Las traineras, el fenómeno deportivo, social y tradicional de cada verano en la costa vasca

Las traineras, el fenómeno deportivo, social y tradicional de cada verano en la costa vasca

De faena marinera a espectáculo deportivo en categoría masculina y femenina, el remo moviliza en las banderas a miles de personas

Cruzar el Atlántico con un velero de yute y una enfermedad rara: “El coraje lo necesité en el hospital, no en el mar”

En el municipio costero de Orio, en Gipuzkoa, reina la paz. Es un lunes tranquilo. En la suave tarde, las gaviotas sobrevuelan los barcos; mientras, en las calles, los oriotarras hablan del resultado que los ‘aguiluchos’, su trainera, han obtenido en el pasado fin de semana. En la costa vizcaína y guipuzcoana, el remo no solo es el deporte rey del verano, sino que es un fenómeno social, cultural y económico. Se televisa y se tuitea, y cuando llegue la bandera de La Concha, será un acontecimiento social. Hasta el lehendakari, Imanol Pradales, fue de joven bogador (él lo prefiere a remero) y las metáforas sobre las ciabogas y las técnicas del remo han llenado la política vasca durante lustros.

Iker Zabala -entrenador del club de remo Orio- se encuentra en el primer piso de Arraunetxe, también llamado Centro de Tecnificación de Remo y Piragüismo, que fue inaugurado en el año 2012. La historia del centro es paradigmática. Su construcción comenzó a finales de los años setenta, de la mano del cubano Pedro Abreu, que decidió invertir su dinero en el remo. Sin embargo, tras el secuestro de Abreu a manos de ETA, y su posterior liberación, se fue a vivir a Suiza, dejando el proyecto en tierra de nadie. No fue hasta 2013, gracias al impulso conjunto del Ayuntamiento de Orio y el club, cuando se completó la edificación con un coste alrededor de 6 millones de euros, con el objetivo de construir una instalación de elite para deportistas de remo y piragüismo.


Iker Zabala, entrenador de Orio

Zabala se encuentra tranquilo, y tiene motivos. Su equipo acaba de ganar la bandera de Hondarribia -en el momento de la entrevista, a comienzos del mes de agosto- y han obtenido el segundo puesto en la de Lekeitio. De hecho, Orio se encuentra líder en la Eusko Label Liga –primera división de la liga de remo del Cantábrico creada por la ACT (Asociación de Clubes de Traineras)– con 116 puntos, 19 más que Zierbena, que se encuentra en segundo lugar.

Cuando el entrenador hace un repaso rápido a su reciente pasado, dice: “En Bermeo veía dificultades. El club y yo no estábamos en la misma frecuencia y había que tomar decisiones drásticas que yo estaba dispuesto a asumir, pero el club no. Orio se había puesto en contacto conmigo haces años y no cuajó, pero volvió a la carga”. Sin embargo, esta vez, el bermeotarra aceptaría ‘una oferta que no pudo rechazar’.

Porque, sí, como en el fútbol o en ciclismo, en esta disciplina también hay un mercado de fichajes. En Eusko Label, a finales de octubre o como tarde en noviembre, empiezan los entrenamientos cara a la siguiente temporada, con lo que en agosto ya se producen los primeros ‘tanteos’ entre los clubes. En noviembre, prácticamente todos los clubes, tienen plantilla cerrada.

“Orio cuenta con una gran tradición en el remo y unas instalaciones espectaculares. En los últimos años, quizás, la trainera no ha rendido al nivel que se esperaba y fue entonces cuando se me encendió la chispa y dije: vamos a ir Orio y vamos a intentar que la trainera gane de nuevo”, cuenta. Dicho y hecho, unos cuantos meses después, el equipo guipuzcoano se encuentra de nuevo liderando lo más alto de la tabla clasificatoria.

Después de unos segundos de reflexión, deja claro: “Obviamente, por la calidad de los remeros”. Su mismo escenario ha sido habitual en este deporte: los distintos remeros han tenido que tomar diferentes decisiones y responsabilidades para intentar dejar su renglón en la amplia historia del remo. Este deporte ha sobrevivido gracias a remeros, entrenadores y clubes, pero también a ligas, seguidores, pueblos, entidades públicas, patrocinadores y al propio peso de la historia.

El origen de la trainera en la zona de Bidasoa

A mediados del siglo XVIII, el rey de Francia, Luis XV, le encargó a Henri-Louis Duhamel du Monceau que hiciera un inventario de las pesquerías francesas del territorio francés. Viajó de puerto en puerto y, cuando llegó a Hendaya, describió que apenas unos años antes un pescador de Hondarribia había inventado un nuevo arte de pesca, describiendo la embarcación que en el futuro se llamaría ‘trainera’ –sin nombrarla–. “El nombre ‘trainera’ viene mucho más tarde; se lo da esa red de cerco –una pequeña red que se puede maniobrar muy fácilmente– que se llama traína”, explica Xabier Agote, el presidente y fundador de Albaola Itsas Kultur Faktoria.

