
Viajar de Ibiza a Mallorca es más caro que ir a Francia para un isleño: «Estamos desamparados por el mercado»
La actualización de las tarifas de los vuelos, que llevaban 12 años congeladas, repercute en el bolsillo de los ciudadanos baleares y las agencias de viajes y asociaciones de consumidores piden fijar precios o aumentar la bonificación de residente
El Gobierno quiere prohibir la publicidad de los vuelos cortos, los combustibles fósiles y de los coches más contaminantes
Los vuelos interislas nunca habían sido tan caros para quienes viven en Balears a pesar del descuento del 75% para residentes que cubre el Estado. La reciente subida de la tarifa de referencia el pasado abril, la primera en doce años, ha encarecido de golpe y porrazo los billetes. Hasta el punto de que un vuelo entre Eivissa y Palma puede costar más que uno desde Francia a Mallorca. El nuevo marco tarifario ha elevado hasta un 38% el precio de referencia de los vuelos sujetos a Obligaciones de Servicio Público (OSP), lo que ha provocado que, incluso con la subvención estatal, los billetes escapen a ciertos bolsillos si el desplazamiento es constante.
La situación ha reavivado las críticas de organizaciones de consumidores y de usuarios frecuentes, como comerciales o trabajadores que “por motivos laborales necesitan trasladarse de una isla a otra con frecuencia, en ocasiones hasta dos veces por semana”, valora el representante de la Agrupación de Agencias de Viajes de Baleares (AVIBA), Pedro Fiol. Es el caso de Maria Antonia, una profesora de Mallorca que de momento cubre una plaza de interina en Eivissa prevista para tres años. La docente percibió que los vuelos habían subido mucho de precio después de las vacaciones de Pascua.
“En mi caso, siempre volaba con Uep Fly! –Air Nostrum tenía ya una tarifa más estándar, entre los 20 y los 40 euros por vuelo–, y se notó el cambio. Pasé de pagar, volando el jueves Eivissa–Palma y el lunes Palma–Eivissa, poco más de 20 euros en total (11 ida y 11 la vuelta), a pagar casi 60 por todo el viaje”, cuenta esta profesora de instituto originaria de Bunyola (Mallorca). Esto significa que la inversión de ir y volver le supone ahora casi el doble.
Otro residente que se desplaza con frecuencia entre islas también por necesidades laborales vive la misma situación. “Aunque aceptemos que volar es más caro que otros medios de transporte, es un agravante comparativo, porque para nosotros, los isleños, es como el cercanías o el tren media distancia en territorio peninsular”, observa este ibicenco. Lo compara con una persona que ha de trasladarse asiduamente de Girona a Barcelona, con la desventaja de que, en el caso de Balears, “hay mar de por medio”.
Aunque aceptemos que volar es más caro que otros medios de transporte, es un agravante comparativo, porque para nosotros, los isleños, es como el cercanías o el tren media distancia en territorio peninsular’, comenta un afectado
En cuestiones de rentabilidad, lo compara con la línea de ferry Eivissa–Formentera, que compagina su función como atractivo turístico con el de servicio público para la ciudadanía pitiusa. “El transporte aéreo supone la única conexión rápida que tenemos con la capital de la comunidad y que quede en manos del mercado nos deja un poco desamparados. Los residentes deberíamos tener los precios blindados”, objeta.
Otro usuario con familia política en Mallorca y que pretende viajar este verano hasta allí se sorprendió al comprobar que el billete a principios de agosto hasta Palma desde Eivissa era más caro (34 euros) que volar directamente desde Francia con una compañía low cost. “Me salía más rentable perder el vuelo de vuelta Marsella–Eivissa y comprar uno nuevo Marsella–Palma (17 euros) que volver a Eivissa para viajar”, cuenta este residente de la pitiusa. Pero no es el único. Un vuelo a Zagreb desde Palma le ha costado a otro ibicenco en pleno julio, momento álgido de la temporada turística en todo el Mediterráneo, alrededor de 100 euros; apenas unos 35 euros más que viajar hasta las islas vecinas de su misma comunidad autónoma teniendo en cuenta el descuento.
