
La ensalada con apenas seis ingredientes que es muy saludable, saciante y rica en proteínas
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Hay platos que sorprenden no por su complejidad, sino por la armonía que logran con ingredientes mínimos y bien seleccionados. Esta ensalada de garbanzos con ventresca de bonito es uno de esos casos. Combina lo mejor de dos mundos: la solidez nutritiva de las legumbres y el sabor delicado de una buena conserva de pescado. No requiere técnicas elaboradas ni ingredientes exóticos, y aun así ofrece una experiencia completa, siendo saciante, saludable y rica.
El secreto de esta receta se encuentra en cuidar los detalles. Utilizar garbanzos ya cocidos facilita mucho el proceso, pero darles un pequeño gesto extra, como pelarlos a mano, mejora notablemente la textura y la digestión. La ventresca, por su parte, eleva el conjunto cuando es de buena calidad, especialmente si se opta por atún claro o bonito del norte conservado en aceite de oliva virgen extra. Ese mismo aceite puede aprovecharse para preparar una vinagreta suave con mostaza y un toque de acidez que realza todos los sabores sin opacarlos.
A esta base se suman ingredientes frescos y crujientes como el tomate, la cebolleta y el apio, además de un buen manojo de perejil picado que aporta frescura y color. El resultado es una ensalada que se prepara en minutos, pero que da la impresión de haber sido pensada con tiempo y cuidado. Se trata de una receta ideal para una comida ligera pero completa.
Ingredientes sencillos que marcan la diferencia
Los garbanzos cocidos forman la base de la ensalada
Una de las mayores virtudes de esta ensalada es que consigue mucho con muy poco. No hace falta llenar la cocina de ingredientes para lograr un plato sabroso, completo y equilibrado. Con apenas seis o siete elementos bien seleccionados, el resultado es fresco, saciante y lleno de sabor. Eso sí, cada componente tiene su peso y aporta algo único.
Los garbanzos cocidos forman la base. Son ricos en fibra y proteínas, además de ofrecer una textura suave y cremosa que funciona muy bien en frío. Utilizar un bote de buena calidad facilita el trabajo y permite tener la ensalada lista en minutos. Si se desea una textura aún más delicada y una digestión más ligera, se pueden pelar uno a uno, un detalle opcional que marca la diferencia.
La ventresca en conserva aporta un sabor sutil. Elegir una de bonito del norte o atún claro, en aceite de oliva virgen extra, garantiza una textura más tierna y un gusto más limpio. Ese mismo aceite puede aprovecharse para la vinagreta, lo que suma riqueza al aliño sin esfuerzo extra.
Completan la mezcla ingredientes frescos y con contraste. Un poco de cebolla tierna cortada, tomate maduro troceado, apio picado para dar un toque crujiente y un buen manojo de perejil fresco aportan color, aroma y frescura. No son muchos ingredientes, pero están bien pensados, aportando cada uno su toque y equilibrando la ensalada.
Cantidades necesarias para la preparación
Es importante usar las cantidades exactas para que el resultado sea equilibrado en sabor, textura y valor nutricional
Esta ensalada combina ingredientes básicos que probablemente ya tengas en casa o puedes conseguir fácilmente. A continuación, las cantidades exactas para que el resultado sea equilibrado en sabor, textura y valor nutricional:
400 g de garbanzos cocidos
1/2 cebolla tierna
1 tomate grande o 2 pequeños
1 tallo de apio
150 g de ventresca de bonito o atún en conserva
1 manojo de perejil fresco
1 cucharada de mostaza de Dijon
Vinagre al gusto
Un poco de zumo de limón
Pimienta negra al gusto
Elaboración paso a paso
Cuanto más perejil uses, mejor, porque al picarse se reduce mucho su volumen y aporta frescura
Preparar esta ensalada lleva pocos minutos y no requiere más que un cuchillo, una ensaladera y un colador. Lo más importante es tratar los ingredientes con cuidado para mantener sus texturas y aprovechar al máximo sus sabores. Para ello, se deben seguir una serie de pasos:
Enjuaga los garbanzos. Abre un bote grande de garbanzos cocidos, de unos 400 gramos. Después, escúrrelos con un colador y enjuágalos bajo el grifo con agua fría. Si tienes un poco de paciencia, puede pelarlos uno a uno para que la textura sea más suave y la digestión más ligera. No es imprescindible, pero se nota.
Corta las verduras. Lamina media cebolla tierna en trozos pequeños. Luego, trocea un tomate grande o dos pequeños en cubos pequeños y pica también un tallo de apio en rodajas finas. Después, ponlo todo en una ensaladera amplia.
Añade los garbanzos y el perejil. Incorpora los garbanzos ya escurridos a la ensaladera. Después, lava bien un buen manojo de perejil fresco, sécalo y pícalo fino. Cuanto más uses, mejor, porque al picarse se reduce mucho su volumen y aporta frescura.
Incorpora la ventresca. Abre una lata de ventresca de bonito del norte o atún claro de unos 150 gramos, preferiblemente en aceite de oliva virgen extra. Escurre con cuidado y reserva el aceite. Más tarde, añade los trozos de pescado a la ensaladera, procurando no deshacerlos demasiado.
Prepara la vinagreta de mostaza. En un bol pequeño, bate el aceite de la conserva con una cucharada de mostaza de Dijon, una cucharada de vinagre y un chorrito de zumo de limón. Después, añade un poco de pimienta negra molida y mezcla bien hasta que emulsione.
Aliña la ensalada y déjala reposar. Vierte la vinagreta sobre la ensalada y mezcla todo suavemente para no romper la ventresca ni aplastar los garbanzos. Luego, guarda la ensalada en la nevera durante al menos 15 minutos antes de servir para que los sabores se integren bien.
Sugerencias de presentación y acompañamiento
Esta ensalada es un plato completo, pero presentarla bien hace que se disfrute aún más. Puedes servirla en platos hondos o cuencos amplios para que se vean todos los colores y texturas. Si quieres, añade unas hojas de rúcula para darle todavía un toque más fresco y un poco picante.
Para darle más textura, espolvorea por encima unas semillas de sésamo tostadas o nueces picadas. También puedes poner unos trozos de aguacate para que quede más cremosa. Si quieres acompañarla, una sopa fría como gazpacho o una crema ligera va muy bien. También puedes servir pan tostado para mojar en la vinagreta.