
El Govern de Illa no prevé empezar a gestionar parte del IRPF hasta 2028, dos años más tarde del pacto con ERC
Catalunya espera que la hacienda catalana esté en condiciones de «asumir completamente la asistencia en la campaña de la renta» en 2027, para lo que necesitará contratar a más personal
El Gobierno y Catalunya pactan un nuevo modelo de financiación generalizable a otras autonomías sin concretar el calendario
El Govern de Salvador Illa no prevé empezar a gestionar parte del IRPF hasta 2028. Así consta en el plan director de l’Agència Tributària de Catalunya (ATC), dado a conocer este jueves por la consejería de Economía y Finanzas de la Generalitat. El acuerdo de investidura firmado entre el PSC y Esquerra Republicana señalaba en 2026.
El conseller de la Presidència, Albert Dalmau, se comprometío hace dos semanas y media, durante la presentación del acuerdo sobre financiación autonómica para Catalunya tras la comisión bilateral Estado-Generalitat, a que el Govern presentaría el plan director de la ATC antes de que finalizara el mes de julio, la hoja de ruta para “reforzar y dimensionar” la agencia catalana.
El plan, desarrollado por la consultora Minsait, perteneciente al conglomerado Indra, contempla varias fases. En la primera, la hacienda catalana participará en la información y asistencia de la próxima campanya de la renta, correspondiente a 2025 y que se liquida en 2026. Para ello, prevé incorporar a más de 400 agentes de refuerzo (en la anterior contrató a 102 personas). Para asumir toda la asistencia, ya en 2027, contratará de forma temporal a más de 700 agentes. También necesitará oficinas nuevas y también serán temporales.
En esta fase, Economía contempla que en la próxima declaración de renta la identidad corporativa de la ATC esté ya presenté en la documentación y que este trámite pueda llevarse a cabo a través del sistema digital de identificación y firma de documentos idCat Mòbil.
Pero no será hasta 2028, y a través del trabajo en red, que la ATC “colaborará en la aplicación de tributos y en la revisión de los actos, y tendrá presencia de identidad visual en las comunicaciones y actos administrativos dirigidos a los contribuyentes. En este tercer estadio de la fase inicial, ”más complejo organizativamente y funcional“, señala el Govern, la ATC tendrá que contratar a más personal, con carácter estructural, y tendrá que abrir más oficinas, con el objetivo de atender con plenas garantías los contribuyentes.
En una entrevista con la agencia Efe, la consellera d’Economía y Finanzas, Alícia Romero, defiende que la Agència Tributària de Catalunya tiene que avanzar “despacio” en la gestión del IRPF, pero hacerlo de manera “sólida” y “segura”, para evitar “fugas de fraude fiscal” durante el periodo de transición. Romero ha recordado que el IRPF supone un gran reto para la ATC porque se trata de un impuesto masivo y esta agencia apenas tiene unos 850 trabajadores, ante los 4.400 que tiene la Agencia Estatal en la comunidad.
Con todo, se necesita que se aprueben los cambios legales pertinentes en el Congreso para poder gestionar completamente este impuesto. A saber, la Ley Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de financiación de las comunidades autónomas (LOFCA); la Ley 22/2009, de 18 de diciembre, que regula el sistema de financiación de las comunidades autónomas de régimen común; y la Ley 16/2010, de 16 de julio, del régimen de cesión de tributos del Estado a Catalunya, que tienen que atribuir la competencia sobre el IRPF a la Generalitat. El calendario y el resultado de las tramitaciones parlamentarias son una incógnita.
Romero subraya que en 2026 la Generalitat ya “irá ganando elementos de gestión del IRPF”, pero que “hay que ir avanzando muy despacio” y hacerlo “con mucho de rigor”, porque la Generalitat no tiene experiencia en la gestión tributaria de impuestos estatales. “No es una cosa sencilla decir cuando la Generalitat podrá gestionar al 100% el IRPF”, ha asegurado la consejera, que no se pone un calendario al respeto. “Todos somos conscientes, también ERC, de las dificultades”, asegura.
La ATC gestiona unos 5.000 millones de euros en impuestos y recaudar el IRPF supone gestionar unos 30.000 millones, a la vez que la agencia estatal dispone de unos 1.500 informáticos, por ninguno de la ATC, recuerda Romero. Más allá del personal, los elementos tecnológicos son la piedra de toque de una transición con éxito.
Precisamente, para preparar el crecimiento de la hacienda catalana, el ejecutivo catalán aprobó el pasado 22 de julio nombrar Santiago Ramon, hasta ahora directivo de IBM, como comisionado para el despliegue de la Hacienda catalana. Asimismo, el Govern ha acordado esta semana con ERC que el próximo 26 de agosto, en la reunión del primer Consell Executiu tras la vuelta de las vacaciones de verano, se aprobará un decreto para reforzar la ATC con la creación de dos nuevos cuerpos: uno de agentes tributarios y otro de informáticos.