
Así van todas las puertas giratorias que atravesó el exministro Soria después de denunciar las trapisondas de Montoro
Además del mundo del automóvil, el que fuera ministro de Industria, Turismo y Energía con Rajoy se dedica a las energías renovables, los servicios financieros, las residencias de mayores o las producciones de televisión, entre otras actividades mucho más atractivas que su puesto primigenio de técnico comercial del Estado
José Manuel Soria ha sido uno de los primeros altos cargos del Partido Popular en aflorar entre los que se han considerado damnificados por las artimañas presuntamente delictivas del exministro Cristóbal Montoro durante el tiempo que ocupó la cartera de Hacienda en los gobiernos de José María Aznar y Mariano Rajoy. Soria ha denunciado públicamente que Montoro, actualmente investigado por un amplio ramillete de delitos relacionados con la corrupción por un juzgado de Tarragona, maquinó contra sus políticas en el Ministerio de Industria, Energía y Turismo durante el tiempo en el que el canario lo ocupó (2011-2016). Concretamente, contra su pintoresca decisión de imponer el famoso impuesto al sol, que a la postre supuso un drástico frenazo a la penetración de las renovables en España y a demandas con indemnizaciones millonarias que todavía se dilucidan en tribunales internacionales.
Soria ha dicho que Montoro, ahora parece que presuntamente animado por suculentas mordidas a través del despacho Equipo Económico, le chafó en gran medida aquella estrategia con la que teóricamente el canario pretendía acabar con el llamado déficit tarifario del sistema eléctrico español.
El exministro de Industria, Energía y Turismo asegura que se quejó a Mariano Rajoy, pero no consta en ningún sitio que aquel presidente del Gobierno le hiciera caso. O que moviera algún resorte para, en primer lugar, conocer qué llevaba a Montoro a proceder de aquel modo, y luego, actuar en consecuencia acabando con aquellas prácticas que hoy sabemos corruptas sin que tengamos noticia de hasta dónde averiguó y supo el conocido popularmente como M.Rajoy.
Qué hacía Soria mientras Montoro cabildeaba*
Efectivamente, José Manuel Soria propinó un duro golpe a la penetración de renovables en España arguyendo que había que acabar con el déficit tarifario pero, de paso, haciendo un enorme favor a las grandes energéticas fósiles, como Repsol, a la que llevó de la mano hasta las costas de Lanzarote para que, en contra del Gobierno de Canarias y de la ciudadanía de las islas, hiciera prospecciones petrolíferas. Nadie se explicaba aquel empeño de Soria, canario y también ministro de Turismo, por dañar la imagen de Canarias con unas prospecciones en una región cuyo 35% del PIB depende directamente del sector turístico y de su imagen de paraíso natural.
Lo intentó explicar cómo pudo el presidente de Repsol, Antonio Brufau, que se vio obligado a acudir a Canarias a dar una rueda de prensa por el desgaste de imagen que las prospecciones frente a las costas conejeras le estaba provocando a la compañía: “Nos lo pidió el operador”, dijo a los periodistas sin el más mínimo recato. El operador era José Manuel Soria, el ministro del ramo.
En el último tramo de su carrera como ministro, José Manuel Soria se enfrentó a otro problema de calado que acabaría marcando su gestión: el dieselgate, es decir, el descubrimiento de once millones de coches con motor diésel de la marca Volkswagen que habían sido trucados para que pareciera que emitían menos contaminación de la que realmente mandaban a la atmósfera, es decir, de la permitida legalmente. Soria se tuvo que emplear a fondo porque la marca alemana amenazó con frenar sus inversiones en nuevas plantas en España si su ministerio mantenía las sanciones que estaba obligado a imponer. Esas sanciones consistían en no permitir la importación de los coches trucados que el fabricante aún tenía pendiente de exportar desde sus fábricas.
España terminó por aceptar la mitad del cupo que exigía Volkswagen.
Menos de tres años después, en el verano de 2018, José Manuel Soria se integraba formalmente en el consejo de administración de Domingo Alonso Group, una compañía canaria que es importadora de vehículos Volkswagen para Canarias, África Occidental, y una parte de América Latina y el Caribe.
Pero antes de eso, Soria daba brincos alrededor de otras puertas giratorias.
Ya apuntaba maneras desde que era alcalde de Las Palmas de Gran Canaria (1995-2003). Un día se presentó a bordo del coche oficial de la alcaldía, un BMW de su propiedad que incorporó al parque móvil municipal en lo que tramitaba la compra de un enorme Audi, con su chofer y escolta, a un consejo de administración de la Federación Provincial de Asociaciones de Exportadores de Productos Hortofrutícolas de Las Palmas, la Fedex, como cabeza visible de una compañía dedicada a ese negocio, la consignataria familiar Oceanic. La misma de la que aún hoy dice su currículum que fue consejero delegado desde 1987 hasta 1995. Un poquito más, según los papeles de Panamá, como mínimo hasta 2016.
Pues sí, esa dedicación temprana y soterrada a los negocios familiares fue la que le condujo al final accidentado de su carrera política por su aparición al frente de empresas radicadas en paraísos fiscales como Bahamas y Jersey. Tuvo que dimitir en abril de 2016.
Pero, a la vista de lo que denunció de Montoro y de lo que, a continuación le pasó a él con los papeles de Panamá y toda la batería de mentiras que emitió para escabullirse, ¿aprendió Soria que no es saludable mezclar la política con los negocios?
