La justicia europea confirma el fraude de 300.000 euros del ultraderechista fallecido Le Pen a la Eurocámara

La justicia europea confirma el fraude de 300.000 euros del ultraderechista fallecido Le Pen a la Eurocámara

El líder de la ultraderecha francesa recurrió al Tribunal General de la UE la reclamación que hizo el Parlamento Europeo por el uso indebido de fondos que debía destinar a gastos administrativos con los que adquirió vino o corbatas, entre otras cosas

La Eurocámara reclama 300.000 euros a Jean-Marie Le Pen por gastos indebidos: desde corbatas hasta 129 botellas de vino

Varapalo judicial al ultraderechista francés Jean-Marie Le Pen a título póstumo. El Tribunal General de la UE (TGUE) ha confirmado el fraude de 303.200 euros que infringió cuando la Agrupación Nacional entre 2009 y 2018 por utilizar los fondos que tienen los eurodiputados para gastos administrativos a compras de lo más variado: desde botellas de vino hasta corbatas. Le Pen recurrió la reclamación que le hizo el Parlamento Europeo de ese dinero y tres de sus hijos – no la actual líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, con quien acabó sus días peleado- mantuvieron el procedimiento.

El TGUE rechaza los argumentos del líder ultraderechista y da la razón a la Eurocámara en su reclamación. Los jueces determinan que “el procedimiento que llevó al Parlamento a adoptar la decisión de recuperación y a emitir la nota de adeudo no es contrario a los principios de seguridad jurídica y de protección de la confianza legítima”.

También rechazan que el líder de la ultraderecha no tuviera derecho a un juicio justo. Así, recuerdan que el Secretario General de la institución informó al exeurodiputado de las irregularidades que se le imputaban y le invitó a presentar observaciones en un plazo de dos meses. La conclusión de los servicios del Parlamento Europeo en ese procedo fue que “no se había presentado ninguna prueba de que los créditos se hubieran utilizado de conformidad con la normativa aplicable”, según constata el TGUE, que descarta, por tanto, que ese derecho fuera vulnerado.

El de los gastos de administración del Parlamento Europeo es uno de los casos de corrupción de la ultraderecha francesa. Pero no el único ni el más grave. La actual líder de la Agrupación Nacional fue condenada por malversación y expulsada de la carrera presidencial. Le Pen y a otras figuras —pasadas y presentes— de la formación de extrema derecha se sentaron en el banquillo, durante el juicio celebrado el pasado mes de diciembre, acusados de poner en marcha un “sistema de apropiación indebida” de las dotaciones asignadas por la Unión Europea a cada miembro del Parlamento para pagar a asistentes parlamentarios (en ese momento era de 21.000 euros mensuales). Dichos asistentes en realidad trabajaron total o parcialmente para el partido en Francia. Los 12 asistentes juzgados junto a ellos también han sido declarados culpables.

El padre de Le Pen fue imputado pero se libró del juicio alegando motivos de salud. Murió antes de que saliera la sentencia, aunque dos días antes de que empezra el juicio Mediapart reveló un vídeo del exidrigente ultra cantando con un grupo de rock neonazi.

La justicia investiga ahora un nuevo caso de fraude del grupo que pilotaba la Agrupación Nacional en el Parlamento Europeo. La institución ha apuntado a un escándalo similar al de los gastos indebidos presuntamente perpetrado en la anterior legislatura por Identidad y Democracia. La dirección de finanzas de la institución ha elaborado un informe en el que apunta a la malversación de 4,33 millones de euros de los fondos que están previstos para gastos de administración de los grupos parlamentarios.

Identidad y Democracia destinó 700.000 euros de esos fondos a donaciones a asociaciones, algo que no está amparado por el reglamento de la denominada ‘línea 400’, que es la que regula los gastos operativos de los grupos. La otra irregularidad encontrada tiene que ver con la contratación de servicios externos de comunicación y redes sociales por un importe de 3,6 millones de euros.

Entre los proveedores a los que se pagó por esos servivios están dos empresas (Unanime y e-Politic) que tradicionalmente han trabajado para la Agrupación Nacional de Le Pen y personalidades próximas a la líder de la ultraderecha francesa, según Le Monde, que no ha obtenido respuesta ni de esas compañías ni de Jordan Bardella, el jefe de ese partido en la Eurocámara y actual presidente de Patriotas por Europa, el grupo del que forma parte Vox.