Juana Rivas entrega a su hijo Daniel al padre, que se lo lleva a Italia

Juana Rivas entrega a su hijo Daniel al padre, que se lo lleva a Italia

Pese a los intentos del equipo jurídico de la granadina y las demandas de su hijo mayor, el niño de 11 años se marchará a Italia porque la custodia en exclusiva la tiene su padre, Francesco Arcuri, que se enfrenta a un juicio por malos tratos en septiembre

El hijo de Juana Rivas será entregado este viernes a su padre entre denuncias cruzadas y sin que la justicia le escuche

No hay vuelta atrás: Daniel se marcha a Italia con su padre. El hijo menor de Juana Rivas ha vuelto con su progenitor, el italiano Francesco Arcuri, después de que la granadina haya cumplido este viernes con la orden judicial que le obligaba a entregar al niño de 11 años de edad. La devolución se ha producido a pesar de los intentos por evitarlo que han protagonizado no solo desde el gabinete jurídico de Juana Rivas, sino incluso su hijo mayor, Gabriel, que vive con ella en Granada desde 2022. El joven, que ya tiene 19 años, ha enviado varias cartas e interpuesto una denuncia contra su padre por acoso contra su hermano.

La entrega del menor se ha producido después de que el pasado martes de aplazase durante una jornada que resultó muy tensa para el niño y las familias. Estaba previsto que Daniel se marchase el pasado 22 de julio, pero el niño se negó tajantemente tanto en la puerta del Punto de Encuentro Familiar (PEF) como ya en el interior. En todo momento alegó sentir miedo hacia su padre y temer por su integridad física. Una circunstancia que provocó que la justicia aplazase la entrega a este viernes para fijarla con nuevos criterios que expusiesen menos al menor.

Cabe recordar que Daniel tuvo que caminar durante varios metros escoltado por una avalancha de medios de comunicación mientras su madre, Juana Rivas, se mostraba abatida, hasta el punto de que tuvo que recibir asistencia médica. En este caso, no se han repetido escenas similares porque el tribunal encargado de ejecutar la orden de devolución del menor ha establecido que las partes se encontrasen en el interior de la Audiencia de Granada para evitar que se produjesen hechos similares a los del pasado martes.

La entrega se ha producido finalmente en la sede judicial de La Caleta, en Granada, bajo estrictas medidas de privacidad impuestas por el Juzgado de Primera Instancia nº 3. En un auto dictado el pasado 23 de julio, la magistrada denunció la “sobreexposición innecesaria y altamente nociva” que sufrió el menor durante el intento fallido de entrega anterior, cuando fue rodeado por medios de comunicación y obligado a enfrentarse a una situación emocionalmente desbordante.

Para evitar que se repitieran escenas similares, el tribunal ordenó que Daniel accediera por el garaje oficial del edificio, acompañado exclusivamente por su madre y su abogado, sin público ni cámaras, y con la asistencia de personal técnico especializado. La resolución insistía en que el cumplimiento de la orden de entrega dictada por la justicia italiana era “inevitable” y que debía ejecutarse sin más sufrimiento, en cumplimiento del Reglamento europeo 1111/2019, que obliga a los Estados miembros a colaborar en la ejecución de resoluciones de otros países de la UE.

Además, la marcha de Daniel se produce en medio de una maraña jurídica y mediática que vuelve a situar el caso Juana Rivas en el centro de la actualidad. Al igual que sucediese hace 8 años cuando Rivas estuvo un mes en paradero desconocido para evitar entregar a sus dos hijos a su padre para que se marchasen también a Italia, la granadina ha intentado por todos los medios que su hijo menor no volviese al país transalpino alegando que corre peligro por los presuntos malos tratos a los que se ha visto sometido. Incluso el Ministerio de Justicia se ha pronunciado recordando que el asunto está judicializado y que corresponde a los tribunales dirimirlo.

Daniel, que cumplió 11 años el pasado mes de enero, llevaba desde la pasada Navidad conviviendo en Granada con su madre y su hermano mayor, merced a una medida cautelar adoptada por la justicia española tras escucharle denunciar episodios de violencia física y psicológica por parte de su padre, Francesco Arcuri. Aquellas palabras, pronunciadas por el niño por primera vez en suelo español, hicieron que se adoptase una cautelar que le mantenía en España, pero que decayó hace tan solo unos días cuando el Juzgado de Instrucción 3 acordó cumplir con el requerimiento de Italia que le obliga a Juana a devolver a su hijo a su progenitor.

Custodia en exclusiva para el padre

Esto sucede porque Francesco Arcuri mantiene la custodia en exclusiva del menor, ratificada el pasado mes de febrero, al entender la justicia italiana que no ha habido hasta la fecha motivos para que Daniel deje de estar al cuidado de su padre. Pese a las numerosas denuncias presentadas por Juana Rivas por presuntos malos tratos, ninguna ha prosperado, salvo la última en la que la Fiscalía de Cagliari sí aprecia indicios de delito. Algo que hace que Arcuri deba sentarse en el banquillo de los acusados por estos hechos el próximo mes de septiembre en Cagliari.

A ese extremo es al que se agarraba el gabinete jurídico de Juana Rivas y el Gobierno central para pedir que Daniel no se marchase a Italia. Entienden que si hay un juicio pendiente por malos tratos contra su padre, hay indicios de peligro para que el menor no esté bajo su custodia, al menos de momento. Sin embargo, la justicia española entiende que carece de competencias para contradecir a la justicia italiana porque se basa en el principio de confianza al tratarse de otro estado miembro de la Unión Europea.

En todo caso, Italia se ha basado en el falso síndrome de alienación parental (SAP), que no reconocen organismos internacionales y que en España está en desuso y previsto para su prohibición en la próxima ley de infancia, para otorgarle la custodia al padre, asegurando que Juana Rivas ha manipulado a sus hijos durante todo este tiempo. Según la justicia de Cagliari, la granadina ha hecho que sus hijos estén en contra de su progenitor y la consideran incapaz de estar al cargo de ellos, mientras que de Francesco sí determinan que está capacitado para hacerse cargo ahora de Daniel.

Además, en las últimas horas la Audiencia de Granada ha decidido abrir una investigación por una nueva presunta sustracción de menores por parte de Juana Rivas, fruto de una denuncia precisamente del gabinete jurídico de Arcuri. El tribunal va a indagar si se ha producido ese hecho al considerar que ha habido posibles presiones por parte de la granadina para que el menor no regrese a Italia, aunque es cierto que le amparaba la medida cautelar adoptada por la justicia española que hacía que Daniel se quedase en España hasta ahora, que vuelve a Cagliari en cumplimiento de la orden judicial que le obliga a ello.

Desde el entorno de Juana Rivas consideran inconcebible que Daniel haya sido entregado “a su padre, condenado por violencia de género en España y acusado por la Fiscalía italiana por maltratamento in famiglia”, causa por la que será juzgado el próximo 18 de septiembre con los dos hijos, Daniel y Gabriel, como testigos principales. “Nos parece increíble que un niño de 11 años llegue al tribunal de la mano de su padre acusado de maltratarlo”, sostienen sus abogados, que anuncian que la lucha judicial se traslada ahora a Italia.

Recuerdan que la custodia concedida a Francesco Arcuri está recurrida ante el Tribunal Supremo italiano, el mismo que ya revocó una decisión anterior del Tribunal de Cagliari, y que solicitarán medidas de protección para el menor. “Con el tiempo, Daniel podrá contar en primera persona todo el sufrimiento que le ha generado esta situación, como ya hizo su hermano cuando alcanzó la mayoría de edad”, afirman los letrados de Rivas.