
La Guardia Civil detecta 166 llamadas al 112 antes del Es-Alert de la dana desde la zona más alta del letal barranco del Poyo
El informe encargado por la jueza sostiene que la «comunicación de la información relevante debía de estar transmitiéndose» hasta «llegar como mínimo» al subdirector general de Emergencias, Jorge Suárez
La Guardia Civil cree que en el “peor momento” de la dana la Confederación del Júcar no controló el caudal del Poyo
El informe de la Guardia Civil sobre la cronología de la dana del pasado 29 de octubre reseña un total de 166 llamadas al teléfono 112 de la Generalitat procedentes, específicamente, de la parte más alta del barranco del Poyo en las horas previas al envío del Es-Alert a las 20.11, cuando ya había fallecidos y cientos de ciudadanos permanecían atrapados por las inundaciones. El informe remitido a la jueza instructora de la causa, al que ha tenido acceso elDiario.es, cuestiona la actuación de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en relación con el control del caudal de la rambla del Poyo mediante los datos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), aunque también advierte de que la Generalitat, que ostentaba el mando único de la emergencia, no solo contaba con esa “única” vía informativa sobre lo que estaba sucediendo en la letal rambla, cuyo desbordamiento causó la mayoría de los fallecimientos.
La Unidad Orgánica de Policía Judicial del Instituto Armado recuerda que entre las funciones asignadas al servicio del 112 de la Generalitat figura la de, ante una “comunicación de urgencia”, recabar la “información necesaria para que los medios que deben subsanarla realicen su trabajo sobre el terreno de la manera más eficaz posible”.
El informe sostiene que “es comprensible” que dado que el servicio, cuya gestión está subcontratada a la empresa Illunion, se encuadra en la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (AVSRE), que la “comunicación de la información relevante” que se recibía el día de la dana “debía de estar transmitiéndose por los distintos niveles jerárquicos de responsabilidad hasta llegar como mínimo” al subdirector general de Emergencias, el alto funcionario Jorge Suárez, al que sitúa como “máximo responsable” del 112.
Así, “toman especial relevancia las llamadas de urgencia recibidas y gestionadas por el 112 con su origen en los ciudadanos de las zonas afectadas, los cuales comunicaban situaciones que estaban viviendo o presenciando”, agrega el informe. Por otro lado, hay que tener en cuenta que se trata de un análisis irremediablemente aproximado, ya que el departamento de Emergencias de la Generalitat reconoció en otro informe recientemente incorporado a la causa que el 112 no atendió casi el 42% de las llamadas.
El análisis de las llamadas del 112 empieza con las poblaciones más alejadas de la desembocadura de la rambla del Poyo, es decir aguas arriba. La cuenca del Poyo, con cierta “complejidad”, está formada por multitud de barrancos que nacen en las sierras de Chiva, Perenxisa, Turís y Godelleta. Los diferentes cauces van confluyendo hasta que, en Torrent, se forma el barranco del Poyo, que desemboca en l’Albufera.
La población más alejada de la desembocadura, por tanto, es Chiva, localidad de la comarca de la Hoya de Buñol cuyo casco urbano se divide por el denominado barranco del Gayo, que posteriormente adopta el nombre de rambla de Chiva. Se trata de una de poblaciones, junto con Turís, que más precipitaciones registró el 29 de octubre.
Las 166 llamadas que recibió el 112 desde Chiva se tipificaron por rescates (66); agua, achique y filtraciones (35); vehículos bloqueados (25); personas incomunicadas (20); vías peligrosas o intransitables (nueve); agua en inmuebles (seis); precipitación intensa o acumulación (tres), y desbordamiento del cauce (una).
La primera llamada desde Chiva a las 10.19: “Barranco desbordado”
El informe recuerda que, “desde primera hora de la mañana”, se produjeron incidentes y desbordamientos en Chiva. A las 10.19, hubo una primera llamada solicitando un rescate, que ya alertaba sobre el “barranco desbordado” (probablemente por el estrechamiento del cauce en la parte alta de la localidad).
Sin embargo, la Guardia Civil sitúa el “arco horario crítico” en Chiva entre las 16.40 y las 19.00, con un total de 110 llamadas al teléfono de emergencias. “En dichas llamadas se ponen en conocimiento las importantes precipitaciones que se estaban registrando en la localidad y que estaban conllevando entradas de agua en domicilios, arrastre de vehículos y la consiguiente imposibilidad de circular entre otras situaciones”, explica el informe.
En las dos primeras llamadas, “ya se advierte que el barranco que transcurre por la localidad estaba recibiendo un volumen importante de agua como consecuencia de las abundantes precipitaciones que se estaban registrando”. Sin embargo, es a las 18.26, cuando se alerta de una casa inundada por el barranco, “entendiendo esta situación como clara de desbordamiento”. Las siguientes también confirmarían la “situación del desbordamiento”.
Siguiendo el curso de la rambla de Chiva, el informe reseña la llamada de las 17.52 desde la siguiente localidad (Cheste, que sufrió aportaciones de caudal de otros dos barrancos), en la que se advertía al 122 del desbordamiento del cauce. A partir de las 18.56, se registraron varias peticiones de rescate; la primera de cinco niños que estaban precisamente en el barranco.
