
La UE avanza en la respuesta a los aranceles de Trump mientras agota el tiempo de la negociación
El comisario de Comercio mantiene las conversaciones con sus homólogos de EEUU, pero en la UE ven poco margen de maniobra. Francia empuja para elevar el tono después del último desplante de Trump, que elevó la amenaza a aranceles del 30% a partir del 1 de agosto
Francia empuja para que la UE “cambie el método” frente a los aranceles de Trump ante la estrategia de ‘cabeza fría’ de Bruselas
El último vaivén de Donald Trump, que amenazó con un arancel del 30% a los productos europeos a partir del 1 de agosto en plenas negociaciones, dejó a la UE noqueada. En Bruselas no esperaban ese golpe del presidente de EEUU y algunos países, encabezados por Francia, hicieron sonar la voz de alarma al pedir un cambio en el método de negociación de la Comisión Europea, que había pasado a la pasividad ante todos los envites que llegaban de Washington. El nuevo desafío de Trump tiene una nueva fecha límite, pero en Bruselas no son especialmente optimistas. A pesar de que continúan las negociaciones, quieren enviar una señal de que se están preparando para la posibilidad real de que no haya acuerdo.
El comisario de Comercio, Maros Sefcovic, hablará este miércoles con su homólogo estadounidense, Howard Lutnick, y luego informará de los avances de la negociación a los estados miembros. Y, entre tanto, la Comisión Europea y los 27 seguirán adelantando el trabajo ante la hipótesis que cada vez se ve más certera de que no haya un acuerdo finalmente. Y eso pasa por las represalias que, en principio, deberían ser recíprocas al golpe que provoque Washington al comercio europeo con sus aranceles.
Aranceles por 93.000 millones
“Aunque nuestra prioridad son las negociaciones, seguimos preparándonos paralelamente para todos los resultados, incluidas posibles contramedidas adicionales”, explica el portavoz de Comercio, Ollof Gil. La Comisión Europea planteará a los estados miembros fusionar las dos listas de aranceles que ha elaborado durante estos meses, y que incluye un amplio abanico de productos: desde los aviones de Boeing hasta el whisky Bourbon.
Así, habrá un único listado a partir de los aranceles que ya están aprobados, por un valor de 21.000 millones de euros en respuesta al 25% que impuso Trump al aluminio y el acero. La otra lista está perfilada y se trata de un golpe de 72.000 millones de euros (se rebajó desde los 95.000 previstos inicialmente. “Para que nuestras contramedidas sean más claras, sencillas y contundentes, fusionaremos las listas 1 y 2 en una única lista y la someteremos a la aprobación de los Estados miembros”, señala el portavoz. Las contramedidas no entrarán en vigor hasta el 7 de agosto, aunque el margen para llegar a un acuerdo es el día 1.
La UE interpretó el nuevo vaivén de Trump, con una amenaza de un arancel “prohibitivo” del 30% como una forma de presión. Y se abrieron grietas respecto a la respuesta que debía dar dos meses agachando la cabeza ante cada golpe de Washington. Francia está empujando para que la UE eleve el tono y dé una señal de fortaleza. De hecho, los aranceles que afectarían a 93.000 millones de euros estarían aún muy por debajo del golpe que supondría para el comercio de la UE el arancel del 30% anunciado por Trump.
“La situación desde el sábado nos tiene que llevar a cambiar de método y tenemos que ser capaces de presentar de una manera concreta, a veces también de una manera muy clara, cuál es la capacidad de la Unión Europea para poner contramedidas sobre la mesa, para contraatacar y para que ese equilibrio de poder que quiere Estados Unidos y que no debe llevar a una guerra comercial que sería perjudicial para todos, lo entiendan también los europeos demostrando su capacidad de contraatacar”, dijo el ministro de Comercio francés, Laurent Saint-Martin, hace unas semanas.
Por lo que apuesta el Gobierno de Emmanuel Macron es por poner sobre la mesa todo el abanico de medidas con el que podría responder a un arancel del 30% por parte de EEUU. Y eso pasa por las contramedidas proporcionales, en forma de aranceles, pero también por medidas contra las ‘Big Tech’ o por el despliegue del denominado ‘bazuca’, el instrumento anticoerción contra el chantaje comercial, que contempla medidas como la restricción de importaciones o exportaciones e incluso la prohibición de que las empresas de ese país accedan a licitaciones públicas en el bloque comunitario.
La Comisión Europea aún no da ese paso, aunque sostiene que todas las opciones están sobre la mesa. Y el mensaje que ha enviado este miércoles, antes de la conversación de Sefcovic y su homólogo es que está trabajando en la posibilidad de que todo salte definitivamente por los aires.
Entre tanto, la UE sigue buscando fortalecer sus alianzas con otros socios comerciales. Los presidentes de la Comisión Europea y el Consejo Europeo, Ursula von der Leyen y António Costa, están en Japón, donde han relanzado el partenariado con ese país, que acaba de cerrar un acuerdo con Washington por el que los aranceles se quedan en el 15%. Von der Leyen ha felicitado al primer ministro por ese entendimiento y ha apuntado: “Colaboraremos más estrechamente para contrarrestar la coerción económica y hacer frente a las prácticas comerciales desleales”.