
Hitler, defensa de la raza y Reconquista: la expansión de Núcleo Nacional, el grupo que une a «nazis, franquistas y falangistas»
La asociación, investigada por la Guardia Civil por odio, acaba de abrir sede en Madrid con gimnasio propio al tiempo que sigue desplegando su estrategia de captación mediante vídeos efectistas y una estética e iconografía cuidadas sin disimular sus ideas extremistas
Las extremas derechas más allá de Vox y la estrategia global del neofascismo
Solo las botellas de agua encima de la mesa rompen el estilo cromático blanquinegro que inunda la escena. Ataviados con un polo sobrio de los mismos colores y delante de un fondo únicamente decorado por las dos N y la cruz que forman el logo del grupo, tres personas se dirigen a la audiencia. Son el veterano ultraderechista Enrique Lemus, la falangista condenada por delito de odio Isabel Peralta y, al otro extremo, un joven llamado Iván, cabeza y rostro cubiertos. Ellos dos son dirigentes de Núcleo Nacional, ella una de las activistas de extrema derecha más conocidas de los últimos años y los tres están inaugurando la nueva sede que el grupo acaba de poner en marcha en Madrid.
El espacio, de 530 metros cuadrados, no está aún abierto al público, algo que se hará “en poco tiempo”, según contó Iván en el canal de Youtube del neonazi Alberto Pugilato. El joven utiliza balaclava en todas sus apariciones públicas, en las que parece ejercer de portavoz de Núcleo Nacional, un colectivo fundamentalmente formado por hombres que irrumpió hace poco más de un año en la escena ultraderechista española y ya acapara una buena parte de los focos. Por un lado, debido a la contundencia de sus formas y mensajes, por otro a la investigación abierta por la Guardia Civil por llamar a la “lucha conjunta” en la calle frente a “la invasión” extranjera.
Precisamente la inauguración de la sede madrileña, al norte de la capital, se produjo el fin de semana que estallaron las “cacerías” de Torre Pacheco contra la población migrante de la localidad. En la base, un discurso racista que criminaliza al extranjero y que busca su “deportación masiva” o “reemigración”. “Estamos perdiendo España, lo estamos viendo estos días”, aseguró Lemus, procedente de Democracia Nacional, que defendió la importancia de “ser autosuficientes” con un espacio que cuenta con gimnasio propio para los entrenamientos del grupo y así evitar que le cierren la puerta otros locales porque “los nazis malotes entrenan ahí”.
La inauguración sirvió también para dibujar los próximos pasos del grupo, en plena expansión. Surgido al calor de las protestas contra el PSOE en su sede de la calle de Ferraz (Madrid), Núcleo Nacional se registró como asociación con “fines cívico políticos” en el Ministerio del Interior el pasado verano, con sede en Valladolid. Durante este tiempo, ha hecho presentaciones en ciudades como Gijón o Valencia, donde tuvo un papel preponderante en la movilización ciudadana tras el desastre de la dana, siendo uno de los grupos que popularizó el lema “Solo el pueblo salva al pueblo”. Tras la madrileña, espera abrir sede en septiembre en Barcelona y la próxima será “seguramente” la de Sevilla.
Simbiosis nacionalista radical
NN nunca ha ocultado su ideología extremista basada en el nacionalismo, el supremacismo blanco, la defensa de las tradiciones o el odio al inmigrante, ideas que toman forma con constantes referencias a la “defensa de la raza” como la “columna vertebral” del pueblo. “Proteger y fomentar nuestra Raza y Cultura” es el segundo de los fundamentos que el grupo enumera en su web después del “fomento de la natalidad” y de los “núcleos familiares tradicionales”. “Sangre, suelo y tradición” es el lema del colectivo, que tampoco disimula su admiración por líderes de extrema derecha como Adolf Hitler, un “tío austriaco con bigote muy sabio”, como lo describió Iván en la inauguración de Madrid.
Miembros de Núcleo Nacional durante una manifestación contra la inmigración convocada por Falange el pasado mayo.
“Es una formación extremadamente radical que crea un imaginario belicista, combativo y violento muy claro. Usan una iconografía muy vinculada al fascismo y al nazismo, con eslóganes muy duros, breves y contundentes como ‘Defiende tu tierra’, ‘milita o muere’… No hay ninguna ambigüedad, es contraria a la democracia y al parlamentarismo y llega a hacer referencia a términos como sangre o tierra, que vienen del völkisch, que es uno de los principios que directamente inspiró el nazismo”, explica Sergi Soler, historiador y experto en narrativas extremistas de la Universidad Autónoma de Bacelona (UAB).