Antes de la introducción de esa red de cerco, en las costas vascas la sardina –sustituto del bacalao a causa de su escasez–, se capturaba mediante técnicas rudimentarias, como la red de enmalle, un arte de pesca pasiva que consistía en dejar la red y esperar a que el pescado se enrede accidentalmente. “A veces incluso eran atraídos con algún alimento o huevos de bacalao”, dice Agote. Sin embargo, con estas técnicas antiguas no conseguían pescar lo suficiente, y además las embarcaciones eran muy lentas.

Entonces, junto a la solución de la red de cerco –con una malla muy pequeña–, se ideó también una embarcación más larga, con la curvatura de la quilla más estilizada para girar rápidamente y realizar la famosa ciaboga de las regatas, es decir, un giro de 180 grados. De esta manera, se podían capturar esas sardinas y anchoas que eran compactadas por los delfines. “La invención de la trainera es algo revolucionario porque les permite acercarse con la rapidez y maniobrabilidad necesarias para que las sardinas y anchoas no tengan tiempo para escapar, atrapando esa bola de pescado con la red”, comenta Agote.

Había que ser veloz y competitivo para llegar a los bancos de pescado, ya que todos los días había que llegar los primeros a los cardúmenes. El talayero –que se situaba en una atalaya para divisar desde tierra los bancos de peces– avisaba desde la vigía a su cuadrilla, y entonces, todos se dirigían a por el pescado. Era clave llegar primero a los caladeros. Con ese espíritu competitivo nacen las regatas de traineras. La trainera nació en Hondarribia alrededor del año 1750 y se extendió rápidamente a lo largo de la costa vasca primero y luego hasta Galicia. Hoy en día, también hay equipos de otros territorios cantábricos en las competiciones.

Sin embargo, las primeras regatas organizadas de traineras no se llevaría a cabo hasta mediados del siglo XIX, con especial mención al que tuvo lugar en San Sebastián en verano de 1844, con motivo de la presencia de la Reina Isabel II, o la celebrada en el verano de 1849, en la bahía de Santander, para celebrar la fiesta de la ‘Virgen de Agosto’.

En Hondarribia sigue la tradición

“Hay muchísima afición en Hondarribia. En los días de regata se ve a todo el mundo vestido de verde. No solo eso, cuando salimos a entrenar siempre hay gente que viene a vernos”, comenta Iker Cortes, entrenador de Hondarribia de la Liga Euskotren –primera división de la liga femenina–. Cortés se encuentra en las oficinas de Hondarribia Arraun Elkartea. Alrededor, diferentes trofeos obtenidos a lo largo de la dilatada historia del club descansan en las estanterías, con el color verde como predominante. “Los cuatro ‘aitonak’ –abuelos en euskera– siempre van a estar ahí cuando salgamos, y eso nos motiva”, apunta.

Antes de que dé comienzo el entrenamiento a las 18:15, el de Sestao se encuentra alegre. La Ama Guadalupekoa –nombre de la trainera– se juega mucho el sábado, ya que se celebra la XVII Txingudiko Bandera en el propio Hondarribia. “La regata de casa siempre es importante. Siempre. La charanga, la que nos suele acompañar cuando ganamos banderas, va a estar todo el día por el pueblo dando vueltas y amenizando, así que habrá un ambiente espectacular”, dice.

Ahora que Cortés es entrenador, está todo el día pensando en el remo: “Los entrenadores somos como los sherpas. Cargamos las mochilas de ellas para intentar llevarlas hasta la cima”. Por otra parte, Eneritz Martiarena, remera de 23 años del primer equipo, también se encuentra en el club, antes del entrenamiento. “Entrenamos 6 días a la semana y descansamos los lunes. Un día hacemos pesas, otro día ergómetro… y luego en verano, casi todos los días salimos al agua”, explica.

Al final, lo que se consigue, según la remera, es crear una familia; “Al pasar tantos días juntos, creas una amistad muy especial. Tanto tú como tu compañera están sufriendo lo mismo, y ese sacrificio es lo que te une”. Además, Hondarribia es un club de cantera. “La liga está promoviendo cupos mínimos para trabajar la cantera, pero nosotros no tenemos problemas para completar, ya que la mayoría son del propio club”, recalca.


