
Edgar, el toledano que ha diseñado la primera montaña rusa de realidad mixta del mundo
Nació en Madrid y se crió en el toledano barrio de Santa María de Benquerencia. Tras numerosos premios y distinciones por su innovación y tras colaborar con los más grandes del mundo en digitalización, ahora ha conseguido crear una atracción que combina elementos del mundo real y digital
La periodista valenciana que ha vuelto a sus raíces en Guadalajara para recuperar la memoria de ‘El Diablo’
Vive en un pueblo de Toledo, es su rincón, su ‘casa estudio’, como lo llama él, donde entre otras cosas practica astrofotografía, porque le permite mirar al espacio. Quizá porque sueña con ser un viajero en el espacio, Edgar Martín Blas llamó a su empresa Spatial Voyagers. Su mente no deja de viajar. Y él tampoco. “Así es vivir en la innovación constante”, reconoce.
Desde la piscina de su jardín y bajo las palmeras que adornan su vivienda, comenta: “Nos metemos en cosas muy locas”. No es para menos. En el largo historial de su joven vida tiene hitos como haber diseñado un metaverso para Mark Zuckerberg y fue director creativo del primer gran experimento de red social en España que fue Tuenti. Además, en 2020, fue incluido en el top 20 del ranking 100 Economic Leaders For The Future por el Instituto Choiseu.
Y ahora ha diseñado, con su equipo, su ‘core’, la primera atracción de realidad mixta del mundo: ‘El Diablo Neo’, que se puede visitar en el parque de atracciones de Port Aventura, en Salou. Pero que no espere el visitante encontrar una atracción más. La realidad mixta permite crear una capa de realidad alternativa sobre la mítica atracción ‘El tren de la mina’. “Esto es”, -explica Edgar- “quieres subir normalmente, pues te montas, quieres una experiencia diferente pagas un extra y la montaña rusa se convierte en algo distinto, con una narrativa completamente alternativa, ambientada en la mitología mexicana”.
Funciona de tal manera que la gafa tiene “una capacidad que se llama computación espacial, que lo que hace es entender todo lo que nos rodea… muros, paredes, personas”. El artefacto ‘entiende’ lo que el ojo humano ve, y, por eso, “es capaz de integrar un mundo virtual entre la realidad y tu ojo que casa a escala uno/uno con el mundo real”, detalla el creador.
Una de las partes de la atracción con realidad virtual
Esta es una tecnología que ya habían trabajado en el ámbito del marketing, “pero nos faltaba trabajar un ámbito en el que llegara de manera masiva a la gente”. Y la oportunidad llegó sola, cuando hace unos dos años aparecieron meta quest 3. “Es la primera gafa que ya tenía una calidad muy buena, pero sabiendo que estás siempre en un entorno creado por ordenador, mezclado con el real”, detalla Edgar. Tras aparecer las appel visión pro, “que mejoraron un poco más la calidad y ahora estamos esperando la llegada de las meta orion” se daba el contexto para desarrollar una atracción con realidad mixta.
Edgar recibió una llamada de Jordi Centelles y Andreu Tobella, del laboratorio de innovación de Port Aventura. “Les mostramos nuestras pruebas y les gustó: nos trataron como parte del equipo”, afirma el emprendedor.
Un experimento previo
‘El tren de la mina’ no es la primera atracción de realidad mixta del mundo; fue el mismo Edgar quien diseñó otra atracción de realidad mixta, pero sin movimientos, y sin cinética. Lo hizo dentro de un edificio de 220 metros cuadrados, ‘Hysteria in Boothill’, en un entorno controlado también dentro del parque catalán y que sirvió de banco de pruebas para la montaña rusa.
Para aumentar la sensación de realidad esta primera atracción incorpora nuevos tipos de sustos y efectos físicos mejorados como vibraciones, aire caliente, vegetación real, aromas y contacto sensorial que elevan la inmersión del visitante a una realidad alternativa.