Haciendo gala de esta retórica, Núcleo Nacional se presentó oficialmente el 14 de abril de 2024, el día de la proclamación de la II República, en el espacio Ardemans, clásico epicentro ultraderechista de la capital. “Aquí habrá gente que procede de ideas franquistas, falangistas, nacionalsocialistas, conservadores… Pero hay una cosa que tenemos clara: ninguno queremos ver cómo la nación que han levantado nuestros padres es totalmente derruida”, pronunció Iván haciendo referencia al objetivo de aglutinar corrientes extremistas bajo “una simbiosis” que llama “nacionalismo radical”.
La comunión con estas ideas es evidente: hace algunas semanas Iván llegaba a negar sin complejos en TVE el Holocausto y otro militante espetaba en un vídeo difundido en redes: “Nos responde el ministro Marlaska, la nenaza Marlaska, diciendo que es intolerable, que si son nazis, fascistas… ¡Pues claro que lo somos! Y no tenemos nada de lo que avergonzarnos”. Algunos de los últimos mensajes en X de NN hacen referencia a dos fechas señaladas para el fascismo patrio: la festividad de Santiago y el 18 de julio, el día del golpe de Estado franquista, que el grupo celebró haciendo uso de un fragmento del Cara al Sol: “Tarde o temprano volverá a reír la primavera”, publicó.
La radicalización
El fundamento ideológico de la asociación recuerda a las clásicas de extrema derecha que salpican el panorama nacional, pero se diferencia de ellas con la incorporación de nuevos elementos. Consciente del poder de la propaganda, Núcleo Nacional ha hecho una apuesta técnica y visual potente, con vídeos editados y una estética cuidada basada en arengas, música, uniformidad de sus miembros y un discurso directo que suelen terminar con el brazo en alto y un “¡Arriba España!”.
En ellos llaman a la “Reconquista Nacional”, hablan de la “invasión de nuestros pueblos y ciudades” por parte de los migrantes y, sobre todo, repiten una narrativa de derrumbe, de un país colapsado en el que nada funciona. “Nos arrebatan el futuro, destruyen nuestra identidad, la inseguridad en las calles aumenta, la economía es cada vez más precaria y mientas tanto, nuestros políticos cobrando sobresueldos mientras tú calculas si llegas a fin de mes”, afirman en un vídeo que anima a sumarse como militante. Y, paradójicamente, añaden: “Esto no va de izquierdas o de derechas, va de España”.
Para Soler, todo ello da lugar a un “cóctel de radicalización peligrosísimo” muy centrado en la captación de personas jóvenes. “Las imágenes, los colores, los lemas y la iconografía que usan son simples y efectistas, por lo que buscan un impacto emocional y una identificación que puede llamar mucho la atención de la juventud”, señala el experto, que ahonda en la idea de que el colectivo, respecto a otros de la escena ultra que “son más mainstream”, tiene “menor capacidad de captación masiva” debido a su radicalidad, pero “a aquellos a los que logra captar, les radicaliza de una forma mucho más violenta”.
Gimnasio e identidad
El deporte y el entrenamiento físico son otros dos elementos clave del grupo en línea con el culto al cuerpo, la disciplina y la idea de pureza tradicionales de los fascismos. Muchos de sus vídeos están grabados en gimnasios y en otros aparecen militantes practicando deportes, boxeando o haciendo rutas en la naturaleza. A eso se suma una estética muy concreta y fija: en todas las apariciones públicas de los miembros, ya sea en sus vídeos o en la calle, van vestidos con camisetas negras de Núcleo Nacional, las únicas banderas que portan son las del colectivo y suelen ir con los rostros cubiertos porque “actualmente ser nacionalsocialista, franquista o fascista conlleva todo tipo de males para la vida personal”, desde “multas a señalamiento”, sostienen en su web.
Al principio la ropa que utilizaban los militantes era de Siseubuto División, una marca y distribuidora de prendas con diseños y lemas ultras creada por Víctor Diego Villalba, exmiembro del partido neonazi Alianza Nacional y uno de los detenidos por el ataque ultraderechista a la librería Blanquerna en Madrid en 2013. El año pasado Sisebuto División creó una camiseta en colaboración con Iván, conocido en redes desde hace tiempo como Una rana baneada, en la que aparece Pepe the frog, un conocido meme de internet usado por la extrema derecha, con una gorra de las SS nazis. Ahora, las balaclavas y camisetas de Núcleo Nacional se pueden encontrar en la tienda online Invicta.
Pero la actividad de la asociación, que se autodefine como “cultural deportiva”, no se limita a las redes sociales ni a lo identitario. Consolidada tras las protestas de Ferraz y la crisis de la dana valenciana, la organización intentó convocar una concentración frente al centro de menores de Hortaleza (Madrid) que fue finalmente vetada por la Delegación del Gobierno. El pasado 20 de julio Núcleo Nacional estaba también en la protesta frente al centro para personas migrantes de Alcalá de Henares, que supuso un pinchazo para la extrema derecha, y semanas antes sus militantes se habían sumado a la manifestación convocada por Falange contra la inmigración.