
Cuarenta años desde la sentencia del Constitucional que ordenó la retirada de las cadenas de Navarra del escudo vasco
Aunque quedan unos pocos vestigios del ‘Laurak bat’, el emblema original de la comunidad autónoma, desde 1985 se dejó en rojo un cuadrante del escudo para actar la resolución judicial
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En un lugar muy relevante de un edificio muy relevante de la Administración vasca existe un escudo original instalado tras la dictadura. En él, además de los escudos de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, aparecen también las cadenas de Navarra. Esa misma composición se puede ver también en el capó del Talbot Horizon que conserva el museo de la historia de la Ertzaintza en Arkaute como una de las primeras patrullas del cuerpo, entonces conocido como “Ertzaina”. Pero no hay muchos más. Y es que este 14 de agosto se cumplen ya 40 años desde que se publicó en su integridad la sentencia del Tribunal Constitucional que obligó a borrar a Navarra del emblema de la comunidad autónoma vasca a instancias de las autoridades de la comunidad foral, a cuyo frente estaba entonces el socialista Gabriel Urralburu, luego encarcelado por corrupción, aunque el recurso se interpuso en 1982, con Juan Manuel Arza de UCD, el partido de Adolfo Suárez.
El escudo impugnado, conocido como ‘Laurak bat’, fue adoptado incluso antes de la creación del Gobierno vasco como tal. Se hizo en 1978, en el marco del régimen preautonómico capitaneado por el Consejo General Vasco. Se imitó exactamente el escudo empleado en la experiencia de la II República, según explica un veterano dirigente del PNV, aunque en aquel momento la jurisdicción del Ejecutivo del lehendakari José Antonio de Aguirre apenas afectó a Bizkaia y unas zonas de Gipuzkoa dadas las circunstancias de la Guerra Civil.
Talbot Horizon, primera patrulla de la Ertzaintza
En realidad, también el de España tiene las mismas cadenas en su composición al menos desde 1868, tras la caída de Isabel II. En el caso navarro, ese escudo se emplea de modo continuado desde 1910, aunque con adaptaciones en cada etapa política. Son cadenas de oro, con ocho brazos de eslabones sobre fondo rojo. Es una representación conmemorativa de la batalla de las Navas de Tolosa, de 1212.
Navarra alegó ante el alto tribunal que, en efecto, la Constitución y el Estatuto vasco preveían su integración en la comunidad autónoma de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa pero que, al no acceder a ello, tenía “derecho” a regular sus propios símbolos y a que ninguna otra entidad los empleara sin su consentimiento. El Gobierno vasco, en manos del navarro Carlos Garaikoetxea hasta 1985 y en el momento de la sentencia de José Antonio Ardanza, ambos del PNV, apuntó que la autonomía vasca tenía capacidad plena para fijar sus símbolos igualmente y que, además, Navarra no podía apropiarse de las cadenas.
De hecho, enumeró otros escudos que emplean fuera de allí esa misma imagen, como el municipio riojano de San Vicente de la Sonsierra, que sigue luciéndolas con plena normalidad en 2025. Además, los letrados vascos hilaban fino y señalaban que el ‘Laurak bat’ no incorporaba tal cual el escudo de los territorios forales, sino “alguno de sus elementos”. En el caso alavés, por ejemplo, desaparece su conocido lema de ‘En aumento de la Justicia contra malhechores’.
Fachada del Ayuntamiento de San Vicente de la Sonsierra, en La Rioja
Pero una mayoría de la corte de garantías estimó las pretensiones de Navarra. La ponente fue la magistrada Gloria Begué, propuesta por UCD. Los magistrados Francisco Rubio Llorente y Luis Díez-Picazo emitieron un voto particular. Destacaban, en primer lugar, que el acuerdo de 1978 para regular el escudo nunca pudo violar la Constitución por la sencilla razón de que no estaba en vigor aún. Apuntaban igualmente que la Constitución no consagraba el escudo de Navarra como tal y que, en todo caso, el problema no era jurídico sino político por el uso que se le quería dar al ‘Laurak bat’, que “sin duda” podía “herir” los “sentimientos” de muchos navarros.
La sentencia, claro está, generó una tormenta política. Meses después, el Gobierno vasco tuvo que explicar que le estaba costando reorganizar la infinidad de soportes en los que empleaba el escudo, desde documentos hasta uniformes. La salida que se encontró fue dejar con fondo rojo el cuarto espacio del emblema en las versiones coloreadas y en fondo neutro en el resto. El presidente navarro Urralburu amagó con volver a pleitear contra esa solución, al entenderla una burla.
Pradales, en un encuentro oficial en Ajuria Enea, junto a un escudo con el cuartel rojo de Navarra vacío
Pero así sigue siendo en la actualidad. Todavía en 2020 fue controvertido que agentes de la Ertzaintza con uniformes de gran gala llevaran ese escudo en la tercera investidura de Iñigo Urkullu. Ya se explicó que eran ropajes antiguos, previos a 1985, y que por eso no tenían cambiado el emblema. A los agentes de la Policía vasca, con el paso de los años, les fueron dando nuevas prendas ya ajustadas a la sentencia del Constitucional. La imagen que acompaña a esta información la ha facilitado un veterano de la Ertzaintza que tiene los dos modelos de ‘txapela’.
El asunto del escudo volvió a los tribunales en la legislatura de 2011 a 2015. Entonces, con EH Bildu gobernando en Gipuzkoa, se instalaron señales de tráfico de Euskal Herria en la red foral de carreteras. En esos grandes paneles, que siguen exisitiendo, aparecían los escudos no solamente de los cuatro territorios sino también de los de Iparralde. UPN recurrió a los tribunales y logró que se tuvieran que tapar los logotipos alusivos a Navarra precisamente al calor de la sentencia de 1985.