Hondarribia

La entrevista fluye con una formalidad y seriedad profesional, pero cuando se le nombra Hondarribia, su cara cambia: “Este deporte une a todo el pueblo. Da igual los resultados que obtengas, siempre vas a tener al pueblo al lado y te va a estar apoyando. Descendimos de este nivel y el pueblo estuvo ahí dándonos calor”. Xabier Olaskoaga, del primer equipo masculino, también resalta el apoyo del pueblo: “Yo creo que, sobre todo en verano, el pueblo nos muestra un apoyo incondicional y eso es muy bonito. Cuando se acerca el fin de semana, la gente está más encima y se agradece”.

No sólo Pradales fue bogador. El candidato del PNV en las municipales de 2023 en Hondarribia ‘Txalo’ Carrión, acumulaba un cuarto de siglo en la Ama Guadalupekoa. En Bizkaia, por otra parte, Patxi Egurrola -actual presidente del club Busturialdea A.E. y exremero- es alcalde de Elantxobe. Si echamos la vista atrás, sobresalen nombres como Juan María Altuna, que inició su trayectoria en la política municipal en 2007 como número dos del PNV a la alcaldía, después de ser campeón mundial de remo en 1983 y participar en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992.

El remo femenino y su auge

Martiarena compite en la Liga Euskotren, la máxima división de las competiciones femeninas, que comenzó a celebrarse en 2009 -con ocho jornadas-, un año después de que se disputara la primera bandera de La Concha femenina. Sin embargo, aunque se hayan dado muchos pasos y actualmente haya dos competiciones, el camino del remo femenino no ha sido nada fácil.

Borja Rodrigo, presidente de la ACT, explica de la siguiente manera: “En 2009 se creó la Liga Euskotren, con el mismo modelo que la liga masculina”. Aún así, en esta etapa temprana, al no haber suficientes remeras en los clubes para cubrir una trainera, se decidió competir entre selecciones territoriales: la gallega, la cántabra, la guipuzcoana y la bizkaitarra. “Nació en un contexto donde no había traineras en los clubes y fue una apuesta que hicimos pensando que sería buena de cara al futuro”, explica Rodrigo. En 2011 se pasó a competir entre clubes y, en 2018, con el motivo del décimo aniversario, se amplió a 18 jornadas. En dicho año también surgiría la Liga ETE -segunda división femenina- por la Asociación de Traineras de Mujeres. Otro cambio significativo sucedería en 2023, con la aplicación de un nuevo sistema de competición que aumentó de cuatro a ocho el número de clubes participantes.

El calendario ligero femenino dura tres meses. En 2025, comienza el 5 de julio con la Bandera de Bilbao y se pone fin el 21 de septiembre con la segunda jornada de play-off en Portugalete. “El 22 y 23 de septiembre, ya empezamos a planificar el calendario de la temporada que viene”, señala Rodrigo.

Aunque muchos de los clubes que apostan por el remo femenino cuentan también con un equipo masculino, existen casos en el que únicamente disponen de un equipo femenino como es el caso de Hernani A.E., Tolosako A.K o Donosti Arraun Lagunak, que ganó su primera liga en 2021.

Lucia Canal, remera de Arraun Lagunak comenzó a remar con diez años: “Soy donostiarra y he vivido la Conchandesde pequeña. Estuve en el banco móvil hasta los 18 años y, desde los últimos cuatro años, ya formo parte de la trainera. Llevamos 3-4 años manteniendo el mismo equipo y nos sentimos compactas”.

En el momento de hablar con Canal, en plena Semana Grande donostiarra, Arraun Lagunak se encuentra líder en la clasificatoria y no puede disimular su ilusión. Sin embargo, también se siente algo apenada por la cercanía del fin de la competición, poniendo en valor el trabajo realizados por todas las traineras: “la primera y la última de la liga entrenan los mismos días que nosotras, con más o menos intensidad. Prácticamente todas sacrificamos lo mismo, aunque solo gane un equipo. Al final dejas de lado muchas cosas, como las vacaciones en verano… pero todo el esfuerzo realizado merece la pena al terminar la liga”.


Parada de Euskotren

Juan Mari Etxabe, técnico de Arraun Lagunak y entrenador que ha dirigido tanto a chicas como a chicos, deja claro que no hay tanta diferencia entre los dos sexos: “Soy de los pocos entrenadores que he ganado con ambos y lo único que puedo decir es que, en cuanto la actitud y ganas, no hay diferencia. Hay personas más valientes y débiles en ambos casos”. Curiosamente, Etxabe aprendió a remar en 1982 con las remeras del pueblo de Pasajes, entre las cuales se encontraba su actual mujer.

