
La mejor hora para regar tus plantas en verano (y algunos trucos para hacerlo si no estás en casa)
Dos expertas nos explican los efectos de regar nuestras plantas en los diferentes momentos del día durante esta estación y la mejor manera de mantenerlas frescas cuando estamos de vacaciones: “En verano lo más importante es dejarlas regadas, pero no encharcadas”
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El verano es un momento de esplendor, diversión, helados y chapuzones, pero también una época peligrosa para dejar tus plantas solas durante varios días, especialmente ante las temidas olas de calor, cada vez más frecuentes a causa del cambio climático. Para no meter la pata de nuevo y encontrarte a los geranios marchitos al volver de la playa o a tu planta favorita agonizante y deshidratada, hemos preguntado a dos expertas cuál es la mejor hora para regar las plantas en los días de calor estival, y la mejor manera de hacerlo cuando estás de vacaciones. Ellas son Natalia Sáez Achaerandio, más conocida en redes como En Abril Hojas Mil y Elena Páez, la fundadora del gabinete botánico PLANTHAE, licenciada en Antropología y experta en botánica.
“Lo primero que hay que hacer es distinguir entre las plantas que tienes dentro y las que tienes fuera”, indica Natalia Sáez, también autora de los libros Los mataplantas no existen y Las plantas de interior no existen (ambos publicados por Oberon). “Las de dentro sufren menos el calor y los vaivenes térmicos”. En todo caso, la especialista recomienda regar en una de estas dos ventanas horarias —sobre todo en el caso de las plantas de exterior—: o a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde.
La creadora de PLANTHAE coincide. Si las riegas al amanecer estarán frescas durante toda la jornada, mientras que si las riegas al atardecer recibirán un chute de hidratación después de toda la jornada de calor. Si hay que elegir, se inclina por la franja matutina. “Si solo riegas una vez al día, mejor por la mañana”. Además, recomienda rechazar las horas centrales del día, porque el agua tiende a evaporarse. En cuanto a la cantidad, recuerda que las plantas en flor piden más agua.
“En verano lo más importante es dejarlas regadas, pero no encharcadas”, añade Elena Páez, que se dedica en PLANTHAE a realizar una labor de búsqueda de coleccionismo y venta de plantas exóticas y maceteros de producción artesanal nacional, además de funcionar como escuela de jardinería de interior. “Se riega por arriba un quinto del volumen de la maceta”, aconseja en cuanto a la proporción.
Regar cuando no estás: de los biberones de terracota a los sistemas de autorriego
La autora del blog En Abril Hojas Mil destaca que el primer punto es conocer nuestro clima. “En Gijón las plantas aguantan más que en Madrid”, destaca. En cuanto a las plantas de exterior que están al sol, y si viajas durante semanas o períodos largos, Natalia Sáez recomienda siempre riego automático. “Si te vas durante una semana o quince días, también aconsejo cambiar las plantas de ubicación y ponerlas a la sombra para que estén más frescas”.
Si no te vas durante demasiados días, hay diferentes métodos alternativos que puedes implementar: las macetas de autorriego, que duran hasta una semana y cuentan con diferentes sistemas para administrar el agua, como depósitos o un doble fondo; los goteros, los geles —sintéticos o naturales, que absorben mucha agua y la devuelven paulatinamente al sustrato de la planta—, o un eficaz sistema casero. “Con una palangana de agua y unos cordeles, lo tienes”, apunta Natalia Sáez. Si tienes ventana en el baño para que entre luz, también sirve la bañera. “El truco de las abuelas funciona si tienes luz en esta estancia: pones una fina lámina de agua, toallas y las plantas”, pero lamenta que el 90% de los baños no cuentan con iluminación natural.
Elena Páez, de PLANTHAE, tiene otro consejo para cuando te vas más de tres días de casa: poner corteza de pino por encima del sustrato o depositar el macetero encima de un platito hondo con agua. “A ser preferible con las ventajas bajadas”, apunta. Su método favorito para mantener las plantas regadas son los biberones de terracota. Recuerda que las ventanas hacen efecto lupa, por lo que debes siempre desplazar tus macetas a zonas veladas por una cortina o con luz indirecta.
Escuela de calor
Cuando llega el calor, ¿qué pasa con las plantas? La creadora de En Abril Hojas Mil tiene cuatro consejos para que las plantas encaren los días tórridos o las olas de calor: cambiarlas de lugar a un sitio más fresco, aumentar la frecuencia de riego, poner un humidificador si vives en una zona de clima muy seco y no tenerle miedo al aire acondicionado. “Las plantas son perfectamente compatibles con el aire acondicionado o el ventilador, siempre y cuando estén situadas a la distancia adecuada, no muy cerca”, apostilla. “El impacto directo sí puede causarles mucho estrés y provocar, por ejemplo, que se les caigan las hojas”.
Otro truco para los días de verano que no estás en casa consiste en juntar todas tus plantas. “Así, crearás un ecosistema chiquitín en el que aumenta la humedad ambiental y se reduce la temperatura”, anota Natalia Sáez.
Mira las rotondas y los parques públicos
A la hora de escoger las plantas más resistentes para el calor, dos apuestas seguras son los cactus y las suculentas, acostumbradas a climas áridos y desérticos. “Puedes regarlas antes de irte y olvidarte”, señala Natalia Sáez. “Los geranios, las petunias o los agapantos toleran muy bien el sol y las altas temperaturas, pero requieren de riego diario, por lo que la mejor opción es el autorriego”, puntualiza. Y brinda un consejo muy útil. “Las mejores plantas para el calor varían mucho de una zona a otra de España. Ante la duda, sugiero que te fijes en las flores y plantas de las rotondas, los jardines y los parques públicos de tu ciudad”, indica. Allí está la clave. “Por ejemplo, en las ciudades del Cantábrico las hortensias están preciosas, pero en Madrid no las verás por ninguna parte”.
Por su parte, la fundadora de PLANTHAE destaca que las plantas grandes, de tronco leñoso y hojas gruesas aguantan más frente al calor. “Pueden estar hasta diez días sin apenas cuidados, ya que, por su volumen, retienen más agua”, mientras que “las más finitas aguantan menos”. “Haz siempre un ensayo general antes de irte de vacaciones”, concluye Elena Paéz, recordando de nuevo que es mejor regarlas de menos que encharcarlas.