No solo Las Médulas: el cambio climático amenaza decenas de joyas de nuestro patrimonio histórico y cultural

No solo Las Médulas: el cambio climático amenaza decenas de joyas de nuestro patrimonio histórico y cultural

Monumentos y edificios de gran valor pueden sufrir graves daños por la mayor frecuencia de eventos extremos como olas de calor e inundaciones; los científicos trabajan ya para protegerlos

El Patrimonio de la Humanidad de Las Médulas y su entorno, arrasados por el fuego

Cuando se declara un gran incendio forestal, todo el mundo tiene en mente los daños a personas, casas y árboles, pero a menudo olvidamos que también afectan al patrimonio histórico y cultural. El incendio que ha arrasado las minas romanas de Las Médulas, en León, es un buen recordatorio de que los eventos extremos asociados a la crisis climática —como los incendios agravados por la extensión de las olas de calor— amenazan a algunas de estas joyas.

En un informe reciente, el CSIC ha analizado las zonas más vulnerables al efecto del cambio climático, entre las que incluyen las propias Médulas y espacios naturales similares como los yacimientos de arte rupestre de la Siega Verde, en Salamanca, o el sitio arqueológico de Atapuerca. El mapa de vulnerabilidades también incluye ciudades Patrimonio de la Humanidad, como Santiago de Compostela, Úbeda y Baeza o Cuenca, entre otros emplazamientos históricos de gran valor. Los principales peligros son el aumento de los eventos extremos, como las danas, las pronunciadas oscilaciones térmicas diarias que dañan la superficie de los monumentos o la aceleración del abandono del medio rural, así como los incendios de sexta generación, cada vez más frecuentes.

Cuando las piedras se queman

“Cuando hay un incendio forestal, hay un número ingente de bienes patrimoniales que se ven afectados”, asegura Miguel Gómez Heras, investigador de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). “Y la inmensa mayoría del patrimonio cultural en España está en zonas poco pobladas, muchos incluso en zonas forestales”, recuerda. Gómez Heras es miembro del proyecto RESCUhE, del IGME-CSIC y la UAM, que analiza desde 2021 la vulnerabilidad de construcciones históricas y realiza modelos sobre su evolución futura teniendo en cuenta diferentes escenarios climáticos.


Mapa del Atlas Nacional de España (ANE) de Patrimonio Mundial

CATEGORÍA DE LOS BIENES

Monumento o conjunto monumental

Arquitectura mudéjar de Aragón

Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del norte de España

Arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica

3

2

19

9

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6

7

ÍNDICE DE VULNERABILIDAD

AL CAMBIO CLIMÁTICO

11

0,20-0,39

0,40-0,43

0,44-0,46

0,47-0,57

REFERENCIAS

17. Tarragona: Conjunto arqueológico de Tarraco

18. Mallorca: Paisaje cultural de la Serra de Tramuntana

19. Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del norte de España

20. Toledo: Ciudad histórica

9. Atapuerca: Sitio arqueológico

10. Alcalá de Henares: Universidad y barrio histórico

11. Antequera: Dólmenes

12. Cuenca: Ciudad histórica fortificada

13. Mérida: Conjunto arqueológico

14. Úbeda y Baeza: Conjuntos monumentales renacentistas

15. Córdoba: Ciudad califal de Medina Azahara

16. Valencia: Lonja de la Seda

1. Burgos: Catedral

2. Santiago de Compostela: Ciudad vieja

3. Lugo: Muralla romana

4. Yacimientos de arte rupestre prehistórico de Siega Verde

5. Real Monasterio de Santa María de Guadalupe

6. Sevilla: Catedral, Alcázar y Archivo de Indias

7. Granada: Alhambra, Generalife y Albaicín

8. Las Médulas

FUENTE: SELECCIÓN ADAPTADA A PARTIR DE LA UNESCO WORLD HERITAGE CONVENTION,

EL ATLAS NACIONAL DE ESPAÑA Y EL OBSERVATORIO SOCIAL DE LA CAIXA.