Su carrera comenzó en San Juan donde terminaría ganando tres Banderas de la Concha. Años después, en 2004, formó parte de la primera liga de Urdaibai. “Después de un año sin remar, tenía la intención de dejarlo y, un día, me llamó Josean ‘Aizperro’, que andaba con un proyecto nuevo. Allí había gente de San Pedro, Orio, Zumaia, Arkote… Éramos como una selección”. En la ‘Bou Bizkaia’, compartió vestuario con remeros como Julio Cascante, Aitor Balda, Santiago Zabaleta, Iker Zabala, Jon Elortegi o Eneko Van Horenbeke.

Un año después, en 2005, terminó fichando por Castro Urdiales bajo las órdenes de José Luis Korta. “Tengo que estar agradecido al difunto Agustín Anglada -el presidente de Castro en aquel año- porque gracias a él me ambaque en un proyecto potente. A finales de 2006, un día me dijo que quería que fuese el próximo entrenador de Castro”, comenta Etxabe. Después dirigió a Santurtzi, Urdaibai y San Juan -tanto categoría femenina como masculina-, antes de llegar a Arraun Lagunak.

El de Oiartzun, quién se reunió con nuestro periódico en una calurosa mañana de mediados de agosto en Donibane, cuenta una historia particular sobre su entrada a Arraun Lagunak: “Estaba en la directiva de San Juan y mi hija, Lorea Etxabe, remaba en el club. Un día me dijo que le llamaron de Arraun Lagunak y le animé a que se abriera, tal y como yo había hecho en el pasado cuando me marché a Urdaibai”.

Cuando su hija estaba en Arraun Lagunak, un día le comentó que estaría bien que echara una mano. “Hablé con ellos y la cosa fluyó. Así empezó mi historia en Arraun Lagunak. Poco a poco fuimos mejorando, subiendo de nivel hasta llegar a donde estamos ahora”. Con Etxabe, el conjunto donostiarra ha ganado tres ligas (2021, 2023 y 2024) y tres Banderas de la Concha (2021, 2023 y 2024).


Arraun Lagunak

Puede que en 2025, las donostiarras vuelvan a demostrar que no hay rival en la Bandera más preciada de todas -la de la Concha-. Uno de los momentos más épicos que cualquier amante del remo femenino puede recordar se encuentra en las espectaculares regatas de la edición de 2017, cuando las traineras hicieron frente a unas violentas y bravas olas, dejando en el recuerdo unas imágenes casi cinematográficas. Durante algunos segundos las remeras parecían volar junto a su embarcación.

Actualmente, el remo femenino continúa poco a poco ganando protagonismo, tal y como está ocurriendo en otros equipos femeninos en distintos deportes. Tal es así que, desde el Departamento de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, valoran positivamente esta evolución: “Los últimos años están siendo de gran transformación social en el deporte. Las políticas de igualdad, la equidad de derechos y oportunidades entre hombre y mujeres están siendo un eje prioritario para el Gobierno Vasco”.

Anteriormente, según la administración autonómica, el remo, como otros deportes, era un espacio “vetado” para la mujer. Y aunque queden muchos camino que recorrer, se han roto barreras muy significativas. “A finales de los años noventa contábamos con escasas embarcaciones femeninas y no ha sido hasta 2009 cuando las traineras femeninas han comenzado a competir en la liga de mayor nivel”, añaden desde el Gobierno Vasco.

Aun así, el entrenador más laureado del remo femenino deja claro que: “se quiere proteger el remo femenino, pero a nivel de prensa e imagen porque luego, en el día a día, no se ve tanto cariño como en el masculino en la organización de regatas”.

Cuando ACT apareció…

En verano de 2003 -exactamente el 2 de julio- con el objetivo de fomentar el remo y tras un acuerdo entre los gobiernos de Asturias, Galicia, País Vasco y Cantabria, nace la Liga ACT por la Asociación de Clubes de Traineras (ACT).

La creación de la primera división de remo masculino supuso un soplo aire fresco para la modalidad del banco fijo en las aguas atlánticas cantábricas, único lugar del territorio nacional donde se practica. “La competición surge con la idea de ordenar e impulsar todas las competiciones en el ámbito local que se organizaban en la cornisa, ya que aglutina desde Galicia hasta Euskadi”, explica el presidente de la liga.

Actualmente, el campeonato se compone de 12 clubes que participan en 20 regatas: cuatro en aguas gallegas, uno en Cantabria y el resto en Euskadi. Cada equipo organiza su regata particular, y las ocho restantes se llevan a cabo mediante la colaboración con marcas privadas o instituciones que desean organizar un evento. Esto da pie a regatas como la Bandera de Zarautz, la Bandera del Corte Inglés en Portugalete, la Bandera de Bilbao y la Bandera de Getxo en homenaje al lehendakari J. A. Agirre.


