
La España cabreada no descansa, los demás sí
La lista de cosas inquietantes de este verano del 2025 se hace larga, pero no más larga que otros años. No pierdan la perspectiva. No se dejen arrastrar por los profetas del amanecer zombi
Hay muchas imágenes y sonidos en lo que llevamos de verano que conducen a una mezcla de melancolía e indignación, sazonada con un poco de asquito. Desde Jumilla nos ha llegado la xenofobia tuneada del Partido Popular, puesto en fila de a uno y en posición de saludo por un concejal de Vox y su moción sustentada en una idea de España tan pequeña que solo cabe él.
Hace una semana, en el pabellón municipal de deportes de Jumilla, se podía hacer de todo siempre que fuera legal; ahora solo se podrá hacer lo que diga el concejal de Vox y firme la alcaldesa del PP; por supuesto, siempre en nombre de la libertad y la auténtica españolidad constitucional.
Desde un campo de golf en Escocia nos llegó a turbadora imagen de la presidenta de la Comisión Europea yendo con flores a adorar a Donald Trump. Hemos visto al emperador naranja y a su cómplice Benjamín Netanyahu compartir ex aequo la candidatura al Premio Nobel de la Paz más siniestra de la historia. Hemos visto cómo, durante la ola de calor, se aprovechaba para poner en orden los currículums antes que los roperos.
Pero, al menos para quien esto escribe, nada tan disruptivo como la imagen repetida de concejales de las derechas -por ejemplo, en Huesca- pidiéndole al pregonero de las fiestas que guardase silencio porque algunos entre la audiencia empezaba a gritar aquello de “Pedro Sánchez, hijo de puta”. No queda más remedio que preguntarse qué hay que tener en la cabeza para ir a las fiestas de tu pueblo a llamarle hijo de puta a quien sea; o qué concepto de la democracia o la autoridad manejan un concejal o una concejala mandando callar para que los insultos se escuchen con mayor claridad y después irse a comer con la familia. No existe milhoja en el mundo capaz de redimir tanta miseria.
La lista de cosas inquietantes de este verano del 2025 se hace larga, pero no más larga que otros años. No pierdan la perspectiva. No se dejen arrastrar por los profetas del amanecer zombi. Aún no vamos a morir todos. La España cabreada no descansa y les pone hacer ruido. Lo de siempre. Los demás hoy tenemos sesión vermut, luego reunión familiar, por la tarde a la playa y por la noche verbena que, en septiembre, tenemos trabajo. Bo verán.