Las extremas derechas más allá de Vox y la estrategia global del neofascismo

Las extremas derechas más allá de Vox y la estrategia global del neofascismo

Algunas de las principales cuentas de extrema derecha en inglés, con gran proyección internacional, como las del agitador británico Tommy Robinson, Radio Genoa o Visegrad24, pusieron el foco en Torre Pacheco, reivindicándolo como un campo de batalla más de su cruzada

Años de mensajes xenófobos de las derechas alientan episodios como el de Torre Pacheco: “No va a quedar ni uno”

El pasado jueves, cuando las plazas de Torre Pacheco recuperaban por fin la tranquilidad, la localidad británica de Epping, en el condado de Essex, fue el escenario de una nueva algarada racista. Cientos de ultraderechistas trataron de asaltar el hotel donde se alojan varios solicitantes de asilo, y que estaba en esos momentos protegido por un reducido grupo de activistas antirracistas y un cordón policial. Justo hace un año, los bulos sobre un terrible crimen en la localidad de Southport provocaron numerosos disturbios con motivación racista, incluyendo el intento de incendio de un edificio. Estos últimos años han proliferado este tipo de altercados en países como Irlanda, Alemania, Italia o Polonia, donde los grupos ultraderechistas han organizado varios pogromos y lo que llaman ‘patrullas ciudadanas’ contra el crimen. Es la misma fórmula que estos días se ha tratado de imponer en España a partir de los sucesos de Torre Pacheco, y que no era la primera vez que se intentaba.

La extrema derecha española ha tratado de convertir esta localidad murciana en el laboratorio donde testar su capacidad de agitar y concretar su odio, más allá de las palabras. Partidos, organizaciones y agitadores ultras llevan tiempo tratando de imponer el marco sobre el fenómeno migratorio en términos de seguridad, aprovechando cualquier suceso en el que esté implicada una persona migrante. Sucedió tan solo unas semanas antes en Alcalá de Henares y en Sabadell, y el año pasado en la localidad de Mocejón, esta última mediante un bulo que atribuía falsamente un crimen a un migrante. En Torre Pacheco han confluido todos los factores para que la chispa prendiese y el fuego se alargase unos días.

El protagonismo y el rédito de Vox en este asunto es incuestionable, tanto por su capacidad de proyección mediática y de movilización, como por los respaldos que ha recibido su relato criminalizador de la migración por parte del PP, que ahora compite por el electorado más radical. Tan solo unos días antes, Vox había puesto sobre la mesa la posibilidad de deportar a millones de personas migrantes residentes en España. Luego, lo de Torre Pacheco le vino al pelo. Y las declaraciones de Feijóo chapoteando en el marco migración-delincuencia y proponiendo la deportación, un relato impuesto por la extrema derecha, no hacen más que reforzar al partido de Abascal.

Pero en todas estas campañas, Vox no está solo. Ni es el único que pone el objetivo en la diana.

Un conglomerado de siglas y de personajes actúan al unísono para provocar más movilización y más atención mediática sobre cualquier suceso que promocione su causa. Algunas de las principales cuentas de extrema derecha en inglés, con gran proyección internacional, como las del agitador británico Tommy Robinson, Radio Genoa o Visegrad24, pusieron el foco en Torre Pacheco, reivindicándolo como un campo de batalla más de su cruzada e internacionalizando los acontecimientos.

La propaganda y la coordinación de actores internacionales en estos sucesos amplifica su difusión y refuerza el relato que trata de presentar un Occidente en guerra contra una invasión, en el que España está en primera línea de defensa, empoderando así a los consumidores habituales de su propaganda y promocionando a las organizaciones que participan de la campaña.

Quien observa desde la distancia y recoge lo sembrado por otros es Aliança Catalana, el partido de extrema derecha que, tras conseguir la alcaldía de Ripoll y varios concejales, entró por primera vez en el Parlament en las últimas elecciones. Los discursos de esta formación y los de Vox tan solo se diferencian en el idioma. Aunque Murcia les pilla lejos, saben que el camino que se asfalta en España y en otras partes de Europa, es también transitable para ellos. Y que el rédito político que se pueda sacar en Catalunya de esto será a repartir con Vox.