Los remeros de la ‘San José’ de Astillero celebran una victoria. | HUMBERTO BILBAO ®

El ahora llamado Eusko Label Liga -la marca de calidad de productos agroalimentarios del País Vasco es uno de los principales patrocinadores- se celebra en el periodo estival y consta de tres tandas, que coinciden con la Liga Euskotren los sábados por la tarde y domingos por la mañana, con una duración aproximada de dos horas y media. “En verano, las regatas se convierten en momentos de encuentro en los pueblos pesqueros. Además, complementamos el evento con una serie de actividades como ‘Fan Zone’, que acoge los stands de los diferentes patrocinadores”, explica Rodrigo.

Para la difusión, la liga cuenta tanto con EITB como con la televisión pública gallega para la retransmisión en directo de las regatas.

En 2023, en la segunda jornada de la Bandera de la Concha, la regata femenina y las masculina fueron líderes en su franja. La femenina alcanzó el 31,7% de ‘share’ llegando a 111.000 telespectadores de audiencia acumulada en Euskadi, mientras que la masculina logró un 39,2% con 146.000 telespectadores. “En el resto de los domingos, las cifras de audiencia oscilan entre el 17% y el 19%. La televisión es indispensable para dar visibilidad a las marcas que patrocinan”, añade Rodrigo.

Los principales patrocinadores de la liga son Eusko Label, Euskotren y Caixabank. Los de menor nivel suelen dar cabida en la ‘Fan Zone’ -area donde se encuentran los stands de los patrocinadores- en los días de las regatas. Por otra parte, los ayuntamientos también aportan apoyo económico. “La difusión, que incluye televisión, prensa escrita, radio y redes sociales, da valor a cualquier ayuntamiento costero que quiera acoger un evento deportivo-cultural”, señala Rodrigo. Gracias a la competición, el presidente valora haber conseguido aglutinar el primer nivel del remo, aportando cohesión, organización y visibilidad a lo largo del verano, “cuando anteriormente había regatas sueltas e inconexas”.


La corona del campeón de Eusko Label Liga

Tal es el fenómeno del remo en verano, que el propio Gobierno Vasco lo ha considerado como un deporte estratégico. “Al menos en la última década”, explican. “La Federación Vasca de Remo –que se ocupa de garantizar el marco legal, arbitral y reglamentario de la liga ACT–, junto a la de Pelota y Herri Kirolak, recibe la financiación más alta de las 48 federaciones vascas”. Además, dos potentes patrocinios del Gobierno Vasco –Eusko Label y Euskotren– dan nombre a las ligas. Anualmente se conceden dos subvenciones para organización y participación en competiciones internacionales, a las que el remo puede verse incluido, con un importe total de 1.000.000€.

Pero no todo son las “grandes” ligas. Patxi Egurrola -exremero en clubes como Elatxonbe o la fase inicial de Urdaibai- actualmente es el presidente de Busturialdea, que se encuentra en ARC-2, la tercera división de remo en banco fijo, creada por la Asociación de Remo del Cántabrico.

“Comencé a remar en 1988, cuando nace el club Elantxobe, en una eṕoca oscura marcada por las drogas. Se buscaba ocupar el tiempo de ocio entre los jóvenes”. Teniendo en cuenta que Elantxobe es un pueblo de 300 habitantes, en los noventa, el club prácticamente dependía de remeros del exterior, como de Portugalete o de Santurce. “No había ligas, todo funcionaba por invitaciones, todo era muy arcaico. Para nosotros Gipuzkoa era otro mundo”.

Si hay una fecha clave en la historia del club, esa es la del 1998 -décimo aniversario del club-, cuando Elantxobe ganó el Campeonato de traineras de Bizkaia. “Que un club de 300 habitantes gane a ciudades como Santurce o Portugalete fue un hito. Un par de años antes, llegó Julen Erauzkin -actual seleccionador de la Selección de Chile de remo- y nos ayudó a cambiar de mentalidad”. A partir de ahí, en Bizkaia se escucha que se creará una liga del Cantabrico. Después de muchos años de lucha, en 2007, Elantxobe se unió con Mundaka para formar Busturialdea y desde entonces, cada año cuenta con una trainera en el agua.

Tal fue el amor de Egurrola por el remo que, por otra parte, terminó como presidente de Busturialdea. “No es fácil financiar el club. Es un deporte caro donde se necesita de entrenadores, preparadores y material. Tenemos la suerte de contar con una furgoneta, la embarcación y los remos, pero la vida en la ARC-2 no es fácil”. El club cuenta con entrenadores voluntarios y gran parte de la entrada de dinero proviene de la txozna que suelen poner en Madalenas.

Actualmente, Egurrola también es alcalde de Elatxonbe. “Lo hice porque quería que mis hijas vivieran y trabajaran en el pueblo”. Gracias al apoyo de la Diputación a través al fondo Udalkutxa, que se reparte en base al número de habitantes y a los kilometros del municipio, el municipio sobrevive, “pero no tenemos ni kilometros ni habitantes. Además, no hay empresas en el pueblo.”