Mapa del Atlas Nacional de España

(ANE) de Patrimonio Mundial

CATEGORÍA DE LOS BIENES

Monumento o conjunto monumental

Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del norte de España

Arquitectura mudéjar de Aragón

Arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica

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ÍNDICE DE VULNERABILIDAD

AL CAMBIO CLIMÁTICO

0,20-0,39

0,40-0,43

0,44-0,46

0,47-0,57

REFERENCIAS

11. Antequera: Dólmenes

12. Cuenca: Ciudad histórica fortificada

13. Mérida: Conjunto arqueológico

14. Úbeda y Baeza: Conjuntos monumentales renacentistas

15. Córdoba: Ciudad califal de Medina Azahara

16. Valencia: Lonja de la Seda

17. Tarragona: Conjunto arqueológico de Tarraco

18. Mallorca: Paisaje cultural de la Serra de Tramuntana

19. Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del norte de España

20. Toledo: Ciudad histórica

1. Burgos: Catedral

2. Santiago de Compostela: Ciudad vieja

3. Lugo: Muralla romana

4. Yacimientos de arte rupestre prehistórico de Siega Verde

5. Real Monasterio de Santa María de Guadalupe

6. Sevilla: Catedral, Alcázar y Archivo de Indias

7. Granada: Alhambra, Generalife y Albaicín

8. Las Médulas

9. Atapuerca: Sitio arqueológico

10. Alcalá de Henares: Universidad y barrio histórico

FUENTE: SELECCIÓN ADAPTADA

A PARTIR DE LA UNESCO WORLD HERITAGE CONVENTION,

EL ATLAS NACIONAL DE ESPAÑA Y EL OBSERVATORIO SOCIAL DE LA CAIXA.

“Gran parte del patrimonio en España está construido en piedra y solemos creer que a la piedra, al ser incombustible, no le pasa nada”, indica el experto. “Pero eso no es así: hay toda una serie de procesos que se generan en las rocas cuando se produce un incendio que afectan al patrimonio a corto y largo plazo”. En concreto, el fuego produce un daño primario causado por las altas temperaturas, ya que rocas que contienen cuarzo, como el granito, se degradan y desconchan por encima de 573ºC.

Gran parte del patrimonio en España está construido en piedra y solemos creer que a la piedra, al ser incombustible, no le pasa nada, pero eso no es así

Miguel Gómez Heras
Investigador de la UAM y miembro del proyecto RESCUhE

Por otro lado, las cenizas y los vapores ricos en iones pueden penetrar el sistema poroso de las rocas y conducir a daño secundario causado por la formación de sales solubles. “Ambos procesos debilitan la estructura de la roca, lo que puede provocar la destrucción de estructuras culturales hechas de piedra”, indica.

Erosión e inundaciones

En uno de sus últimos trabajos, Gómez Heras y su equipo analizaron los efectos del incendio forestal de 2021 en Navalacruz, en Ávila, que afectó hasta 60 sitios del patrimonio cultural, incluidos focos arqueológicos y etnológicos. Tras el fuego, la ausencia de vegetación facilita la erosión del terreno y multiplica el poder destructivo de las inundaciones. “Por eso uno de los principales objetivos del proyecto es ver cómo el cambio climático puede afectar a los agentes hidrometeorológicos”, explica. En el caso estudiado de Navalacruz, recalca, el resultado fue la destrucción del centenario Puente de Muñico por las inundaciones producidas tras el incendio forestal.


Vista del puente viejo o ‘romano’ derrumbado por la crecida del río Tajo a su paso por Talavera de la Reina.

En su informe sobre los daños producidos por el cambio climático, el CSIC cita algunos lugares que ya han sufrido efectos similares. Entre ellos algunos episodios recientes, como la inundación de la Real Casa de Moneda de Segovia por la fusión repentina de nieve o la destrucción parcial del puente romano de Talavera de la Reina por una crecida del Río Tajo, ambos en 2025. El informe también se refiere al islote de Guidoiro Areoso (Pontevedra), que contiene un sepulcro de la Edad de Bronce que ha sido afectado por la subida relativa del nivel del mar, o el patrimonio cultural sumergido en embalses que está emergiendo debido a las largas e intensas sequías.

Una peligrosa combinación

Los científicos no se limitan a analizar el impacto de incendios e inundaciones agravados por el cambio climático en el patrimonio histórico-artístico. Otros factores que van dañando estos yacimientos y edificios son las oscilaciones térmicas de alto rango (más de 20°C de diferencia entre la temperatura máxima y mínima diaria) que producen el llamado termoclastismo. Esto se traduce en que ciudades Patrimonio de la Humanidad como Granada, Salamanca, Soria o Zamora, van a ver incrementado este número de días de alta oscilación térmica, lo que acelerará el deterioro de su patrimonio monumental.

El mapa del riesgo de erosión por cambios de temperaturas

Mapa de riesgo de termoclastismo en España

Fuente: IPCE

“Tendemos a ver la piedra como un material imperecedero, pero no es así”, subraya el historiador del arte y divulgador Miguel Ángel Cajigal, conocido en redes como El Barroquista. “Las condiciones climáticas más radicales en cuanto a frío o a calor provocan problemas muy serios de conservación. Tenemos casos muy graves en España, como por ejemplo las fachadas de los exteriores de la catedral de León, cuya conservación, que ya es problemática de por sí, se puede complicar muchísimo”.


