
El Vaticano elige nuncio en España a un colaborador del polémico secretario de Estado de Juan Pablo II
Piero Pioppo, cuyo nombramiento depende del plácet del Gobierno aun por llegar, es el actual representante papal en Indonesia y acompañó Angelo Sodano quien estuvo implicado en casos de abusos y en la defensa de Marcial Maciel
El nuncio que defiende la “transparencia” de la Iglesia en los casos de abusos se niega a entregar el expediente a una víctima
El probable próximo nuncio (representante papal) en España es Piero Pioppo, quien fue secretario personal del secretario de Estado vaticano con Juan Pablo II, amigo de Pinochet y protector, entre otros, de los pederastas Maciel o Karadima, Angelo Sodano. Su nombramiento está pendiente del visto bueno del Ejecutivo porque, sin el plácet, el puesto no se confirma.
La designación oficial de Pioppo, actual representante papal en Indonesia, no se dará hasta que el Gobierno español dé el nihil obstat. Un aval que se está retrasando desde hace semanas. Fuentes eclesiales consultadas por elDiario.es apuntan a que dicho retraso es una “forma de protesta” del Ejecutivo socialista. Fuentes gubernamentales no hacen referencia a este extremo, aunque sí recuerdan las últimas polémicas a cuenta del reclamo de elecciones por parte del presidente y secretario de la Conferencia Episcopal.
Lo cierto es que, antes de llegar, la figura de Pioppo resulta controvertida. El futuro inquilino del palacio de la avenida Pío XII, 46 de Madrid es un italiano de 64 años, formado en la Academia Pontificia Eclesiástica, la ‘escuela de nuncios’ en el Vaticano, y con poca experiencia pastoral. En 1993 ingresó en el Servicio Diplomático de la Santa Sede, donde ejerció como secretario de Sodano antes de fajarse como funcionario en las Nunciaturas de Corea del Sur y Chile, donde también ejerció el secretario de Estado como nuncio en los años duros de la dictadura de Pinochet.
Tras ello, Benedicto XVI le puso al frente del polémico Instituto de Obras de la Religión, el famoso IOR, en lo que se consideró una ‘herencia’ de Sodano por su fidelidad. No duró mucho Pioppo en el Banco, y en 2012 fue nombrado nuncio de Camerún y Guinea Ecuatorial, donde permaneció siete años, hasta recalar en Indonesia. Allí lo conoció el papa Francisco, quien quedó impresionado por la capacidad de organización del prelado.
El último gran viaje de Bergoglio, hace ahora justo un año, le llevó hasta el extremo oriental del mundo, en una gira maratoniana, donde Pioppo le mostró el trabajo de la minoría católica en el país con más musulmanes del mundo. Y Francisco apuntó su nombre, que estuvo en las quinielas, junto a otros (el maltés Spiteri, actual nuncio en México, o el italiano D’Aniello, representante papal en Moscú, fundamentalmente) para la que es considerada una de las sedes diplomáticas más relevantes del Vaticano en el mundo, la española. De hecho, aunque el nombramiento es de León XIV, parte del trabajo de elección se llevó a cabo en los últimos meses de pontificado de Francisco.
Piero Pioppo habla cuatro idiomas: italiano, inglés, francés y español, y su edad permite pensar que el de nuestro país, tradicionalmente destino final de los diplomáticos, podría ser un encargo para todo un pontificado.
Entre los retos, seguir trabajando en la renovación del episcopado español, culminar la fusión de seminarios, trabajar en posibles modificaciones en los límites territoriales de las diócesis (un proyecto que lleva guardado en un cajón desde hace más de 20 años) y, especialmente, ofrecer una mirada a largo plazo en las relaciones Iglesia-Estado en un país cada vez más polarizado. Algo que su antecesor, el filipino Bernardito Auza, no supo hacer.
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