Cuando se le pregunta acerca del futuro del remo, lo tiene claro: “El remo va a sobrevivir porque es un modo de vida. Toda mi vida ha girado en torno al remo. Mis dos hijas, mis sobrinos… reman. Para mí es más que un deporte”.

…y Urdaibai aprovechó la ola

A día de hoy, Urdaibai es el club con más títulos de la liga, con diez ediciones ganadas. En las tres últimas -con Zabala como entrenador- ningún club ha logrado arrebatarle el podio.

“En casa siempre hemos tenido barcos. Cuando estaba con mi padre en el barco, miraba los típicos batelillos en el puerto, tenía mucha curiosidad”, recuerda Zabala. Curiosamente, el tío del joven bermeotarra entrenaba en un club y le dijo a su madre que esperara, que no comenzara a entrenar todavía porque se iba a cansar. Sin embargo, Zabala hizo caso omiso: “Comencé a remar en el año 1990 y no he parado hasta 2019”.

A principios de los noventa, solo entrenaban los chavales del pueblo. Todo era muy romántico, pero para los jovenes como Zabala, no había categoría sénior ni un foco donde seguir. Mientras otros clubes históricos como Orio y Hondarribia gozaban de un pasado grandioso y glorioso, en el pueblo costero vizcaíno aquellos chavales serían el embrión de la máquina competitiva que se convertiría en el futuro. “Empezamos a jugar con un batelillo sin aspiración y nos lo pasábamos bien. Todos éramos jóvenes conocidos del municipio. Al principio había un ambiente muy sano”.


Urdaibai, ganadores de la Bandera de La Concha de 2023

Todo fluía con normalidad hasta la llegada de un hombre que cambiaría los mimbres del club: Patxi Bilbao, figura clave en el cambio de mentalidad y crecimiento del club. Bilbao contaba con una “camada” muy buena, en la que Zabala formaba parte desde infantil. “Tanto el Club de Remo Bermeo, como el Club de Remo Mundaka –dos clubes de la comarca de Urdaibai– tenían ocho juveniles muy buenos”, comenta Zabala. “El problema era que éramos incapaces de sacar una trainera por nuestra cuenta. Entonces decidimos juntamos y nació Urdaibai”. En el primer año –en el año 1999–, la ‘Bou Bizkaia’ quedó tercera en la Concha.

Un buen día, el entrenador preguntó al vestuario -el lugar donde se consensuaban las decisiones-:

-¿Fichamos remeros de fuera con un nivel superior al vuestro para aspirar a ganar o nos juntamos con otro club del mismo nivel, pero sin aspirar a ganar?

El vestuario decidió la primera opción –“aunque los de casa no cobrásemos”–. Y así, Urdaibai empezó a progresar cada año, hasta alcanzar la primera liga en el año 2004, en la segunda edición. “En Bermeo no había tradición, no había costumbre. Marineros sí, pero competición en trainera, no”. Cuando empezaron a ganar en 2004, “ese monstruo se agrandó”, y a medida que fue creciendo, también fue degenerando. “Te vas desviando un poco del camino ideal”, comenta Zabala, antes de hacer pausa.

“Pero bueno, Urdaibai tiene una trayectoria impresionante en los últimos años”.

Modelos diferentes

Donibane es un pueblo en el que no se pasa, sino que se queda, porque la carretera termina allí. Joseba Fernández, entrenador de San Juan, es del último barrio de Donibane. Creció rodeado de la cultura de la pesca, donde los niños del barrio estaban “prácticamente” encima del agua.

“El primer recuerdo que tengo es con cuatro años, cuando la trainera del pueblo compitió en un Campeonato de España y salió por la tele por primera vez”. Éxitos como el del pasaitarra Luis María Lasúrtegui –único remero español junto a Fernando Climent que ha conseguido una medalla olímpica en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 en la modalidad de banco móvil– también fueron un impacto para el joven guipuzcoano, que hicieron que el remo y, en especial, San Juan entrasen en su vida.


San Juan

Empezó a remar con apenas 13 años junto a chavales de su generación y, cinco años más tarde, consiguió compartir trainera con quienes consideraba sus ídolos, aquellos que habían ganado la Bandera cuando el aprendiz era un niño. Después de logros como la Cocha del 1995, pasó a ser entrenador. “En los grupos en los que he estado siempre he querido inculcar dos cosas: que el remo no tiene nada que ver con un deporte individual y que no hay estrellas”.

