
El viento complica la extinción del incendio de Jarilla en el Valle del Jerte y se mantienen evacuaciones preventivas
El consejero de Presidencia advierte de que las rachas de viento están dificultando el trabajo de los medios aéreos y terrestres y podrían reactivar focos en distintos puntos del incendio, que ya ha arrasado 16.000 hectáreas. La situación obliga a mantener las evacuaciones en algunas casas de Hervás, Tornavacas, Navaconcejo, Jerte y Cabezuela del Valle, así como un preaviso a la localidad de La Garganta
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“Ha sido una noche muy difícil. Podría haber ocurrido lo peor, afortunadamente no ha sido así, y en ese sentido debemos alegrarnos de que todos los efectivos estén bien y no hayan sufrido las consecuencias de un fuego cuya virulencia sorprendió por la noche”, ha señalado Bautista quien ha explicado en la primera rueda de prensa del día que anoche las rachas de viento provocaron que el fuego saltara la línea de defensa trazada en Hervás, llegando a ser visible desde la autovía, con llamas de varios metros de altura.
El consejero reconoció que la situación mantiene en alerta zonas muy sensibles, como la garganta de los Papúos y la Becerra, donde el fuego podría descender en efecto chimenea y complicar aún más los trabajos de extinción. “No voy a negarlo ni a caer en infantilismos: el viento es hoy el mayor problema al que nos enfrentamos”, afirmó. El fuego de Jarilla ya ha arrasado 16.000 hectáreas y se extiende por un perímetro aproximado de 164 kilómetros.
Evacuaciones y confinamientos en estudio
Por eso, el Cecopi ha decidido mantener evacuadas las zonas periurbanas de Hervás y las casas aisladas de Tornavacas, Navaconcejo, Jerte y Cabezuela del Valle. Además, se ha dado un preaviso a la localidad de La Garganta, donde se pide a los vecinos tener preparadas sus pertenencias básicas por si hubiera que activar la evacuación a lo largo de la jornada.
El humo también preocupa en la localidad de Hervás, donde no se descarta otra vez un confinamiento, así como en Tornavacas, aunque en este caso por la calidad del aire y no por el avance directo de las llamas.
El dispositivo de emergencia mantiene activo el albergue de la Ciudad Deportiva de Plasencia para acoger a la población desalojada, con especial atención a las personas vulnerables, previamente identificadas por los servicios de Protección Civil y los ayuntamientos.
Lucha desde el aire y vigilancia en tierra
En el operativo de hoy participan más de 460 efectivos, 25 medios aéreos, 7 máquinas pesadas y 24 unidades de bomberos forestales, además de la colaboración de la UME, el Ejército y equipos llegados de otras comunidades autónomas y de países como Alemania, Portugal, República Checa y Eslovaquia.
Bautista explicó que las condiciones del terreno hacen inaccesibles las dos principales líneas de trabajo en Hervás y Jerte, por lo que los medios aéreos son los únicos que pueden atacarlas de forma directa. Mientras, los equipos en tierra realizan labores de repaso y refresco para evitar reactivaciones, una tarea que calificó de “fundamental”, pese a que pueda parecer menos visible.
El consejero destacó además la labor de vigilancia que realizan las agrupaciones de voluntarios de Protección Civil y las patrullas del Ejército, que permiten detectar conatos y reactivaciones a tiempo.
En este sentido, la dirección del Plan Infoex ha hecho un llamamiento a la responsabilidad ciudadana después de que en la tarde-noche de ayer varios vecinos prendieran fuego a las hierbas de sus cerezos con el objetivo de mantener despejadas las parcelas y evitar que el incendio alcanzara sus explotaciones, una práctica que puso en riesgo al personal de los equipos de extinción.
Un dispositivo sin precedentes
Bautista subrayó la “coordinación absoluta” entre administraciones y países, lo que convierte este operativo en un dispositivo global “nunca visto en Extremadura”. “El pueblo extremeño va a estar agradecido durante mucho tiempo por el trabajo de todas las comunidades autónomas y de los países que se han volcado con nosotros”, añadió.
El consejero quiso trasladar también un mensaje de reconocimiento a la población afectada: “En lugar de encontrar lamentos, lo que vemos cada día son agradecimientos y colaboración. El pueblo extremeño lleva en su ADN el sufrimiento y la resiliencia, y hoy demuestra, una vez más, su capacidad de reconocer y agradecer”.
Pese a que las temperaturas se han moderado —con mínimas de 13 grados durante la madrugada y máximas previstas en torno a los 30—, el viento sigue siendo la principal amenaza. “Hoy no podemos hablar de optimismo: la realidad meteorológica nos obliga a ser prudentes”, concluyó Bautista.