El papel de las redes sociales

Una organización prácticamente desconocida, Deport Them Now, llamaba a acudir a Torre Pacheco para dar caza al ‘moro’. Uno de los vídeos que difundía esta organización, elaborado mediante inteligencia artificial, caracterizaba a Abascal como un guardia de un campo de concentración para musulmanes, a los que asesinaba en una cámara de gas. Su canal de Telegram, que tiene varias secciones por países, se había llenado también de fotografías de armas y llamadas a la violencia. Tras la repercusión que tuvo en varios medios, la detención el lunes del responsable de esta organización certificó el fin de los disturbios más graves. El martes, tan solo unas decenas de personas se concentraron en Torre Pacheco, y se dedicaron casi en exclusiva a acosar a los y las periodistas presentes. No hubo nada más que eso, y al día siguiente, ya no apareció nadie.

El pasado jueves, tras pasar a disposición judicial, Christian L.F. fue enviado a prisión acusado de incitación al odio, pertenencia a asociación ilícita y tenencia ilegal de armas. Se trata de un vigilante de seguridad, con licencia para portar armas, que había participado en concentraciones junto a Vox contra las personas migrantes en varias localidades de Catalunya, y que, recientemente, había viajado a Milán para asistir a un encuentro internacional de los grupos identitarios que están detrás de la campaña por la ‘remigración’, lema de moda entre los ultras, adoptado también por Donald Trump para referirse a la deportación.

Sin embargo, esta organización era nueva, estaba fuera del radar, e incluso su líder había pasado totalmente desapercibido hasta hace unos meses. Los fanáticos de extrema derecha ya no necesitan una estructura estable, sino que a través de las redes sociales pueden armar incluso más ruido que otros grupos más veteranos.

Deport Them Now no fue el único canal ultra desde el que se llamaba a acudir a Torre Pacheco. Toda la constelación de grupos de la extrema derecha española se puso en marcha e inundó sus redes de desinformación, discursos racistas e incluso señalamiento de periodistas que cubrían los hechos desde el terreno. Igual que sucedió en noviembre de 2023 con las protestas ante la sede del PSOE en Madrid, en la calle Ferraz, contra la amnistía a los políticos independentistas, estas convocatorias permiten identificar a los grupos y los personajes más activos en la agitación política y callejera, y su capacidad para mantener la tensión y la atención que pretenden. Aquellos acontecimientos fueron un escaparate en el que todos los grupos nazis y fascistas competían por colocar sus banderas en las primeras filas, conscientes del foco mediático.

Aquellas concentraciones, que se saldaron con varios días de disturbios y algunas detenciones, se han intentado repetir con escaso éxito. Hoy, tan solo se mantiene el rezo del rosario ante la sede de Ferraz, que es retransmitido por YouTube. Ahora, todos los esfuerzos de los grupos de extrema derecha se centran en aprovechar cualquier suceso violento que puedan atribuir a la migración.

Más allá de Vox

La irrupción de Vox en las instituciones en 2018 dejó poco margen al ya de por sí marginal ‘área patriota’, como se autodenomina el espacio donde compiten los grupos que llevaban años picando piedra sin éxito a la derecha del PP. Al margen del partido de Abascal conviven otras formaciones que tratan de rentabilizar el camino que les está abriendo Vox, Trump, Milei y el resto de líderes y gurús de este postfascismo con su batalla cultural, su normalización y sus éxitos electorales.

En España siguen existiendo partidos como España2000, que tan solo ha logrado una decena de concejales en más de veinte años de existencia, y que sobrevive con unos pocos militantes, principalmente en València. Miembros de este partido trataron de llegar a Torre Pacheco durante las protestas, según explican en sus redes, pero fueron retenidos por la Guardia Civil junto a otros ultras que habían acudido a la llamada. Democracia Nacional, la formación más veterana, creada en 1995, es otro de los partidos en competencia, y con todavía menos éxito electoral. Su partido no logra reunir a más de unas decenas de seguidores en sus actos, tanto públicos como privados. Estuvieron presentes tanto en Ferraz como en las protestas en Alcalá de Henares contra la migración, y llamaron a los suyos a acudir a Torre Pacheco a participar de las protestas, pero ninguno de sus líderes se asomó por allí.

Falange Española de las JONS es la única que ha logrado sacar a la calle a unos pocos cientos de jóvenes recientemente. Fue en el centro de Madrid a finales de mayo, bajo el lema de la ‘remigración’, la nueva bandera de los grupos identitarios. Aunque electoralmente son irrelevantes, la histórica marca mantiene un calendario habitual de actos y movilizaciones que reúnen tanto a viejos nostálgicos como a jóvenes fascinados por el fascismo.