Sin embargo, tras unos minutos de charla, explica sin rodeos: “Este remo de ahora no me gusta tanto. Soy más tradicional. Aspectos como la modernidad, la difusión o los medios de comunicación… aportan mucho, no cabe duda, y nos dan una dimensión extraordinaria. Pero que un remero no pueda subir por la rampa de la Concha me parece muy duro”.

Fernández va más allá: “Cuando se creó la ACT, que ha sido muy beneficiosa para el remo, se puso un objetivo. En el plan estratégico del Gobierno Vasco que precedió a su fundación, se buscaba reforzar el sello autóctono de los equipos, mantener la vecindad y que los pueblos se identificasen con la gente que iba a bordo. Es decir, reforzar el remo de cantera”. Sin embargo, según Fernández, todo derivó por otro camino. “Los equipos que han dominado la Liga ACT, han apostado por la filosofía de no cantera, de fichajes”.

Zabala por otra parte, ofrece otro punto de vista. “Lo que hay es mucha hipocresía en los clubes de remo. Muchos creen que tiran de chavales del pueblo, de cantera, y que todo es muy pulcro, cuando realmente no es así. Yo soy partidario de trabajar con la gente de casa, pero si no llegas, ¿qué haces? ¿Qué problema hay en traer un remero de Zarautz? Hoy en día está mal visto”.

Egurrola, por otra parte, añade otra matiz, exponiendo que se ha abierto el debate para ir en contra de dos clubs vizcainos: Zierbena y Urdaibai. “No sé si el hecho de que haya más canteranos haga que el remo esté mejor, pero creo que los debates hay que hacerlos para no fastidiar a nadie, sino pensando en el bien común del remo”. “Canteranos bien, pero hay municipios de 300.000 habitantes y otros de 300 habitantes. ¿Se debe aplicar la misma normal de canteranos tanto en Bilbao como en Elantxobe?”. Lo único que sabe es que va a permanecer en su club pase lo que pase.


Urdaibai

En este dualismo de modelos, Fernández pone un claro ejemplo que refleja la evolución del remo y cómo esto afecta a los clubes más tradicionales. “Orio ha tenido que dar un paso y cambiar un poco su histórica filosofía como club de referencia de cantera para dominar el remo como lo está haciendo este año”. No es crítico con los equipos que fichan. “Yo creo que cada uno ha hecho lo que ha podido. No todos los pueblos son como Orio, Hondarribia, San Pedro, Pedreña o el nuestro. Hay otros sitios donde hay que rascar más y buscar soluciones para que su trainera compita, y lo entiendo”.

Zabala añade que “si en casa no tienes lo suficiente para ganar, tienes que ir afuera”, como sucedió en los primeros años de Urdaibai. “Se cometieron errores, pero a muchos me gustaría verles en esa situación en la que poco a poco el pueblo te presiona con que tienes que ganar, pero no tienes mimbres. ¿Qué haces? ¿Bajas el pistón y vuelves al origen de Bermeo, que nunca ganó nada, o sigues con la rueda? Se siguió con la rueda”. Él fue parte implicada en todo aquel proceso. “Los que no estaban en esa posición nos critican, pero a Bermeo nunca se le ha regalado nada. Si el club ha hecho lo que ha hecho, es porque hay mucha gente trabajando y, obviamente, habían sponsors que invirtieron dinero”.

“Al final hay una realidad y se concreta en datos”, comenta Fernandez. En 22 ediciones de ACT, “la mayoría de los vencedores no siguen la filosofía de cantera. Ha habido excepciones, como cuando Hondarribia ganó en 2006, pero en el recuento general, se ve la diferencia”.

Los únicos salvadores del remo

El incumplimiento de la ACT con el plan estratégico obligó a los clubes a cambiar normas, introduciendo cupos y restricciones sobre la composición de las tripulaciones. “Antes había solo propios -cuando un remero pertenece a un club durante tres años consecutivos- y no propios. Surgieron los canteranos -remeros que han comenzado su trayectoria en un club-, y todo esto se dio porque la ACT no cumplió el plan”. En 2025 se aprobó una modificación que establece que, de siete propios, cuatro deben ser canteranos, o bien, de seis propios, haya cinco canteranos. En 2026, se exigirá que, de siete propios, haya cinco canteranos, o bien, de seis propios, los seis sean canteranos.

Según el presidente de la liga, el hecho de que existan cupos responde a la necesidad y compromiso de generar remeros. “Porque si todos nos dedicáramos a fichar, el mundo del remo estaría abocado a la desaparición. En una tripulación reman 13 más el patrón. La normativa que exige siete propios con cuatro canteranos da un margen más que suficiente para poder traer remeros de fuera”.

