
La UE se acerca a un acuerdo con Trump peor de lo esperado mientras aprueba represalias por si salta de nuevo por los aires
Los 27 dan el visto bueno a las contramedidas por valor de 93.000 millones de euros que se activarán de forma automática si el 1 de agosto no hay un acuerdo y EEUU aplica el arancel del 30% con el que ha amenazado. Aceptar un 15% es un escenario plausible, que hace semanas parecía impensable
La UE y Trump avanzan hacia un acuerdo con aranceles del 15%
La digestión de las amenazas comerciales de Donald Trump ha sido lenta para la Unión Europea y la última ha llegado a atragantarse un poco. El bloque comunitario reaccionó a los primeros envites de la guerra comercial con contundencia al asegurar que respondería de manera proporcional para “golpear donde más duele” al inquilino de la Casa Blanca. Pero esa posición de fortaleza, que llevó a los 27 incluso a pensar que Reino Unido se había apresurado al cerrar un acuerdo rápido con el que aceptaba aranceles del 10%, se ha ido desinflando con el paso de las semanas.
Los contactos se cuentan por decenas, tanto a nivel técnico como político. Las conversaciones han llegado al máximo nivel con llamadas de Ursula von der Leyen a Trump, pero también visitas de jefes de Gobierno como Friedrich Merz o Emmanuel Macron. Pero nada. Cuando la UE rezumaba optimismo a principios de mes ante lo que veía como un acuerdo inminente que evitara un recrudecimiento de la guerra comercial con aranceles ‘recíprocos’ del 20%, sumados al 50% del aluminio o el acero, y el 25% a los vehículos, Trump atizó un derechazo a las negociaciones al enviar una carta a Von der Leyen en la que comunicaba la intención de ampliar los aranceles al 30%.
La UE agachó de nuevo la cabeza y vio en la ampliación del plazo hasta el 1 de agosto una oportunidad para negociar al mismo tiempo que leyó la amenaza como una forma de presión. Que al final ha surtido efecto porque la UE se muestra dispuesta a aceptar un arancel del 15%, es decir, por encima de lo que veía prácticamente inasumible cuando lo firmó Reino Unido. “El 10% no puede ser la norma”, señalaban entonces en Bruselas.
A medida que han pasado las semanas, el precio ha subido y ese 15% (que en la práctica es lo que viene aplicándose desde que Trump inició la guerra comercial) coincide con lo que ha rubricado Japón.
Lo que no aclaran en la Comisión Europea es si ‘tragar’ con ese 15% se consideraría un acuerdo o no. “Queremos una solución negociada. Pero, además de la negociación, otras medidas también siguen sobre la mesa mientras no se alcance una solución satisfactoria para todas las partes”, expresó Von der Leyen en una rueda de prensa en Pekín, donde participaba en una cumbre UE-China que estuvo marcada por las desavenencias en materia comercial con el gigante asiático.
El gobierno comunitario, por tanto, está avanzando en la preparación de un escenario en el que no haya acuerdo. De hecho, los 27 han dado el visto bueno este jueves a las contramedidas que afectarán a importaciones de EEUU por un valor de 93.000 millones de euros. Las represalias se activarán de manera automática el 7 de agosto si todo salta de nuevo por los aires y Trump cumple con la amenaza de unos aranceles del 30%, que en Bruselas han calificado de “prohibitivos” para el comercio entre los dos lados del Atlántico. Y funcionarán como un espejo, es decir, si finalmente ese es el gravamen que aplica EEUU, la UE aplicará un 30% al abanico de productos que figuran en su lista: aviones de Boeing, whisky Bourbon, sector automovilístico, maquillaje, y un largo etcétera.
En el caso de que se amplíe el margen de negociación ante un nuevo vaivén de Trump, por ejemplo, la UE puede decidir mantener suspendida la entrada en vigor de esas contramedidas, que es lo que ha sucedido hasta ahora: EEUU aplica un arancel del 10% general a las exportaciones europeas, además del 50% al aluminio y el acero, y un 25% a los automóviles sin que la UE haya introducido un castigo proporcional al comercio procedente de ese país.
Lo que no desvela la Comisión Europea es si pondrá en marcha represalias en el caso de que EEUU finalmente imponga un arancel del 15% como parte de una ‘solución negociada’. “No puedo especular”, ha respondido el portavoz de comercio, Ollof Gil.
Y, entre tanto, la UE aguarda los movimientos que se puedan producir en Washington. “La decisión final está en las manos de Donald Trump”, asumen fuentes diplomáticas.