Gabriel de la Rosa, cantante de Shinova: «Vivimos en tiempos oscuros con antiguos fantasmas vestidos diferente que dan miedo»
El líder de la banda vizcaína destaca el poder de la música en los momentos más complicados, «cuando todo ese ruido se vuelve más pequeño al escuchar una canción que se convierte en cobijo»
Programación – Supergrass, James, Shinova, Dorian, Repion y Barry B protagonizarán la segunda edición del festival Sonorama Ribera Day en Santander
Gabriel de la Rosa, nacido en Tenerife pero vizcaíno al mismo tiempo, es el líder y vocalista de Shinova, una banda musical con una trayectoria de más de una década que les ha llevado a recorrer escenarios de España, Europa y Latinoamérica. Con su álbum ‘La Buena Suerte’, que compusieron antes de la pandemia, ganaron su primer Disco de Oro, gracias al single ‘La sonrisa intacta’, que ya cuenta con más de 20 millones de reproducciones en Spotify.
Tras publicar cuatro discos desde su nacimiento, su trabajo más reciente es ‘El Presente’, un álbum que refleja el momento más consciente, luminoso y maduro de su carrera. “Vivimos en tiempos oscuros con antiguos fantasmas vestidos diferentes que dan miedo”, dice Gabriel de la Rosa en esta entrevista con elDiario.es, en la que ha subrayado el poder que tiene la música, tanto para consolar al que la escucha en los momentos más complicados, como para unir a las personas y crear fuertes vínculos: “La música nos conecta, el ser todos parte de lo mismo es maravilloso y es lo que de verdad vale la pena de esta profesión”.
¿Cuál es el origen de Shinova y qué historia hay detrás?
La banda se fundó en 2008 con Ander Cabello, el antiguo bajista, y conmigo. Empezamos a componer canciones juntos, después se fue formando el grupo, sacamos dos discos con un estilo muy diferente, aunque principalmente nos centrábamos en el metal, hasta que nos empezaron a llamar la atención otros sonidos. De una forma muy natural estuvimos dos o tres años componiendo y después ya entraron Erlantz Prieto, Daniel del Valle y Joshua Froufe, el resto de integrantes actuales, y con ellos inició una nueva etapa para Shinova, con un estilo completamente diferente a lo que habíamos hecho antes pero, si me preguntas por etiquetas, no sabría decirte qué género era el que más nos definía.
¿Siempre quiso dedicarse a la música?
Desde que tengo memoria, la música ha estado presente en mi vida. Recuerdo estar en clase, escribiendo canciones en el pupitre que no tenían melodía, pero yo me la imaginaba… Más adelante, con 14 años, empecé a tocar con algunos compañeros del instituto y, a día de hoy, creo que lo importante es mantener esa visión hacia la música. Que sea una manera de disfrutar, que cuando compongamos sintamos que estamos jugando, experimentando y disfrutando y que, aunque se haya convertido en nuestra profesión, que no se pierda nunca la emoción. Como banda nos sentimos muy afortunados de poder dedicarnos a esto, ya que ha sido casi un accidente llegar a donde estamos ahora. Aunque se trabaje mucho, es muy complicado lograr vivir exclusivamente de la música y nosotros lo hacemos desde hace años, así que no podemos sentirnos más afortunados.
¿De niño tenía algún referente musical que hoy en día siga disfrutando?
Muchísimos. Hace poco, en un viaje desde Valencia hasta Madrid, escuché durante horas Deep Purple, la banda británica, y me di cuenta de que con los años no solo disfruto la música que escuchaba en la adolescencia, sino que descubro cosas nuevas sobre esas canciones, entiendo los porqués de los arreglos, de la estructura de cierta canción, intuyo hacia dónde querían ir… Reencontrarse con singles de la infancia y escucharlos con los oídos de un adulto es muy bonito. Descubrí que ese niño que en su día fui sigue ahí.
Queremos que cuando compongamos sintamos que estamos jugando y que, aunque se haya convertido en nuestra profesión, que no se pierda nunca la emoción
Su estilo musical ha ido evolucionando desde sus inicios, en los que se acercaban más al rock. Hoy en día están considerados como un grupo de música indie. ¿A qué se ha debido tal cambio entre estilos?
