Las 10 mejores canciones que compuso y cantó Ozzy Osbourne (con y sin Black Sabbath)

Las 10 mejores canciones que compuso y cantó Ozzy Osbourne (con y sin Black Sabbath)

Temas que definen la carrera artística de uno de los padres del metal moderno, sin el cuál no se puede explicar el ‘heavy metal’, pero tampoco estilos como el ‘stoner rock’, el ‘nu metal’, el ‘black metal’ o el ‘grunge’

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Se ha dicho en las últimas horas reiteradamente que la influencia de Ozzy Osbourne en lo que se viene a llamar rock duro es enorme, más si cabe por su liderazgo en Black Sabbath, la formación de Birmingham que a principios de los setenta decidió hacer evolucionar el rock progresivo que se hacía en el area de Canterbury, en el pijo sur de Inglaterra, hacia una suerte de blues acelerado y eléctrico, rico en guitarras de acompañamiento subidas de volumen y riffs más contenidos.

Era una suerte de respuesta europea al proto-punk que encabezaron a finales de los sesenta bandas del área de Detroit como MC5 y The Stooges. De ellos tomaron las guitarras al límite para que sonaran como el motor de un coche de carreras a punto de arrancar y también la querencia por los acordes de blues, pero sustituyeron la inmediatez de los estadounidenses por una mayor elaboración tanto en las letras como en las melodías.

Poco sospechaban entonces en 1970, cuando se hicieron populares a una y otra orilla del Atlántico con su segundo álbum, Paranoid, que crearían una de las escuelas más diversas y ricas del rock del siglo XX, el metal, quizás acompañados, en menor medida por otros ilustres rockeros como Led Zeppelin. Sin la banda de Ozzy y el guitarrista Tony Iommi, es imposible entender movimientos como el heavy metal‘, pero tampoco estilos como el stoner rock, el metal industrial, el nu metal‘, el black metal‘ o ni siquiera el grunge.

Y para seguir el rastro de estas influencias, nada mejor que destacar las siguientes 10 canciones, que son las que a juicio de este periodista mejor definen la carrera de Ozzy Osbourne, tanto ligado a Black Sabbath como en solitario.

Paranoid, 1970: Es la canción que les hizo famosos en todo el mundo, con su ritmo acelerado y algo diferente de lo que es el “estilo Black Sabbath”, más reposado. Su ritmo y su riff de entrada hacen a la canción inconfundible y darían la pauta a seguir a los futuros cachorros del metal más cercano al punk. La revista Rolling Stone la sitúa en el puesto 250 de las 500 mejores canciones de rock del siglo XX.

N.I.B, 1970: La canción pertenece al primer álbum de la banda, Black Sabbath, gravado en 1969 pero editado ya en los setenta. Está aquí por su bajo inicial, más cercano al funk en sus primeros acordes que al rock, pero que inmediatamente da lugar a un guitarreo grueso y distorsionado, lleno de grasa de motor, que definiría lo que sería el futuro estilo de la banda. Incluye giros todavía del blues y es una perfecta fusión del rock progresivo del momento con el incipiente movimiento que entonces se llamó “rock duro” y pronto se rebautizaría como metal.

War Pigs, 1970: La madre de todas las canciones de Black Sabbath. Perteneciente al álbum Paranoid, inicialmente War Pigs iba a dar nombre al disco, pero su letra anti-militarista y anti-guerra del Vietnam la relegó a un segundo plano. Está en ella toda la esencia del rock pesado y grasiento que después copiarían bandas como Kyuss, Queens of the Stone Age, Fu Manchu, Nebula o Acid Kings: riffs y acordes hipnóticos que se repiten una y otra vez a medida que la canción se desarrolla. También en ella el baterista Bill Ward define el modo de tocar la batería que primaría después en el género.

Iron Man, 1970: Otro clásico de la banda recogido en Paranoid. Guitarras potentes y la extraña voz de Ozzy recitando sobre los acordes; no liderándolos sino adaptándose a ellos.

Planet Caravan, 1970: De nuevo otro tema de Paranoid, su gran obra maestra. En este caso una pieza diferente, más reposada y con claros aromas de psicodelia que da idea de la capacidad y el registro creativo de la banda en aquellos momentos. Ha sido versionada por gente tan insigne como los tejanos Pantera, donde Phill Anselmo se muestra en un registro musical inusual para él.

Children on the grave, 1971: Black Sabbath estaban en racha tras sus dos primeros discos y en el tercero, Master of Reallity dieron un paso más sacudiéndose la resaca hippy progresiva acelerando los ritmos. Children on the grave, es una excelente muestra de ello con sus acordes de acompañamiento simples y rápidos, que de paso definen las líneas de guitarra que muchas bandas punk británicas adoptarían cinco años después. Pero el grosor del sonido no era el propio del punk, sino del sonido que ya comenzaban a perfilar bandas como Judas Priest, también seminales de lo que sería el metal, o los futuros Iron Maiden.

Sweed Leaf, 1971: Otra canción de Master of Reallity da fe del amor de la banda de Birmingham por las guitarras de altos hornos y la percusión pausada pero contundente. Otra pieza fundacional del metal que a buen seguro comprarían numerosas bandas nórdicas de los noventa como Turbo Negro, pero también otras estadounidenses tan importantes como Soundgarden o Smashing Pumpkins.

Crazy Train, 1980: Blizzard Of Ozz es el álbum debut en solitario de Ozzy, grabado en septiembre de 1980 en Inglaterra después de superar una crisis personal tras su expulsión de Black Sabbath por su adicción al alcohol y las drogas. Es una suerte de resurrección pop sin olvidar la base heavy, propia de la era musical que se acercaba, en la que bandas del estilo de Aerosmith o incluso algo más tarde Guns N’ Roses dominarían el panorama del rock duro más popular.

No more tears, 1991: El álbum homónimo de 1991, cuando Ozzy ya era una leyenda para millones de metaleros, muestra su evolución hacia estilos más contemporáneos, siempre buscando un cierto éxito de público, pero sin olvidar jamás la matriz de sonido que le caracterizó en vida. Gente como Trent Reznor, de Nine Hinch Nails, o Marilin Manson seguro que la han oído muchas veces.

Mr Crowley, 1991: Para terminar, otro tema del disco Blizzard of Ozz que es toda una declaración de principios satánicos y un homenaje al creador del satanismo Aleister Crowley. Destacar la peculiar versión que la banda de death metal Craddle of Filth hace de ella.