El Dolmen de Guadalperal, en el embalse de Valdecañas (Cáceres), emergido durante una sequía.

Cajigal recuerda que el Plan Nacional de Investigación en Conservación (PNIC) contempla el estudio de los efectos del cambio climático en el entorno y la conservación de los bienes culturales. A su juicio, aunque el impacto afecta transversalmente a todo el patrimonio cultural, puede ser especialmente peligroso para el patrimonio de lo que llamamos la España vaciada, porque no tiene la misma vigilancia y mantenimiento. “En España tenemos mucho patrimonio cultural disperso y una parte despoblada muy grande”, afirma. “Al estar muchos de estos bienes sin uso, las administraciones no están preparadas para asumir la conservación a esa escala: esa combinación de abandono y cambio climático puede ser muy peligrosa”.

Aprender a fuerza de golpes

Cristina Villar, conservadora-restauradora del Ministerio de Cultura y partícipe de la redacción del Libro Verde para la gestión sostenible del patrimonio cultural, reconoce que las administraciones han aprendido a fuerza de golpes de realidad que el cambio climático es una amenaza a la que hay que anticiparse de forma prioritaria. También subraya que, aparte de eventos repentinos como el incendio de Las Médulas, a menudo estos monumentos y lugares valiosos están sometidos a cambios a cámara lenta. Entre ellos, menciona el caso del pecio de Mazarrón, una embarcación fenicia de 2.600 años de antigüedad que ha tenido que ser extraída del Mediterráneo para conservarla debido a que el cambio climático estaba poniendo en peligro su integridad.

La despoblación es un problema para nuestro patrimonio. Eso lleva a que los medios, o las propias alertas, lleguen tarde, porque no ha habido nadie cerca para avisar

Cristina Villar
Conservadora-restauradora del Ministerio de Cultura

La especialista coincide en que la dispersión geográfica y la despoblación son un problema para nuestro patrimonio. “Eso lleva a que los medios, o las propias alertas, lleguen tarde, porque no ha habido nadie cerca para avisar”, asegura. En situaciones como el incendio de Las Médulas, explica, las comunidades autónomas disponen de bases de datos del patrimonio que hacen llegar a los equipos de emergencias, para asegurarse de que protegen estos lugares y también que no se dañan durante las labores de extinción. “Porque uno de los riesgos que se corre en este tipo de eventos no es tanto que se alteren los yacimientos por el propio fuego, sino que se acabe viendo afectado durante la extinción con maquinaria pesada, a veces por desconocimiento”.

Un horizonte perdido

Javier Sánchez Palencia, arqueólogo del CSIC, cree que en el caso de Las Médulas puede haberse dado esta combinación fatal, de abandono y dispersión geográfica. “Muchos de los árboles están arrasados y la única parte que ha quedado mínimamente bien es la del interior de la mina”, explica a elDiario.es. El especialista recuerda que los castaños y los brezos que se han quemado cumplen la función de retener el suelo y protegerlo de la erosión, por lo que el paisaje se verá modificado. “Es evidente que va a aumentar la erosión de los canales”, señala.


Paraje quemado en el espacio natural de Las Médulas en la provincia de León este martes.

En opinión del arqueólogo, que es uno de los mayores expertos en este espacio Patrimonio de la Humanidad, un lugar como este habría merecido tener una plantilla estable de personal plenamente dedicado, como sucede en otros lugares. “Tener este tipo de plantillas fue una de las recomendaciones fundamentales que hizo la Unesco”, recuerda. Al final, se escriben muchos protocolos y se hacen muchos informes, pero se dedica poco presupuesto a la protección real de los bienes patrimoniales. “El aula arqueológica, que también se ha quemado, llevaba dos años cerrada”, subraya Sánchez Palencia. “A la vista del resultado del incendio, yo diría que mucha prevención no ha habido”.

Al margen de los daños físicos, Cristina Villar recuerda que en situaciones como el incendio de Las Médulas también se ve afectado el patrimonio inmaterial, que es el que va ligado a elementos que tienen un significado especial para la comunidad. “En Las Médulas, el propio paisaje, el horizonte que tienen todas estas personas, con el que han convivido hasta hace una semana, ha desaparecido”, concluye. “Imagínate lo que es eso, y el valor que tiene: cambiar lo que tú veías desde niño cuando abres la ventana de tu casa”.