La Xunta pide motobombas al Gobierno mientras las suyas pasan turnos enteros aparcadas por falta de personal

La Xunta pide motobombas al Gobierno mientras las suyas pasan turnos enteros aparcadas por falta de personal

Una parte de las más de 200 plazas que, según los sindicatos, quedaron sin cubrir en el operativo antiincendios —al menos 80 en Ourense— eran las de conductores y mecánicos de estos vehículos

La Xunta retira de la ola de incendios a los bomberos urbanos mientras sigue solicitando medios al Gobierno

En el listado de medios que la Xunta solicitó al Gobierno para combatir la oleada de incendios en Ourense, junto a bulldozers, helicópteros y nodrizas, hay un apartado específico para las motobombas. El ejecutivo autonómico solicita a Madrid 30 de estos vehículos para acompañar a los 380 que, según la información oficial, forman parte del “mayor dispositivo antiincendios de la historia de Galicia”. Sin embargo, según denuncian los sindicatos y ha podido comprobar elDiario.es, muchas de esas motobombas permanecen paradas durante buena parte del día al carecer de personal para manejarlas. A la hora de cerrar esta información, la Consellería de Medio Rural seguía sin responder a las preguntas de esta redacción.

“Las motobombas trabajan por turnos”, explica Óscar Rodríguez —bombero forestal, jefe de cuadrilla y delegado de CCOO en el Servizo de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais (SPIF) de Ourense—. “Si tú no tienes gente para cubrir las 24 horas del día, en esos turnos en los que no hay nadie se quedan en el garaje”. Largas franjas de tiempo durante las que permanecen inoperativas. Por eso, a Rodríguez no le pasó desapercibido que, en la petición al ejecutivo, Rueda solicitase que los vehículos viniesen “con sus conductores”.

Tras reclamar durante el invierno la cobertura de todas las plazas del servicio, CCOO denunció que, pese al triunfalismo de la Xunta —“cuando empezó la temporada de fuegos estaba todo perfectamente preparado”, insistía todavía este lunes el presidente gallego—, al entrar en el período de máximo riesgo, el dispositivo contraincendios estaba “lejos de funcionar al 100%”. “Nos decían que no había vacantes, que no existían y nosotros contabilizamos más de 200 sin cubrir, más 80 en la provincia de Ourense”, la que está siendo devastada por las llamas.

Entre esas vacantes estaban, entre otras, muchas de conductor de motobomba o de conductor-mecánico, la figura que se encarga de gestionar su mantenimiento y su puesta a punto con el taller. “Las dos plazas del distrito forestal XIV (Verín-Viana, el mayor de Galicia) y la única que existe en el XIII (Valdeorras-Trives) llevan muchísimo tiempo sin cubrir”. En esos dos distritos es donde siguen ardiendo los mayores fuegos de la historia de Galicia.

Este lunes, el presidente de la Xunta respondió a las críticas por solicitar 200 efectivos del ejército mientras los sindicatos denunciaban la existencia de un número equivalente de vacantes en el servicio de extinción. “Las plazas no cubiertas eran plazas por bajas”, aseguró entonces Alfonso Rueda. “Se están haciendo llamamientos continuos para cubrirlas y también se están criticando esos llamamientos”.

Llamamientos en plena oleada

Los últimos llamamientos de los que hablaba Rueda se produjeron el viernes 15 de agosto. Fueron los números 16 y 17 de los realizados este año. Ese mismo día se superaron las 40.000 hectáreas calcinadas en Ourense, hubo pueblos confinados, residencias de mayores evacuadas y se cortó la circulación por tren con la Meseta. Frente a los 15 llamamientos anteriores, de apenas un puñado de vacantes en cada uno, en éste se convocaron 198 plazas para el servicio de extinción, la práctica totalidad, de incorporación inmediata. Para los sindicatos, fue “la confirmación” de sus denuncias.

“Esas plazas no eran para cubrir bajas que fuesen surgiendo”, asegura Rodríguez, “son las que vienen de atrás”. Muchas de ellas, según asegura, bajas de larga duración que, ante la dureza del servicio, en muchas ocasiones acaban derivando en incapacidades. “No son vacantes, son sustituciones”, zanja Zeltia Burgos, responsable de administración en la CIG, “que no sabemos cuándo se generaron, cuándo comenzaron y por qué no se cubrieron antes”.

A través de un comunicado, Burgos alertaba de que esas plazas se cubrirán a través de las listas de contratación, donde hay muchas personas sin experiencia previa en incendios forestales. “Van a entrar con un dispositivo desbordado, colapsado, con personal agotado y con la presión psicológica de peligro y riesgo grave debido a la gran cantidad de fuegos y de su tamaño”.

Para la CIG tampoco hay duda de que se llegó a esta situación “porque desde la Secretaría Xeral Técnica de la Consellería de Medio Rural se negaron a cubrir los puestos vacantes y no vacantes antes de la campaña de incendios”. Y eso “a pesar de que las personas expertas y la representación del personal alertamos de que iba a ser una campaña difícil”.

Las de los distritos forestales no son las únicas motobombas infrautilizadas de las que podría disponer la Xunta para la lucha contra el fuego. Sin salir de Galicia, los parques comarcales disponen de vehículos que, de nuevo, se ven obligados a estar parados por falta de personal. En el de Verín, a solo unos metros de la base del distrito XIV, este martes había tres vehículos y otros tantos efectivos, así que dos permanecieron parados. Esa noche, Medio Rural enviaba de vuelta a sus bases a los bomberos urbanos que participaban en el dispositivo porque consideraba que, en esta fase de la ola de incendios, en la que no se registran evacuaciones ni confinamientos, ya no eran necesarios. Horas después, según informó la Cadena SER, daba marcha atrás ante el revuelo causado por la decisión. Sin embargo, a última hora del miércoles, a los efectivos que recibieron la apresurada orden de recoger aún no los habían convocado para regresar al operativo.