No.
Una empresa de influencias con recursos públicos
No había pasado un año de su forzada dimisión como ministro, y una vez fracasado el intento de Rajoy de darle un premio a su acrisolada honradez en el Banco Mundial, José Manuel Soria decidió que lo mejor era aprovechar su agenda de contactos y montar una empresa de influencia. Así que en 2017 constituyó Sorben Partners en Las Palmas de Gran Canaria, la ciudad donde reside. Sorben es el anagrama resultante de tomar la primera sílaba de su primer apellido y el de su esposa, María del Carmen Benítez, procuradora de los tribunales, que jamás se ha dedicado a la política.
Con esa marca empezó pronto a asesorar a empresas directamente relacionadas con las competencias que desempeñó como ministro de Industria, Energía y Turismo del Gobierno de España. Y no dudó incluso en seguir utilizando su dirección corporativa oficial de correo electrónico en el ministerio para dirigirse, por ejemplo, al consejero económico y comercial de España en Oriente Medio, Erik Rovira, para recabar su apoyo para la implantación en la zona del grupo Hotusa, un consorcio hotelero al que Soria comenzó a asesorar y representar formalmente en febrero de 2017, menos de un año después de abandonar su cargo ministerial.
Tampoco tuvo el menor problema para aceptar el ofrecimiento de Óliver Alonso, el heredero del imperio Domingo Alonso, importador de Volkswagen, Audi y otras marcas, de sentarse en su consejo de administración. Alonso fue la única persona que, en los momentos de más duras críticas a José Manuel Soria salió públicamente a defenderle con los todos los argumentos que esquivaban la palabra corrupción.
El entusiasmo con el que el exministro canario aceptó pasar a formar parte de la familia Volkswagen, a la que gestionó desde su ministerio solo dos años antes el diéselgate, le llevó no solo a participar como un directivo más en sus talleres de perfeccionamiento (coaching empresarial) para sobreponerse a los fallos que cualquier organización puede cometer.
No pasó desapercibida para nadie su presencia del lado empresarial a la expedición que en noviembre de 2018 acompañó a Pedro Sánchez a Cuba promovida por su Cámara de Comercio. Su cometido era colocar al país caribeño automóviles excedentes de Volkswagen con emisiones contaminantes no permitidas en Europa. Domingo Alonso es representante de esa marca alemana, entre otras, para Canarias, África Occidental y una parte de Latinoamérica, incluida Cuba. Tiene oficinas en Miami.
Su catálogo de servicios hace tiempo que se ha ampliado. Además de la importación de turismos, Soria es presidente para España de una empresa británica de energías renovables, Island Green Power Spain, con domicilio social en Calviá, Baleares, a cuyos propietarios pareció importarles poco que su hombre en España fuera el artífice del frenazo a las renovables con el que se dio en llamar el impuesto al sol, aquel al que se opuso Montoro jaleado presuntamente por los clientes del despacho de Equipo Económico.
También es asesor principal (senior advisor) de Alantra Corporate Finance, una firma dedicada a “servicios financieros de banca de inversión y gestión de activos alternativos a empresas de mediana capitalización, familias e inversores”. Está especializada en asesoramiento en fusiones y adquisiciones, mercados de capital, deuda y reestructuraciones.
Residencias para mayores y productoras de televisión
En la actualidad, José Manuel Soria desarrolla una frenética actividad, sobre todo después de que se convirtiera en socio local de la multinacional Grant Thornton, que se define como “una firma global de servicios profesionales de auditoría, consultoría, asesoramiento y outsourcing a empresas privadas, entidades de interés público y organizaciones del sector público”. Junto al veterano abogado Salvador Cuyás, Soria ha expandido su negocio a muchos más sectores, como por ejemplo, el de las residencias para personas mayores.
A esa actividad de su catálogo se debió la reunión que consiguió sostener en el despacho del presidente de Canarias, Fernando Clavijo, de Coalición Canaria, en septiembre de 2024, para presentar a una de las empresas para las que cabildea; DomusVi. Dos consejeras del Gobierno acudieron a la llamada de Clavijo para recibir a José Manuel Soria y a un representante de la filial española de esa multinacional francesa.
El Gobierno de Canarias, como es habitual cada vez que este periódico pregunta por algo, contestó que “no hay nada que comentar”, pero la empresa, a requerimiento de este periódico, reconoció la existencia de esa reunión y la inscribió en “el calendario de encuentros institucionales entre DomusVi y representantes de diversas comunidades autónomas. Una actividad que la compañía desenvuelve con normalidad con multitud de instituciones cada día, con el fin de mantener un diálogo fluido con éstas”.
La última gestión de nivel conocida en la que ha intervenido Soria ha sido la introducción en Canarias de la productora nacional La Cometa, vinculada a Sigma Dos. Conocedor de que la televisión pública de Canarias se dirige desde el mismísimo despacho de Clavijo, el exministro cabildeó para que esa productora, que trabaja entre otras cadenas para Telemadrid, produzca ahora el magazine de la tarde en la cadena autonómica pública después del patinazo que protagonizó Clavijo en 2023 apartando a la productora que históricamente se ocupaba de esa franja para poner a un productor amigo que llevó a la cadena a mínimos históricos de audiencia.
Cabildear (RAE): Hacer gestiones con actividad y maña para ganar voluntades en un cuerpo colegiado o corporación. [Lo que viene siendo un lobby, pero en castellano].