
Los incendios en Cáceres obligan a confinar a los vecinos de Oliva de Plasencia y a cortar tramos de la A-66 y la N-630
La Guardia Civil ha cortado la autovía A-66, que une Extremadura con la Comunidad de Madrid, y la carretera N-630 por los incendios en Jarilla, Cabezabellosa y Villar de Plasencia
Durante la madrugada de este jueves, los vecinos de Oliva de Plasencia (292 habitantes) han recibido un aviso masivo a través del sistema ES-Alert para que permanezcan confinados en sus domicilios con puertas y ventanas cerradas debido a la desfavorable evolución del incendio declarado el martes por la noche en Jarilla. El consejero de Presidencia, Abel Bautista, ha confirmado que “se han cumplido los peores pronósticos” y ha adelantado que el día va a ser “muy complicado”, pidiendo máxima precaución a la población y que siga las recomendaciones de las autoridades.
Con estas circunstancias, La Junta de Extremadura ha firmado la declaración de Situación Operativa 2 del Plan Especial de Protección Civil ante Incendios Forestales (INFOCAEX) para toda la región debido a la simultaneidad de varios incendios activos. Según Bautista, las rachas de viento previstas dificultarán las labores de extinción, y se cuenta con apoyo de comunidades como Andalucía y Madrid.
Cortes de carreteras y reubicación del puesto de mando
Además, la Guardia Civil ha cortado 25 kilómetros de la autovía A-66 y la carretera N-630 entre Oliva de Plasencia y Casas del Monte, concretamente entre los puntos kilométricos 446 y 471. También permanecen cerradas la CC-213, de la A-66 a Cabezabellosa por Villar de Plasencia, y la CC-214, que une la N-630 con Jarilla.
El puesto de mando avanzado se ha trasladado a La Granja debido a las nuevas condiciones del incendio. La próxima reunión del CECOPI está prevista a las 9:30 horas.
Evacuaciones y operación de rescate en Cabezabellosa
Desde el martes, más de 300 efectivos, entre ellos un centenar de miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), trabajan sobre el terreno y por aire. Unas 700 personas han sido desalojadas de Jarilla, Villar de Plasencia y Cabezabellosa. Más de 200 han pasado la noche en la Ciudad Deportiva de Plasencia.
En Cabezabellosa, ayer varios vecinos se negaron a abandonar sus casas pese a las órdenes de evacuación. Un cambio de viento convirtió el municipio en una “ratonera”, según las propias palabras del consejero, y obligó a organizar una operación de rescate que incluyó una alerta masiva por teléfono y la evacuación de 19 personas, una de ellas en camilla y otra con asistencia de oxígeno. Bautista ha asegurado que no se recuerda una operación similar en Extremadura.
Impacto y causas
El incendio, que afecta a más de un millar de hectáreas, se originó entre los valles del Jerte y el Ambroz tras una sucesión de tormentas con descarga eléctrica que, el martes, provocaron más de 700 rayos y hasta 17 incendios forestales, principalmente en el norte de Cáceres. Aunque la superficie quemada es menor que en otros siniestros como el de Las Hurdes en julio, la simultaneidad, la cercanía a viviendas, las condiciones adversas —ola de calor y viento— y la resistencia de algunas personas a abandonar sus casas, están llevando al límite los recursos disponibles.