Recuerdo la época más dura de la banda con la primera formación, cuando nuestro estilo era muy cercano al metal, pero luego cambiamos drásticamente. En aquel momento yo escuchaba otros géneros muy distintos, como por ejemplo, Chabela Vargas, y a raíz de ella empezó a gustarme Jairo Zavala, que era conocido como Depedro, y me sumergí en un mundo musical que no conocía. Empecé a investigar y, al final, nuestros gustos personales siempre han influido en nuestra evolución artística de forma muy natural, guiados por la pasión que sentimos por la música.
¿Hay alguna de sus primeras canciones que en la actualidad escuche y le haga sentir esa sensación?
Claro. Por ejemplo, temas como ‘La Buhardilla de la Musa’, y ‘Aurora’, las dos del álbum ‘Cartas de Navegación’ de 2018, se quedaron un poco escondidas, nunca las hemos tocado mucho en directo, pero ahora las escucho y veo las posibilidades que tenían, no solo por la producción de aquel momento, sino por lo que se podría lograr con ellas ahora. Son canciones que, sin ser singles de la banda, he notado a posteriori que me marcaron mucho más de lo que pensé cuando las escribí.
Su último disco ‘El Presente’, es una continuación a su anterior trabajo, ‘La buena suerte’. Este lo compusieron antes de la llegada de la pandemia, pero pareció prever la nueva normalidad tras ella…
Sí, escribimos las canciones y después llegó la pandemia. Fue increíble cómo con lo que vivimos cada una de las frases que forman los singles de ‘La buena suerte’ cobraron otro sentido, uno muy especial.
Sin embargo, ‘El Presente’ habla del hoy. ¿Por qué hay tanta diferencia entre sus significados?
Puede que sea un tópico, pero no por ello es menos cierto: este disco habla del presente como un regalo, tratando de transmitir que, realmente, lo único que tenemos es este momento. Muchas veces nos centramos en lo que va a suceder en el futuro o nos quedamos anclados en el pasado y no somos conscientes de que lo único que es real es el presente y de él depende todo lo demás. El disco se basa en una premisa tan sencilla como esta, pero a la vez tan importante…
La música nos conecta a todos, el ser todos parte de lo mismo, aunque sea durante dos horas, es maravilloso
Teniendo en cuenta que ya ha pasado un año desde su publicación, ¿creen que las canciones han cobrado nuevos significados en relación al nuevo presente?
Sin duda. Desde el momento en que empezamos a tocar esos temas en directo y comenzamos a vivir experiencias nuevas, el disco cobró sentido en cada instante. En esta gira, especialmente, estamos aprendiendo mucho, viviendo momentos súper bonitos y otros más complicados, pero, al final, todo es un aprendizaje para la vida, ya no sólo para la música. Y mientras sucede esto, las canciones empiezan a adquirir un significado diferente o quizá más amplio.
¿Qué quieren transmitir a su público en sus directos?
Cuando estamos en un directo, lo que queremos es que la gente disfrute, que tengan ese ratito de evasión, porque la música también es una vía de escape. Por otro lado, también es muy importante la conexión con el público, y por suerte la nuestra es muy potente. La música nos conecta a todos, el ser todos parte de lo mismo, aunque sea durante dos horas, es maravilloso y es lo que de verdad vale la pena de esta profesión.
¿Hay una canción de ‘El Presente’ que haya sido más especial por su conexión con el público en esta gira?
Sí, unas cuantas. ‘Alas’, por ejemplo, que fue el primer single, funciona muy bien, la gente la recibe siempre a lo grande, dando pie a uno de los momentos más álgidos del show. ‘No cambiaría nada’ es otro de esos temas en los que hemos observado cómo desde las primeras frases el público siente una conexión enorme. Asimismo, cuando cantamos ‘Berlín’ los ojos de nuestros fans se ven igual que los nuestros, iluminados cuando empiezan a sonar los primeros acordes. Así que, sí, tenemos unas cuantas canciones que han llegado para quedarse en el repertorio de las siguientes giras.
Han comentado que se encuentran en el mejor momento de su historia. ¿Por qué?
