por parte de la defensa de Rivas para intentar que el niño, que lleva en Granada desde la pasada Navidad, no tenga que volver con su padre ante el temor por los malos tratos físicos y psicológicos que el menor describe y que los abogados y la Fiscalía italiana avalan.

Según avanza El Mundo y ha podido conocer este medio, el niño tendrá que marcharse a Italia el próximo 22 de julio, día en que Rivas deberá entregar a su hijo al padre. Se da la circunstancia de que la decisión judicial, que se esperaba inminente la semana pasada, se produce después de que los letrados de Rivas insistiesen en que Daniel debe ser escuchado y quedarse con su madre porque corre peligro su integridad física, tal y como lo demuestra el hecho de que Arcuri se enfrente en septiembre a un juicio por malos tratos precisamente en Italia.

La resolución del juzgado, plasmada el auto, desestima por completo las peticiones de Juana Rivas. Sus abogados habían alegado que el niño corría un riesgo grave, que existía un proceso penal abierto contra Arcuri y que en España incluso se dictó una medida cautelar que permitía a Daniel quedarse con su madre. Nada de eso ha frenado al tribunal, que respalda la orden del Tribunal de Cagliari dictada en febrero y reitera que debe ejecutarse “de inmediato”, sin abrir la puerta a nuevas exploraciones del menor ni a practicar pruebas en España. El juzgado recalca que ya fue oído en Italia en diciembre, apenas quince días antes de viajar a Granada para pasar las navidades, por lo que no es necesario incidir en esa testifical.

Tras conocerse el auto, el equipo jurídico de Juana Rivas ha anunciado que “ejercerá todas las acciones legales a su alcance para proteger el interés del hijo menor”, subrayando que “resulta contrario al sentido común que un niño sea entregado a quien está siendo acusado por maltratarle”. Pese a todo, los letrados han insistido en que, por muy injusta que les parezca, la resolución deberá cumplirse, aunque confían en que se activen “todos los mecanismos legales que permitan rectificar una decisión judicial que pone en grave peligro a un menor español que ni siquiera ha sido escuchado por la jueza que dicta esta desafortunada decisión”.

Además, la casualidad ha querido que Daniel deba volver con su padre en una fecha muy parecida a la que dio pie al caso Juana Rivas. El 26 de julio de 2017, la granadina tenía que entregar a Daniel y a Gabriel a su padre, tras más de un año huyendo del domicilio que los cuatro compartían en Carloforte (Italia). Para no devolverlos, la mujer desapareció durante un mes junto a los niños, lo que posteriormente, junto con la desobediencia de varias órdenes de entrega previas, hicieron que la justicia española le condenase en primera instancia a prisión.

Rivas, que fue condenada a cinco años de prisión, recibió primero una reducción de condena y después un indulto parcial que le evitaron pasar por prisión, pero no la lucha que ha mantenido desde entonces para recuperar a sus hijos. La granadina ha defendido siempre, junto con sus diferentes equipos de abogados, que tanto ella como los niños corrían peligro si Francesco Arcuri seguía cerca de ellos. Por eso, en estos más de 7 años de caso, Rivas ha cursado diferentes denuncias por malos tratos contra sus hijos, llegando a solicitar la custodia exclusiva en varias ocasiones sin éxito.

La justicia no aprecia “riesgo”

Ahora, la justicia española se alinea con la decisión del Tribunal de Cagliari al obligar a Daniel, de 13 años y que estaba escolarizado en Granada, a tener que marcharse a Italia con su progenitor. De este modo, decae la medida cautelar que se impuso el pasado 7 de enero tras escuchar al niño relatar presuntos episodios de malos tratos. Unos malos tratos que la propia Juana había denunciado también durante las fiestas navideñas al relatar el acoso al que Francesco le había sometido con decenas de llamadas telefónicas para “amedrentarla”.

El auto español se apoya en el principio de confianza mutua entre tribunales de la Unión Europea y en el hecho de que, según recoge textualmente, el tribunal italiano ya conoce las investigaciones penales abiertas y ha decidido mantener la custodia. Incluso subraya que el menor contará con seguimiento de servicios sociales y apoyo psicológico en Carloforte, y que cualquier riesgo “queda neutralizado” por esas medidas. Mientras, el juicio penal contra Arcuri en Cagliari sigue señalado para el próximo 18 de septiembre.

“No concurre riesgo alguno acreditado para el niño con el retorno a su país de origen con su padre, ni se ha acreditado ninguna conducta del padre que pueda perjudicar al menor”, apunta el Juzgado de Instrucción 3 de Granada en su auto. Incide el tribunal, a su vez, que todos los argumentos expuestos por la defensa de Juana Rivas ya han sido examinados previamente por Italia sin que le hayan concedido la custodia del niño, por lo que el juzgado granadino se inhibe a tal efecto.

Por otro lado, Gabriel, el hijo mayor de la expareja, sí vive con Juana Rivas en Granada y se ha postulado tanto del lado de su madre como el de su hermano. De hecho, el joven, que regresó a España en 2022, publicó un comunicado y un vídeo a finales del pasado año describiendo los episodios de malos tratos que tanto él como su hermano Daniel habrían padecido. Malos tratos que incluso la Fiscalía de Cagliari ha decidido investigar, pese a que ahora la justicia italiana refrenda que la custodia del menor de los niños ha de recaer sobre Francesco Arcuri.