
El calor extremo no suelta del todo a Madrid y retrasa la llegada del esperado descenso térmico
El Tiempo – La capital reducirá sus temperaturas máximas y abandonará la alerta naranja en varias zonas mientras se mantiene el calor alto en las mínimas y el cambio se percibirá como un alivio generalizado
Cuatro grados menos pueden parecer poca cosa, pero en Madrid se vivirán como una victoria. Tras más de una semana con temperaturas sofocantes por la ola de calor, este miércoles dará un respiro muy esperado: la máxima quedará en35 grados, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Las mínimas seguirán siendo altas, con veinticuatro grados, aunque el alivio será evidente para quienes llevan días sufriendo el calor intenso. La zona Metropolitana y el Corredor del Henares dejarán atrás el aviso naranja, una novedad después de jornadas continuas bajo alerta.
En la sierra, sin embargo, la historia será distinta. Allí se mantiene un aviso amarillo por tormentas que afectará al norte de la región. Aunque no está previsto que descarguen con intensidad, sí podrían modificar el ambiente durante la tarde. En el resto del territorio, la previsión apunta a cielos despejados o con pocas nubes y sin riesgo de precipitaciones. Será un día propicio para moverse por la ciudad sin la sensación de asfixia que se ha arrastrado durante días.
El descenso de este miércoles prepara el terreno para una caída más marcada de temperaturas
La AEMET sitúa este descenso como un paso intermedio hacia un cambio mayor que llegará a comienzos de la próxima semana, cuando los termómetros bajen hasta diez grados respecto a las máximas registradas en la ola de calor. Mientras tanto, la tregua de este miércoles permitirá que las calles recuperen parte de su actividad habitual, con menos afluencia a refugios climáticos y centros comerciales.
Aun así, el calor seguirá siendo protagonista. No habrá que perder de vista las recomendaciones básicas: hidratarse con frecuencia, evitar esfuerzos en las horas centrales y aprovechar las primeras horas de la mañana o el final de la tarde para cualquier actividad al aire libre. El descenso no pondrá fin al verano sofocante, pero sí marcará un punto de inflexión en una de las semanas más duras de agosto.