Nos encontramos en un muy buen momento. La banda suena muy potente y estamos preparando canciones nuevas, pero todavía queda gira por delante. De hecho, cerramos el 27 de diciembre en el Movistar Arena, así que aún quedan unos meses para poner fin a este tour y, además, tenemos muchas cosas sobre la mesa a la vez.
Se encuentran en pleno tour de ‘El Presente’. ¿Cómo viven la falta de Ander Cabello, el antiguo bajista, después de tantos años siendo parte del grupo?
Hace unos días Shinova publicó un comunicado en redes sociales en el que se explica todo. No tengo nada más que decir al respecto, simplemente que trataremos este tema por los cauces adecuados.
A lo largo de esta gira han pasado por Latinoamérica. ¿Qué sensación tienen al tener fans fuera de España?
Es una pasada ver cómo nuestra música ha llegado a lugares en los que nunca nos habríamos imaginado. Hemos pasado por Argentina, México, Uruguay… Y tenemos claro que volveremos. En Argentina hemos cantado ya dos o tres veces, pero en México solamente una vez y la acogida por parte del público fue increíble. Recuerdo que tuvimos un concierto un viernes en Toledo, en España, y en la noche del sábado estábamos tocando en México sin haber hecho promoción antes. Todos y todas cantaban nuestras canciones y al día siguiente fue la firma de discos, algo que recuerdo con especial cariño. Cada persona nos contaba su historia personal con un disco nuestro o con una canción, y nos dimos cuenta del alcance que tiene la música. De repente hay una persona al otro lado del Atlántico que ha hecho esa canción suya, que la ha adaptado a su vida, y eso… eso es magia, es un milagro.
De repente hay una persona al otro lado del Atlántico que ha hecho esa canción suya, que la ha adaptado a su vida, y eso… eso es magia, es un milagro
Eso refleja el poder de la música para unir a personas de distinta procedencia, independientemente de la situación global que se viva en cada momento, ¿no cree?
Exactamente. Vivimos en tiempos muy oscuros, en una época complicada donde estamos viendo antiguos fantasmas vestidos de otra manera, pero que recuerdan a tiempos pasados y que, sinceramente, dan miedo. Creo que además las redes sociales amplifican todo este ruido y con todo el estrés que vive la sociedad hoy en día, la situación cada vez es peor. Cada vez se habla más abiertamente de la salud mental pero, ¿cómo no se iba a hablar? Con todos los estímulos continuos que tenemos, con el ritmo de vida que llevamos hoy en día, es normal. Sin embargo, ahí se ve el valor de la música, cuando todo ese ruido se vuelve más pequeño al escuchar una canción que te sirve de consuelo, de descanso o de cobijo.
Su última canción, del pasado 18 de julio, se titula ‘Sería mejor callarse’ en colaboración con el grupo musical Café Quijano. ¿Cómo surgió este encuentro?
Esta canción forma parte del último disco de Café Quijano y la tenían ya grabada. Se pusieron en contacto conmigo porque pensaron que Shinova podría encajar en el single y así fue. Conectamos mucho, sobre todo a nivel humano, porque son unas personas maravillosas, con una experiencia tremenda y con muchas ganas de seguir disfrutando de la música y de innovar, algo que esta canción refleja a la perfección, porque suena Café Quijano, pero con un ritmo distinto; eso sí, sin perder un ápice de personalidad. Para mí fue un honor cantar esa canción.
Este sábado 23 de agosto actúan en el Sonorama Ribera Day de Santander. ¿Qué esperan de este concierto? ¿Tienen preparada alguna sorpresa para su público?
Nosotros somos vecinos y pasamos mucho tiempo en Cantabria como buenos vizcaínos, así que nos sentimos en casa. No hemos tocado demasiado por ahí en los últimos años y tenemos muchas ganas de un concierto que, sin duda, va a ser especial y habrá alguna sorpresilla en el repertorio. Además, el cartel es increíble, ya que compartiremos ese día con artistas que admiramos, como Barry B, Repion, que es una banda increíble y Supergrass, de los que siempre hemos sido fans. Creo que va a ser un día para recordar.