Cuando Montoro justificó la purga en Hacienda porque «estaba llena de socialistas»

Cuando Montoro justificó la purga en Hacienda porque «estaba llena de socialistas»

Durante los dos primeros años de Cristóbal Montoro como ministro de Hacienda más de 300 cargos del Ministerio y la Agencia Tributaria fueron destituidos en una polémica gestión que incluye la amnistía fiscal, recortes de multas a multinacionales o el supuesto error del DNI de la Infanta Cristina en el Caso Noos

Un juez imputa a Cristóbal Montoro por beneficiar ilegalmente a empresas gasísticas siendo ministro de Hacienda

En el auto del juez de Tarragona en el que se imputa al ex ministro de Hacienda del Partido Popular Cristóbal Montoro y a buena parte de su equipo directivo en el Fisco durante 2013 y 2018 se argumenta “la existencia de una organización, en la que muchos de los intervinientes habrían desempañado altos cargos en el Gobierno y la Administración Central, desde donde habrían ido creando una red de influencias cuyo fin último sería la obtención de un lucro económico”.

Hay que retrotraerse a 2013 y recordar los movimientos y cambios que se pusieron en marcha en el Ministerio de Hacienda y en la Agencia Tributaria por parte de Montoro. Así se entienden mejor los argumentos del magistrado, que en su auto acusa al exministro, a los altos cargos de Hacienda y a una serie de directivos de empresas gasísticas de “la posible comisión de delitos continuados de cohecho, fraude contra la administración pública, prevaricación, tráfico de influencias, negociaciones prohibidas, corrupción en los negocios y falsedad en documentos”.

El 6 de diciembre de 2013 se vivía en el Congreso de los diputados otra multitudinaria celebración del Día de la Constitución. Tras los actos conmemorativos oficiales, los ministros del Ejecutivo de Mariano Rajoy se mezclaron en el Salón de los Pasos Perdidos con decenas de periodistas para comentar una actualidad política tensa y agria. España se daba de bruces con una fuerte crisis económica que el Gobierno Rajoy trataba de solventar con recortes y políticas centradas en la austeridad. Entre un corrillo de periodistas que le demandaba respuestas sobre las decenas de ceses en su Ministerio, Montoro no tuvo complejos en señalar que los relevos respondían a que la cúpula de la Agencia Tributaria “estaba llena de socialistas”. Fue la noticia política del día.

Montoro es un gran conocedor del Ministerio de Hacienda y sus entresijos. Fue ministro con José María Aznar entre 2000 y 2004. A su vuelta del Parlamento Europeo, en 2008, funda y preside el despacho Equipo Económico, que supuestamente abandona cuando es nombrado diputado ese mismo año. En el auto que ahora incrimina a Montoro, Equipo Económico es el presunto nexo de unión entre el Ministerio y las empresas.

A su vuelta como ministro de Hacienda en diciembre de 2011, Montoro se convierte rápidamente en fuente de polémica. Cuatro meses después, aprobaría una controvertida amnistía fiscal, que años después tumbaría el Tribunal Constitucional. Montoro sabía perfectamente que necesitaba tener un equipo de fieles a su alrededor. Primero nombraría a Beatriz Viana como directora general de la Agencia Tributaria, que en su corto periplo en ese cargo destituiría a 51 cargos de confianza, además de negar que el ex tesorero del PP, Luis Barcenas, se acogiera a la amnistía fiscal, pese a que el abogado de Bárcenas lo había admitido.

El propio Montoro obligaría a dimitir a Viana por el supuesto error de Hacienda en el envío al juez del Caso Noos de un informe en el que se atribuía a la Infanta Cristina la venta de 13 propiedades inmobiliarias por 1,4 millones de euros. La Agencia Tributaria aseguró que se equivocó con los datos del DNI de la infanta, Montoro pidió un insólito perdón y Viana fue defenestrada.

Como nuevo director de la Agencia Tributaria, Montoro nombraría a Santiago Menéndez, que siguió con la purga de cargos desde su toma de posesión en junio de 2013. Un día antes de que el ministro se sincerara el Día de la Constitución se supo que Menéndez había cambiado a nueve miembros del comité de dirección de la Agencia Tributaria y destituido a 20 cargos de libre designación. Uno de los cambios más polémicos fue el de Ignacio Ucelay, jefe de control aduanero de la delegación central de grandes contribuyentes, que presentó la dimisión tras la destitución de una inspectora que no admitió un recurso contra una multa millonaria a la cementera Cemex.

Desde la toma de posesión de Montoro como ministro en diciembre de 2011 a su exordio de los supuestos cargos socialistas en 2013, en tan solo dos años, fueron sustituidos más de 300 cargos en el Ministerio de Hacienda y la Agencia Tributaria. Es un cese cada algo más de dos días.

En el auto del juez se señala que los imputados “a cambio de importantes pagos, y con presunto abuso del ejercicio de la función pública, intervienen de forma decisiva en reformas legislativas, con el fin de que éstas se desarrollen conforme a los intereses de sus clientes”. Incluso, apunta que las empresas gasísticas llegaron en dos ocasiones “a redactar los textos legales, todo ello mediante el pago de importantes desembolsos” para el cambio de leyes y reales decretos así como la Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2018.

En una entrevista en el diario El País, el entonces director general de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, minimizó los 300 cambios de cargos en el Ministerio de Hacienda de Montoro y aseguró: “la Agencia Tributaria nunca está politizada. Ni ahora, ni me consta que haya estado nunca”, desmintiéndole. Al igual que el exministro, Menéndez también está imputado en la causa abierta por el juez de Tarragona.