
10 millones de dólares en anticonceptivos para cooperación, camino de la incineradora por el cierre de USAID por parte de Trump
Anticonceptivos financiados por EEUU serán incinerados en Francia después de que Washington rechazara las ofertas de Naciones Unidas y organizaciones de planificación familiar para comprar o enviar los suministros a países en vías de desarrollo, según informa Reuters
Más de 10 millones de dólares en anticonceptivos y medicamentos para la prevención del VIH adquiridos por el Gobierno de EEUU como ayuda a países en desarrollo en el marco de programas que ya han sido interrumpidos están a punto de ser destruidos.
Los registros gubernamentales obtenidos por The Washington Post revelan que prácticamente todos los suministros han permanecido en centros de distribución —uno en Bélgica y otro en los Emiratos Árabes Unidos— desde enero, cuando el presidente de EEUU, Donald Trump, suspendió la financiación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), con el argumento que “no estaba alineada con los intereses estadounidenses”.
Grupos humanitarios internacionales y otras organizaciones han estado en conversaciones con representantes del gobierno estadounidense para hacerse cargo de los productos y distribuirlos. Sin embargo, las negociaciones no han prosperado ante las exigencias de la agencia, como que las entidades humanitarias paguen por los materiales y que se retire cualquier etiqueta de USAID, según The Washington Post.
Finalmente, según publica Reuters este miércoles, los anticonceptivos almacenados en Geel (Amberes, Bélgica), que tienen un valor de casi 10 millones de dólares, se están enviando a Francia para su incineración, después de que Washington rechazara las ofertas de Naciones Unidas y organizaciones de planificación familiar para comprar o enviar los suministros a países en vías de desarrollo.
¿Y qué material es? Implantes y píldoras anticonceptivas, así como dispositivos intrauterinos para ayudar a prevenir embarazos no deseados, según explica la agencia británica de noticias.
No sólo se incinerarán esos materiales, es que además el gobierno estadounidense gastará 160.000 dólares en el proceso de acabar con las existencias en una instalación en Francia que gestiona residuos médicos.
Legisladores estadounidenses presentaron dos proyectos de ley este mes para evitar la destrucción de los suministros, pero organizaciones de ayuda humanitaria afirman que es improbable que se aprueben a tiempo para detener la incineración.
“Esta situación es una locura”, declaró al Post Andrew S. Natsios, director de USAID durante cinco años bajo la presidencia de George W. Bush: “A estas alturas, simplemente que lo regalen en lugar de destruirlo, por el amor de Dios”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores belga afirmó que Bruselas mantuvo conversaciones con las autoridades estadounidenses y “exploró todas las opciones posibles para evitar la destrucción, incluida la reubicación temporal”, según cita Reuters: “A pesar de estos esfuerzos, y con pleno respeto a nuestros socios, no se pudo garantizar ninguna alternativa viable. Sin embargo, Bélgica continúa buscando activamente soluciones para evitar este lamentable resultado. La salud sexual y reproductiva no debe estar sujeta a restricciones ideológicas”.
Los suministros, con un valor de 9,7 millones de dólares, vencen entre abril de 2027 y septiembre de 2031. Sarah Shaw, directora asociada de MSI Reproductive Choices, declaró a Reuters que ellos se habían ofrecido a pagar el reempaquetado de los suministros sin la marca de USAID y su envío a los países necesitados, pero el gobierno estadounidense rechazó la oferta: “Nos dijeron que el gobierno estadounidense solo vendería los suministros a su valor de mercado”.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) también se ofreció a comprar los anticonceptivos directamente, según informaron tres fuentes a Reuters. Sin embargo, las negociaciones fracasaron.
El motivo de fondo es que el gobierno estadounidense no quiere contribuir o colaborar con organizaciones que proporcionen fondos o suministros que faciliten el acceso a abortos, y no podían garantizarse que el UNFPA no compartiera los anticonceptivos con grupos que ofrecen abortos.