
Un conseller de Vox en Mallorca ve igual de «inmoral» gastar dinero público en el catalán como en «putas y cocaína»
Toni Gili fue socio de una empresa investigada por explotación laboral que recibió subvenciones para rotular en catalán
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“Es tan inmoral que el Partido Socialista se gaste dinero público en putas y cocaína como que el Partido Popular traiga estas subvenciones [al catalán] a estos apesebrados que lo único que quieren hacer es destruir España”. Así se ha expresado Toni Gili, portavoz de Vox en el Consell de Mallorca, para criticar una propuesta del Ejecutivo insular donde gobierna el PP en minoría.
El pleno del Consell de Mallorca del mes de julio ha debatido este jueves una propuesta del PP, que gobierna en minoría, para subvencionar a entidades que promueven el catalán —la lengua propia de las Illes Balears— con un total de 323.500 euros. Todos los grupos de la institución insular (PSOE-PSIB, Més per Mallorca, El PI) han votado a favor, excepto Vox, que a través de su portavoz ha enarbolado un discurso misógino y catalanofóbico. “Son líneas de ayuda unidireccionales a esos parásitos que lo único que quieren hacer es implantar su catalán estándar en Mallorca, degradando el mallorquín que nos representa como identidad y cultura”.
En realidad, se trata de un discurso erático, pues las lenguas oficiales del archipiélago balear son el catalán y el castellano. De hecho, el Estatut de las Illes Balears —el marco normativo que constituye el autogobierno balear—, en su artículo 35, afirma que la Comunitat Autònoma tiene “competencia exclusiva para la enseñanza de la lengua catalana, propia de las Illes Balears, de acuerdo con la tradición literaria autóctona”. “Las modalidades insulares del catalán, de Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera serán objeto de estudio y protección, sin perjuicio de la unidad de la lengua”, lo cual indica que las variedades insulares forman parte de una única lengua, la catalana.
Gili proseguía con su discurso anticatalán afirmando que el partido de extrema derecha al cual representa no podía votar a favor, ni tampoco abstenerse, pues se trata de una “ignonimia”. Así, ha afirmado que se trataba de un “paquete de rebajas ‘para los de siempre’, para los ‘apesebrados’ que quieren la destrucción de España”. “Con dinero público lo único que pretenden es afianzar esa ilusionada o anhelada no existente ‘Països Catalans”, ha continuado.
La oposición, sin embargo, no ha dedicado excesivo tiempo a los exabruptos del portavoz de Vox. En su lugar, Joan Ferrer, conseller del PSIB-PSOE, ha lamentado lo que ha considerado “falta de cintura” por parte del Gobierno insular del PP en minoría. Ferrer se ha referido al hecho de que, para aprobar este paquete de ayudas públicas. los populares han necesitado los votos de los partidos progresistas, ya que su socio, Vox, ha votado en contra. Así, el conseller socialista ha criticado a los conservadores porque, a su juicio, “no trabajan con la oposición” para aprobar las medidas en las que necesitan sus votos, debido a la pugna de Vox por implantar marcos en la agenda pública que ni tan siquiera cuentan con el respaldo del PP.
“Vemos nuevamente la debilidad de un Gobierno que pretende aplicar ‘el rodillo’ pero no tiene en cuenta que sin los partidos de la oposición no le salen los números”, ha apuntado Ferrer. “Si anteriormente se había acusado al Gobierno de arrogancia y falta de diálogo, ahora se suma esta nueva acusación: la práctica de un cierto ‘matonismo’ institucional por parte del área de cultura, que se ha dedicado a construir dudas a las entidades beneficiarias sobre la posibilidad que hoy [este jueves] puedan tirar adelante esas subvenciones”, ha insistido.
La vicepresidenta primera y consellera insular de Cultura y Patrimonio, Antònia Roca (PP), ha defendido el trabajo que hacen las entidades y asociaciones a las que van a destinar las subvenciones pública. “Hacen trabajo para nuestra cultura, para nuestra lengua, y si tenemos que preservar el futuro, su difusión y divulgación es necesaria”, ha afirmado. Además, se ha defendido de las críticas del PSOE asegurando que había dialogado con los partidos de ámbito insular (El PI y Més per Mallorca) “para pedirles su apoyo”. “Señor Ferrer, lo que hago es hablar con quien se puede hablar”. “Se habla con quien quiere aportar y sumar en positivo”, ha añadido.
Salpicado por presunta explotación laboral
Además de ser el portavoz de Vox en el Consell de Mallorca, Toni Gili es el secretario general de los ultraderechistas en Balears. Gili ha estado vinculado a la empresa Terracor junto a otros cuatro socios, una compañía que ha sido investigada debido a que sus trabajadores, la mayoría migrantes, denunciaban jornadas de 17 horas y condiciones de hacinamiento, como desveló elDiario.es. Terracor es un conglomerado mallorquín que está formado por seis empresas dedicadas al cultivo y venta de frutas y verduras. Sin embargo, Gili aseguró que se había desvinculado de la empresa un mes antes de que se publicara la investigación. Pese a todo, se presentó en la inspección de trabajo que se produjo en las instalaciones de la empresa.
Según la versión y documentación aportada por los trabajadores a este diario, los temporeros de Terracor cobraban un salario que rondaba los 6 euros la hora y en sus jornadas lo “normal” es que trabajen doce horas. En el cuadrante del mes de mayo de 2024 figuraban jornadas de 13, 14 e incluso 17 horas. En las nóminas consultadas por este diario no aparecían horas extra remuneradas.
La empresa, en cambio, defendió en un comunicado que el grupo siempre había puesto su empeño “en cumplir con la normativa vigente” y que contaba con “el aval” de Unió de Pagesos. Asimismo, aseguraban que la empresa se había “sometido y superado” verificaciones de los alojamientos de temporeros por parte de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganadores (COAC).
La compañía recibió subvenciones para rotular en catalán cuando Toni Gili era socio de ella, como informa el propio grupo en la web. Concretamente, una ayuda directa del Departamento de Cultura y Patrimonio del Consell de Mallorca para aumentar la presencia del catalán en el paisaje lingüístico de las empresas y garantizar los derechos lingüísticos de los consumidores. “Seguiremos trabajando por integrar la lengua catalana en todos los aspectos de nuestra empresa, contribuyendo así al enriquecimiento de nuestra cultura y al desarrollo sostenible de nuestra región”, concluye un comunicado de Terracor en su web.