El profesional explica que hay varios problemas relacionados con el uso de realidad virtual. Por un lado, el del mareo producido por la pérdida de contacto con la realidad, y otro relacionado con la usabilidad; hay que poner las gafas y explicar el mundo en el que entra el usuario. “Con la realidad mixta, te pones las gafas y te metes dentro de la atracción, no necesitas explicación, ni te mareas”, expone el diseñador.
El diablo Neo, montaña rusa con gafas de realidad virtual en PortAventura
El reto continuó: no es lo mismo estar en un entorno controlado, como es la casa, que en un entorno de miles de metros cuadrados con aceleraciones, como ocurre con los trenes de las atracciones. “Lo que hicimos fue meterle matemática para situar al usuario dentro de la atracción manteniendo la escala uno/uno”, comenta Edgar. Concluye afirmando que “es algo así como hacer un gemelo digital del tamaño de la montaña rusa, y en ese gemelo el usuario está viendo la realidad y a la vez está viendo pirámides, seres gigantes que guardan un mundo oculto, y todo ocurre en tiempo real según el usuario se desplaza por la atracción”.
Para poder desarrollar esta atracción, explica el emprendedor, “tuvimos que trabajar conjuntamente con Pico, la marca de gafas”. Esta labor les ha llevado a crear casi un modelo diferente de ocio en versión extendida. Las gafas y la inteligencia artificial interactuando con la realidad permitirán a los usuarios vivir experiencias únicas en cada parque de atracciones. “Le podrás pedir a Dumbo en Disneyland que sea tu guía”, bromea Edgar, que se arriesga a datar el momento, “calculo que en unos tres, quizá cuatro años”.
“Y esta tecnología lo cambia todo”, porque no te aísla, argumenta Martín Blas. “En la realidad virtual, que tiene sus usos y es muy buena para otras cosas, no ves a tu acompañante. Como mucho ves un monigote. Pero aquí puedes ver a las personas que van contigo”, señala. Esto hace que la experiencia compartida sea más completa y satisfactoria. Viene un futuro muy grande, afirma Edgar, pero hay que asumirlo con humildad porque “en este momento aún lo estamos desarrollando”.
La accesibilidad y la IA
Edgar explica que hay dos variables importantes que sumar al propio proyecto de accesibilidad del parque. Por un lado, las que tienen que ver con movilidad, ya que, gracias a la realidad mixta, muchos de los obstáculos o atracciones y la propia narrativa se hace de manera digital por lo que puede necesitar menos movimiento.
Y el otro motivo, aún en desarrollo, es la incorporación de cámaras que no solo escanean el mundo e interactúan con él, sino que incorporan inteligencia artificial: “Estamos muy cerca de tener gafas que no solo ven el mundo, sino que te lo cuentan”, algo parecido a la audiodescripción.
Imagen promocional de la atracción con realidad virtual en PortAventura
La historia de Edgar con los parques de atracciones era casi una asignatura pendiente. “Estuve al principio de mi carrera profesional en un proyecto europeo para hacer un parque de atracciones que al final no salió”, recuerda. Ahora, unida su experiencia a su pasado, lo ha conseguido. Apunta que esto puede ser un cambio en la tendencia del ocio, afirma el innovador digital.
“Hasta ahora una atracción requiere muchos millones, robots, animatrónicos y muchas cosas… lo que hace que la innovación sea costosa”, pero gracias a la realidad mixta “será tan fácil como cargar una nueva capa”. Algo que cambiará la experiencia y la narrativa de cada atracción.
“Vivir en la innovación es algo muy fuerte, nos metemos en cosas que no se han hecho nunca antes”, por eso se embarca en proyectos desde cero en compañía de su ‘core’. Una palabra que viene de corazón, ya que hay que ponerle mucha pasión para iniciar algunos viajes, pero de la que también viene cordura, algo que le da Toledo. “Y volver a mi rincón desde donde escucho los pájaros es un equilibrio necesario”, confiesa.