Un descubrimiento arqueológico en Kenia obliga a replantear los orígenes de la tecnología humana

Un descubrimiento arqueológico en Kenia obliga a replantear los orígenes de la tecnología humana

Las evidencias encontradas en África modifican la visión sobre cómo comenzó la tecnología lítica

Fósiles en África revelan cómo era la vida antes de la mayor extinción masiva de la Tierra

El hallazgo de un conjunto de herramientas de piedra en la península de Homa, al suroeste de Kenia, aporta nuevas claves sobre los inicios de la tecnología humana. Según una investigación publicada en Science Advances, los primeros homínidos no solo fabricaban utensilios para cortar carne o procesar plantas, sino que también transportaban las rocas necesarias para tallarlos desde distancias de hasta 13 kilómetros. Esta práctica, documentada hace 2,6 millones de años, adelanta en más de medio millón de años la evidencia más antigua conocida de transporte sistemático de materias primas por parte de nuestros antepasados.

El estudio ha sido liderado por la paleoantropóloga Emma Finestone, del Cleveland Museum of Natural History, junto a Rick Potts, del Smithsonian National Museum of Natural History, y Thomas Plummer, de Queens College. El equipo analizó centenares de núcleos líticos y lascas recuperados en el yacimiento de Nyayanga, un lugar clave para comprender la evolución temprana del género Homo y sus parientes. Allí, las excavaciones previas ya habían revelado centenares de huesos de hipopótamo con marcas de corte, considerados la prueba más antigua de carnicería a gran escala por parte de homínidos.

Lo que reveló la composición geoquímica de las herramientas

Los investigadores se centraron en la composición geoquímica de las herramientas y comprobaron que gran parte de ellas estaban elaboradas con rocas como riolita y cuarcita, tipos de piedra que no se encuentran en Nyayanga. Para localizarlas, era necesario desplazarse varios kilómetros al este, en las cuencas de drenaje que rodean la península. El hallazgo demuestra que los primeros fabricantes de herramientas seleccionaban conscientemente rocas más resistentes que las disponibles en su entorno inmediato, en lugar de conformarse con piedras locales de menor calidad.


Disponibilidad de piedras utilizadas por los homínidos Nyayanga para fabricar herramientas

El comportamiento descrito en el estudio se enmarca dentro de la cultura Olduvayense u Oldowan, considerada la primera gran revolución tecnológica de la humanidad. Este conjunto de técnicas de talla consistía en golpear un núcleo de piedra con otra roca más dura, un percutor, para obtener lascas afiladas. Con ellas, los homininos podían cortar carne, procesar raíces, abrir huesos para acceder al tuétano o trabajar la madera. Según Plummer, la variedad de actividades documentadas demuestra que la introducción de estas herramientas supuso un salto de adaptabilidad sin precedentes en la historia evolutiva.

Demuestra una capacidad cognitiva avanzada

El hecho de que en Nyayanga se emplearan rocas traídas de tan lejos implica una capacidad cognitiva avanzada: los homininos sabían dónde encontrar materias primas de calidad, recordaban esos lugares y planificaban su transporte hasta los puntos donde podían utilizarlas. Para Rick Potts, este hallazgo muestra que “los mapas mentales de los primeros fabricantes de herramientas abarcaban mucho más allá de su entorno inmediato, llegando a cubrir distancias de varios kilómetros”.

Las excavaciones también han revelado la presencia de dientes fósiles de Paranthropus, un género de homininos caracterizado por sus poderosas mandíbulas y su capacidad para triturar vegetales duros. Aunque tradicionalmente se ha considerado que los fabricantes de herramientas eran miembros del género Homo, la coincidencia de fósiles de Paranthropus con los utensilios de piedra sugiere que la diversidad de especies implicadas en estas prácticas podría haber sido mayor de lo que se pensaba. Para Finestone, todavía no es posible determinar con certeza qué linaje fabricó estas herramientas, pero el registro fósil apunta a un escenario más complejo.


Herramientas de piedra olduvayenses fabricadas a partir de una variedad de materias primas procedentes de más de seis millas de distancia de donde fueron encontradas en el suroeste de Kenia

Esta práctica obliga a replantear los orígenes del transporte a larga distancia unos 600.000 años

Hasta ahora, la evidencia más antigua de transporte de rocas se encontraba en el yacimiento de Kanjera South, también en la península de Homa, con una antigüedad de unos dos millones de años. El caso de Nyayanga adelanta esa práctica en al menos 600.000 años, lo que obliga a replantear los orígenes de un comportamiento que ha acompañado a los humanos durante toda su historia: la recolección y transporte de recursos a larga distancia para impulsar innovaciones tecnológicas.

El descubrimiento también aporta nuevas claves para entender cómo los primeros homininos se enfrentaban a los desafíos de su entorno. Al elegir piedras más duras y transportarlas, estaban optimizando sus posibilidades de procesar alimentos, acceder a nuevas fuentes de energía y aumentar sus probabilidades de supervivencia. En este sentido, el transporte de materias primas puede considerarse una innovación tan decisiva como la talla en sí misma.

Nyayanga, yacimiento clave para entender la evolución de la cultura material en África oriental

La relevancia de estos hallazgos trasciende lo estrictamente arqueológico. Según Finestone, “los humanos siempre hemos dependido de la tecnología para superar retos adaptativos. Comprender cómo comenzó esta relación nos permite ver con mayor claridad nuestro vínculo con ella en la actualidad, cuando afrontamos nuevos desafíos en un mundo cada vez más condicionado por la tecnología”. La investigación, por tanto, no solo arroja luz sobre el pasado remoto, sino que también plantea preguntas sobre la continuidad de la dependencia humana de sus creaciones materiales.

Nyayanga se consolida así como uno de los yacimientos clave para entender la evolución de la cultura material en África oriental. En un mismo lugar, se han encontrado pruebas de caza mayor, fabricación de herramientas y transporte de recursos, configurando un mosaico que retrata la complejidad de los primeros homininos. Para los investigadores, estas prácticas fueron el germen de una larga trayectoria evolutiva que culminaría en sociedades humanas cada vez más interdependientes de su capacidad tecnológica.

El proyecto de la península de Homa, iniciado en los años ochenta por Rick Potts y ampliado desde 2012 con la incorporación de Emma Finestone, seguirá excavando y analizando los depósitos fósiles de la región. Los científicos esperan que nuevos hallazgos permitan afinar la atribución de estas herramientas a especies concretas y comprender mejor cómo distintos linajes de homininos compartieron y desarrollaron innovaciones culturales en África oriental.