Pero en esta reciente protesta en Madrid, el mérito no fue solo suyo. Otras organizaciones como la neonazi Núcleo Nacional también convocaron a sus simpatizantes a esta marcha, exhibiendo así un tímido acercamiento que no pocas veces había resultado imposible entre grupos ultras por el caudillismo y la rivalidad entre sus líderes. Esta organización ha acaparado una notable atención estos últimos meses debido a su puesta en escena en redes. Son sobre todo hombres, que se presentan encapuchados y uniformados, y que realizan videos entrenando artes marciales o llamando a la movilización. Esta organización fue registrada legalmente, y abrió recientemente una sede en la zona norte de Madrid, donde tiene su base principal. En uno de sus últimos vídeos, el portavoz de este grupo invitaba a otras formaciones ‘patriotas’ a unirse para la acción directa. Una propuesta que no obtuvo respuesta, certificando así el sectarismo y la desconfianza que también existe en este espectro político.

Núcleo Nacional, sin embargo, sí que tiene apoyos y alianzas fuera de España. Algunos de sus miembros han viajado a países como Francia, Bulgaria o Alemania para participar en encuentros internacionales o incluso en eventos de la organización neonazi internacional Blood & Honour, disuelta oficialmente en España en 2011, pero todavía activa en la clandestinidad.


Captura de un vídeo de Núcleo Nacional

Otro de los grupos más activos en la propaganda y las relaciones internacionales es Devenir Europeo, que recoge la herencia de la extinta CEDADE, la principal organización nazi de España, que estuvo activa entre 1966 y 1993. Su actividad se limita a la formación y agitación política, y tiene lazos con otras formaciones neonazis en otros países, como el Movimiento de Resistencia Nórdico de Suecia o El Tercer Camino (Der Dritte Weg) en Alemania.

A Torre Pacheco, a diferencia de lo ocurrido en las protestas de Ferraz, no fue ninguno de estos grupos, aunque sí que llamaban a sus seguidores a acudir. Tan solo aparecieron conocidos agitadores de redes sociales y medios ultras, y algunos simpatizantes de Frente Obrero, una organización que compite por el mismo público anti-inmigración, antifeminista, islamófobo y nacionalista.

Al margen de estas organizaciones que tratan de extenderse por todo el país, existen otras de carácter regional o local que funcionan de manera autónoma, como Identitas en Balears, FACTA en Madrid o Valentia Forum en València. Existen, en la mayoría de los casos, lazos más o menos evidentes de algunas de ests agrupaciones con Vox, pero suelen ser discretos o circunstanciales. También continúan activos los grupos de ultras neonazis en el futbol, que participan sobre todo de acciones callejeras o disturbios como los de Ferraz, y cuyos miembros nutren también las filas de otras organizaciones. Destacan en ciudades como Málaga, Madrid, València, Gijón o Barcelona, y en algunos casos siguen contando con el beneplácito de los clubes para estar presentes en los partidos.

Agitadores que monetizan el odio

Quienes hace tiempo se han destacado no solo como agitadores sino como convocantes a estas protestas racistas, con más poder de convocatoria que los partidos y las organizaciones citadas, son los influencers de extrema derecha. Destaca el líder de la empresa Desokupa, agitador y difusor habitual de desinformación a través de sus redes, o el personaje que logró convertirse en eurodiputado, Alvise Pérez. Ambos cuentan con decenas de miles de seguidores, y tienen un gran impacto en redes. Tanto el líder de Desokupa como otros que intentan hacer carrera en el espacio digital, siguen un patrón similar, difundiendo desinformación y mensajes provocadores para lograr mayor impacto e interacción y monetizar así sus contenidos.

Los sucesos de Torre Pacheco son solo una advertencia. La extrema derecha va a intentar repetir la misma fórmula tantas veces como pueda, tratando de imponer el marco del debate migratorio atravesado por la violencia y la inseguridad. La respuesta a estos hechos desde las instituciones ha sido una declaración firme contra el racismo, pero no será suficiente para parar este tipo de algaradas en un futuro mientras los discursos que las provocaron sean parte de la normalidad democrática. Y mientras la política no dé respuestas a una parte de la población que abraza el odio como salvavidas ante el miedo.