Pasada la localidad de Cheste, la rambla adopta el nombre de barranco del Poyo, al cual se le irán uniendo sucesivos cauces hasta su desembocadura en l’Albufera. En Godelleta, afectada por los barrancos del Murtal y del Moro (que confluyen más adelante con el Poyo) y cuyo inicio del cauce se produce en la zona de Turís, donde se registraron los mayores volúmenes de precipitación, hubo una llamada a las 16.21 que alertaba del desbordamiento.
Por otro lado, en Loriguilla, una llamada al 112 alertó a las 18.13 del “riesgo inminente de desborde” del cauce del barranco de Pozalet, que discurre en paralelo al del Poyo y que se denomina de la Saleta al llegar a las localidades de Aldaia y Alaquàs.
El punto clave de Riba-roja
Por su parte, Riba-roja presenta una “peculiaridad” respecto a las localidades anteriores: dada su extensión, se ve afectada por dos cuencas hidrográficas distintas: la del Turia en su zona norte y la del barranco del Poyo en el sur, ambas independientes una de otra. Precisamente en la zona sur, se encuentra el punto de medición del caudal del SAIH de la CHJ.
La singularidad de la localidad complica el análisis de las llamadas del 112 para discernir de cuál de las dos cuencas provenían los avisos. En todo caso, antes del Es-Alert, hubo avisos sobre desbordamientos a las 12.02, 17.30, 18.07, 18.31 y 20.01. La Guardia Civil sitúa la hora del desbordamiento del Poyo en Riba-roja, a tenor de los datos del SAIH, a las 18.31 (con un volumen de 1756,953 metros cúbicos por segundo). Aunque también especifica que se trata de los “primeros momentos” del desbordamiento y que los “mayores daños” se produjeron en las horas siguientes.
En Riba-roja, según admitió el Consorcio Provincial de Bomberos en un informe publicado por este diario, una unidad de forestales fue movilizada a las 13.05 para medir el caudal, dado que si en ese punto de inspección se alcanza un nivel crítico puede haber afectación directa aguas abajo (en Torrent, Picanya y Paiporta). Sin embargo, el vehículo ligero y la autobomba de la Unidad de Bomberos Forestales de Buñol que había sido movilizada recibió la orden de retirarse a la base sobre las 14.43, tras haber disminuido el nivel del agua.
En Torrent, población en la que la rambla del Poyo se denomina barranco dels Cavalls y que se une en un solo cauce con el de Horteta (ya dentro de la localidad), hubo una llamada al 112 a las 18.31, que avisaba de que había “mucha gente en peligro inminente”. También se recibió otra, cinco minutos después, con la tipificación “desbordamiento cauce” y una petición de rescate a las 18.39 (“corriente se les lleva”, anota el 112). A las 18.46, una cuarta llamada indicaba: “Barranco se ha desbordado, agua entra en la casa”.
En Picanya, siguiendo el curso del barranco del Poyo inmediatamente posterior a Torrent, el desbordamiento afectó “directamente” al casco urbano, recuerda la Guardia Civil. Entre las 19.07 y las 20.04, hubo un total de ocho llamadas relativas a rescates y al desbordamiento del barranco, cuyo inicio sitúa el Instituto Armado sobre las 19.12. Sin embargo, el informe también recuerda que la tremenda rotura de la pasarela María Cambrils en la localidad (cuyo video circuló ampliamente en redes sociales) se produjo en torno a las 18.17, hora en la que el caudal estaba “próximo a su límite”.
“A pesar de lo extraordinario de la rotura del puente indicado, así como de tres más en la localidad de Picaña, no se registró ninguna comunicación al 112 alertando de estas circunstancias”, agrega el informe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial.
La “imagen clara de la situación” en Paiporta
En Paiporta, una de las localidades que sufrió las “mayores consecuencias de la catástrofe tanto en pérdida de vidas humanas como en daños materiales” por el desbordamiento del barranco del Poyo, hubo un total de 130 peticiones de rescate, “lo cual da una imagen clara de la situación vivida”, según afirma la Guardia Civil.
A las 18.32, hubo una llamada al 112 que advertía de que se estaba desbordando el barranco. Unos 20 minutos después, el desbordamiento del Poyo “comenzaría a tener las nefastas consecuencias con el aumento del agua desbordada”. Entre las 18.53 y las 19.29, el 112 registró siete peticiones de rescate.
En Catarroja, la primera de las llamadas sobre el desbordamiento fue a las 18.56. “Con el paso de los minutos, las situaciones que iban siendo comunicadas aumentaban la gravedad en directa relación con el aumento de la crecida del barranco desbordado”, indica el informe.
En Massanassa, con un término municipal separado de Catarroja de manera natural por el barranco del Poyo, la situación fue “similar”. Las llamadas al 112 empezaron a las 18.41. “A partir de esos momentos queda patente en el resto de llamadas el riesgo vital en gran parte de las personas que llamaban al 112 solicitando rescates, así como el alto número de personas que se encontraban en esa situación”, concluye el informe.