Me salía más rentable perder el vuelo de vuelta Marsella-Eivissa y comprar uno nuevo Marsella-Palma (17 euros) que volver a Eivissa para viajar’, cuenta un residente
No existe, en el caso de los trayectos interislas, ni un bono de viajes ni un precio estrictamente regulado. Aunque los billetes están sujetos a topes legales y frecuencias mínimas establecidas por Obligaciones de Servicio Público (OSP) –que también obliga a mantener un mínimo de rutas interislas, así como el trayecto Menorca–Madrid en invierno–, el precio puede variar según los últimos cambios hasta un 30% a partir de la tarifa de referencia (que ha crecido a su vez entre un 36 y un 38%).
Antes, hasta la publicación de la Orden TRM/395/2025, que se hizo efectiva el 27 de abril de este año, esa variación alcanzaba el 25%. En cuanto al precio máximo regulado por el Gobierno, ha pasado de ser de 82 euros a 113 para la ruta de Palma con Eivissa y con Menorca y de 114 euros a 155 en la ruta entre Eivissa y Menorca. La subida tanto de las tarifas de referencia como del margen para las tarifas flexibles publicada en el BOE del 23 de abril de 2025 ha provocado que hasta con el 75% de rebaja (sin incluir conceptos como tasas aeroportuarias) los ciudadanos de Baleares encuentren los precios desorbitados.
La subida tanto de las tarifas de referencia como del margen para las tarifas flexibles ha provocado que hasta con el 75% de rebaja (sin incluir conceptos como tasas aeroportuarias) los ciudadanos de Balears encuentren los precios desorbitados
ElDiario.es se ha intentado poner en contacto con las dos aerolíneas que cubren las rutas interislas por vía telefónica. Desde Air Nostrum han defendido mantener “precios asequibles” y han especificado que hay promociones (como la que está ahora mismo activa) con precios desde diez euros por trayecto para residentes en los vuelos entre Mallorca y las dos islas menores. Por su parte, Uep Fly! no ha contestado a las preguntas de elDiario.es antes de la publicación de este reportaje.
Una mujer entra al aeropuerto de Menorca.
Más bonificación del Estado
Fiol observa que, a pesar del esfuerzo económico que supone, el consumidor al final siempre se acaba adaptando a esta subida de precios, aunque defiende que un aumento de la bonificación por parte del Estado es más que necesaria. Por otra parte, asegura que la alternativa al incremento de precios era mucho peor: “Suponía que las aerolíneas se quedaran descontentas y arriesgarse a dejar desierta la cobertura de las rutas interislas”. Desde AVIBA también añaden que es comprensible el encarecimiento de los billetes si se tiene en cuenta que los costes de las compañías aéreas han subido (mayor gasto en carburantes o la subida salarial de los trabajadores, entre otros). Un factor que repercute en el precio final de los vuelos.
“En el caso particular de Air Nostrum, han de tener cuatro aeronaves (una en cada isla) para cubrir todas las rutas que tienen y eso hace que tengan unos gastos aún más elevados”, detalla Fiol, quien está en continuo diálogo con las aerolíneas. Entonces, ¿cuál es la fórmula más adecuada y justa? “Que las compañías aéreas cobren más bonificaciones [por parte del Estado] y el consumidor no tenga que pagar más”, responde Fiol. Sobre todo, teniendo en cuenta que se trata de rutas aéreas sin apenas competencia en el mercado.
La Comisión Europea ha abierto la puerta a que el descuento del 75 % en el transporte aéreo para residentes en territorios extrapeninsulares como Balears pueda incrementarse en momentos de alta demanda, cuando los precios de los billetes se disparan, según Diario de Mallorca. En respuesta a una consulta del Gobierno sobre un plan piloto planteado en 2023, Bruselas sugirió introducir un “importe máximo” a partir del cual se permita elevar la bonificación por encima del porcentaje actualmente establecido, lo que permitiría aliviar el coste real que asumen los residentes en épocas punta. Sin embargo, este planteamiento todavía está sobre la mesa.
