
Los socorristas de Barcelona mantienen la huelga tras 12 días y dos negociaciones fallidas: «Nadie nos ha escuchado»
En plena ola de calor y con las playas llenas, el Ayuntamiento no ha sido capaz de calmar a los trabajadores, que mantendrán el paro indefinido hasta conseguir una mejora en las condiciones laborales
¿Quién ‘socorre’ a los socorristas? El colectivo denuncia su situación laboral
En la Playa de Sant Sebastià, una de las más grandes de Barcelona, estos días solo hay cuatro socorristas para ocuparse de la seguridad de todos los bañistas que se agrupan en sus más de 650 metros. Esta situación se debe a la actual huelga de los socorristas que, encabezada por la CGT, empezó el primer día de agosto y se convocó de manera indefinida.
Después de casi dos semanas y dos negociaciones (la última este martes por la mañana) los trabajadores han decidido que siguen y no van a desconvocar la huelga, a pesar de que las playas están llenas hasta la bandera. Una bandera que, ante la falta de socorristas, estos días ondea de color amarillo, aunque las condiciones del mar sean buenas.
Para los turistas y ciudadanos, la situación supone un problema preocupante debido a la falta de vigilancia, solo mantenida por los servicios mínimos de emergencia. “Es muy complejo, te sientes inseguro, porque ves casetas vacías y la que está ocupada tiene mucho tramo que vigilar, da la sensación de que no estás protegido”, alegaba una de las bañistas de la playa de Sant Sebastià este lunes.
Los socorristas, que mantienen servicios mínimos del 50%, son conscientes de la sensación de los bañistas, pero aun así apuestan por seguir con la huelga. La han convocado por dos motivos, principalmente: la precariedad laboral y la falta de personal. Sobre lo primero, destacan que los espacios en los que atienden a los bañistas o en sus zonas de descanso y aseo hay diversos desperfectos.
“Cuando llueve, se cuela el agua por el techo; además es un habitáculo hermético y cuando se duchan varias personas, del desagüe salen aguas fecales”, afirma uno de los portavoces de los socorristas, Gustavo Imperiale. También insiste en que en muchos módulos hay cucarachas y ratas. “Cuando yo entré ya se reclamaban estas cosas. La sección sindical se creó unos doce años atrás, pero no hemos conseguido que se nos escuche”, concluye.
En cuanto al personal, los socorristas se quejan del número “ínfimo” de plantilla que conforma el panorama de socorristas de Barcelona. “Hace años que la plantilla debería ser de 80 a 90 personas, pero no hay gente, no se contrata a nadie”.
Dos negociaciones frustradas
En esta última negociación con el Ayuntamiento y la empresa adjudicataria (FCC), y bajo la mediación del departamento de Trabajo, los trabajadores han decidido levantarse de la mesa ante la falta de nuevas propuestas. “No han traído nada serio que frene la convicción de los trabajadores”, han dicho desde la CGT después de la reunión.
Por su parte, el Ayuntamiento afea la actitud de los trabajadores, a quienes exigen “máxima responsabilidad” teniendo en cuenta el uso que la ciudadanía hace de las playas en plena ola de calor. También desmienten a los socorristas y aseguran que sí han presentado una propuesta de acuerdo que “mejoraba sensiblemente la propuesta aceptada por el Comité de Huelga la semana pasada” y que fue rechazada posteriormente por la asamblea.
Pero los socorristas niegan la mayor y aseguran que la primera mediación, que duró más de ocho horas, no acabó en ningún tipo de entendimiento: “No sabemos de dónde ha salido ese preacuerdo, cuando la oferta que presentaron en la mediación fue la misma que llevaron hace un mes y que, precisamente, fue la que desencadenó la aceleración de la huelga”, afirma Imperiale.
Los socorristas aseguran que su propuesta de huelga es “lógica” y “sólida”, cosa que no comparten desde el Ayuntamiento. El consistorio sostiene que el modelo de contratación de este colectivo, que fue actualizado hace sólo un año, cuenta con “unas buenas condiciones laborales” que se traducen, por ejemplo, en un 40% más de remuneración respecto a lo que estipula el convenio y un alargamiento de la temporada de baño que, en el caso de Barcelona, va de Semana Santa hasta octubre.
“Cuando se firmó ese contrato ya se incorporaron demandas de los trabajadores y en base a ellas se licitó el servicio. Pedimos responsabilidad”, afirmó hace unos días la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet.
Por su parte, los socorristas insisten en que su preocupación no es el sueldo, sino que reclaman tener más compañeros en plantilla y que las instalaciones se mejoren. “Nos asombra que se toque el motivo económico cuando nosotros no lo hemos utilizado como motivo de la huelga”, aclara Imperiale. “Nos parecen mucho más graves las malas condiciones de trabajo y la intranquilidad de no tener compañeros que el dinero”, mantiene.
A pesar de que su postura es firme, los socorristas siguen abiertos a dialogar. Lo mismo que el Ayuntamiento, que espera que la situación pueda “reconducirse”. Por lo pronto, el consistorio ha descartado cerrar las playas ante la falta de vigilantes, tal como han llegado a plantear los trabajadores, de tal manera que se pueda garantizar la seguridad de los bañistas.
Mientras dure la huelga, además de los servicios mínimos del 50%, siguen activos los servicios de playas de la Cruz Roja y se ha reforzado la presencia de agentes de la Guàrdia Urbana. Por su parte, los socorristas tienen previsto realizar diversas manifestaciones hasta, al menos, la convocatoria de la próxima mediación que, a pesar de estar en plena ola de calor, todavía no tiene fecha.