Bruselas sugirió introducir un “importe máximo” a partir del cual se permita elevar la bonificación por encima del porcentaje actualmente establecido, lo que permitiría aliviar el coste real que asumen los residentes en épocas punta
Un abuso “siempre latente”
Desde FACUA–Consumidores en Acción han denunciado que el abuso de las aerolíneas con el descuento para residentes insulares a pesar de las regulaciones “siempre está latente”. Según su portavoz, Rubén Sánchez, se desconoce hasta qué punto las compañías estarían obteniendo un doble beneficio con los interislas: por un lado, el que les proporciona el Estado a través del propio subsidio; por otro, el margen adicional que logran inflando los precios tras aplicar el descuento.
“Por mucho que el Gobierno bonifique el 75% del billete, las aerolíneas luego suben las tarifas base, de forma que el ahorro para el consumidor se diluye”, señala el portavoz. En este sentido, FACUA plantea que la única forma de frenar estas prácticas pasa por regular los precios: proponen que el descuento se aplique sobre una tarifa máxima fijada por el Ejecutivo y que no pueda incrementarse.
Por mucho que el Gobierno bonifique el 75% del billete, las aerolíneas luego suben las tarifas base, de forma que el ahorro para el consumidor se diluye
La asociación también reclama que se impongan condiciones a las compañías aéreas que operan rutas entre las islas y la Península y exigen que estén obligadas a ofrecer un número mínimo de plazas por trayecto a precio regulado para los residentes (sin margen de flexibilidad). “Así se evitaría que las compañías especulen a costa de un servicio que está subvencionado con dinero público y que, en muchos casos, es imprescindible para quienes viven en las islas”, concluyen.
Por su parte, desde la Asociación de Líneas Aéreas han defendido que el precio de los billetes se tiene que regular en la medida que sea posible por la ley de la oferta y la demanda y advierten que imponer topes en los precios puede reducir la conectividad. También han recordado la deuda que mantiene el Gobierno con las compañías aéreas por el importe que corresponde a los descuentos de residente en los billetes, tanto interislas como provenientes de conexiones entre el archipiélago y la Península.
ALA estima que esta deuda estatal por adelantamientos de estas bonificaciones alcanza un total de 810 millones de euros a enero de 2025 (incluyendo Canarias, Ceuta y Melilla) por impagos durante 2024. Aunque el Ejecutivo rebaja la cifra hasta los 319 millones, de los cuales unos 83 millones corresponden específicamente a Balears, según datos publicados por Europa Press. Las aerolíneas llegaron a declarar que, en caso de no recibir este dinero por parte del Estado, se verían obligadas a abandonar las rutas con los dos archipiélagos españoles por la “insostenibilidad económica”.
El Govern: “La conectividad es una prioridad”
El Govern balear ha declarado ante elDiario.es que la conectividad aérea sostenible entre islas y con la Península es “una de sus prioridades estratégicas” y defiende avanzar hacia un modelo de cogestión aeroportuaria desde el inicio de la actual legislatura.
El Ejecutivo autonómico se ha mostrado reacio a la subida de los precios interinsulares, aunque ha recordado que se trata de la primera actualización de la tarifa de referencia desde el año 2013, es decir, tras una congelación de doce años. En ese mismo periodo, las tarifas de los vuelos intercanarios se han actualizado tres veces. Fiol observa, en ese sentido, que lo que sí han “echado de menos” desde AVIBA es que esta actualización no se haya hecho de manera más periódica, ya que ahora el aumento ha sido “de golpe, muy significativo”.
Desde la Conselleria de Mobilitat han recordado que la competencia en esta materia es estatal y aseguran que el Govern solicitó al Ministerio de Transportes –con quien se ha puesto en contacto este diario, sin respuesta–, una revisión en profundidad del aumento propuesto por la aerolínea que opera la mayoría de vuelos sujetos a Obligación de Servicio Público (OSP), Air Nostrum. Por último, el Govern ha considerado que debe buscarse “un equilibrio” entre evitar subidas abusivas y asegurar la viabilidad económica del servicio, ya que garantizar la conectividad aérea entre islas es clave para la cohesión territorial del archipiélago.