Desde la liga, además, se impulsa que cada club pueda decidir cómo armar la tripulación. “Es positivo que coexistan diversos modelos de proyecto deportivo. Algunos apuestan 100% por la cantera y otros lo tienen más complicado, ya sea por su propia decisión o por la idiosincrasia de su municipio. Lo bueno es que, a pesar de haber una normativa de referencia, siempre han coexistido ambos modelos”.


San Juan

Zabala, advierte que las medidas no beneficiarán a la competición. “No se va a equiparar. Al revés, va a haber más distancia todavía. Este año entre el primero y el último, estamos viendo un minuto y medio de diferencia, lo que es abismal”. El entrenador vizcaíno no está en contra del aumento del número de canteranos, siempre que se limite la edad. “Hay canteranos con 50 años, pero para mí un canterano es un chaval joven. Esa limitación no la han puesto. Han querido dinamitar a varios clubes, pero a ellos también les van a volver los problemas. Estamos viendo que hay dificultades para completar una trainera, y no es momento para apretar”.

Donde sí coinciden Fernández y Zabala es en que deben ser los propios remeros quienes deben reunirse para cambiar la situación. “Los únicos que pueden cambiar la crisis son los propios remeros”, dice Zabala. “Se tienen que juntar y negociar las condiciones de competición con la gerencia de la ACT y con los doce presidentes”.

Para el técnico de San Juan, el próximo otoño se debería hacer una reflexión profunda si se quiere “salvar” el remo. “Creo que en Euskal Herria siempre ha existido la capacidad para cambiar las cosas. El remo es un deporte pequeñito, pero está compuesto por personas que forman parte de esta sociedad. Por primera vez deberíamos mirarlo como deporte y no como la trainera de mi pueblo, para así diseñar una estrategia conjunta con los demás clubes para consolidar a los remeros”.

“El mundo del remo tiene que sentarse, tiene que haber un debate”, señala también Egurrola. “Debería de haber una asociación”, propone Zabala. “En el pasado ya ha habido intentos en distintas generaciones, pero ha sido imposible”. Cuando se le pregunta el porqué, el de Bermeo es franco: “Cuando hay una reunión entre remeros no se deja la camiseta en la percha. Todos nos sentamos con la camiseta de nuestros colores puesta”. Para él, todos los remeros tienen problemas comunes. En el agua “nos damos de tortas”, pero en tierra hay asuntos humanos que afectan a todos. “Y se les debe de dar una solución”.

“Ojalá pase algún día. No es fácil, hay muchas rencillas y diferencias, pero es algo que urge. Estamos obligados a poner solución”, dice Fernandez.

“Entre 2007 y 2008, se intentó hacer una asociación de remeros, pero no fucionó”, comenta Etxabe. “Si queremos solución, nosotros, los remeros de diferentes clubes, somos lo que deberíamos unirnos para elegir qué futuro queremos para el remo”.

La Bandera de Zarautz

A las 11:00 de la mañana del 17 de agosto, el paseo peatonal entre Zarautz y Getaria luce lleno de gente, vistiendo el malecón de colores. Nada más entrar por la entrada de la localidad surfera, en un stand de Zarautz Arraun Elkartea, se sortean lotes de productos gastronómicos autóctonos. Parece que no es un domingo cualquiera.

A las 11:25 comienza la segunda jornada de la Bandera de Zarautz, la bandera más importante de la Liga -la única que se disputa a dos jornadas-. Mientras tanto, los bares del pueblo empiezan a llenarse. En la ‘Fan Zone’, situada en la plaza de Lege Zaharren Enparantza, además de una pantalla gigante para visualizar la regata, se ofrece atún, un producto con la marca de Eusko Label. Josu Garaialde, Director de Promoción Sectorial de Hazi -entidad que realiza labores de control y certificación de los productos de Eusko Label- comenta: “Con estos productos en los stands buscamos que los aficionados puedan vivir una experiencia completa”.


Aficionados de remo en Zarautz

Las charangas resuenan en el malecón, mientras los seguidores se agrupan con su kit de supervivencia: catalejos, crema solar y pipas, indispensable entre los asistentes. Cuatro días antes, el alcalde de Zarautz, Xabier Txurruka, destacaba en el Hotel Ur Bare la apuesta por la igualdad: “El Ayuntamiento impulsa la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad, también en el deporte, y hace ya años que la mantiene en los premios de las regatas de las Ikurriñas de Zarautz”. Esa igualdad se refleja también en los espectadores, con la misma asistencia tanto en la regata femenina como en la masculina.

Ángel López de Lacalle, médico deportivo que ha trabajado con San Juan, Castro, Pedreña, Trintxerpe, Arraun Lagunak, Santiagotarrak, entre otros clubs, explica que “el remo junto al ciclismo es el deporte más duro que existe”. Esto implica que anteriormente haya que hacer una dura preparación especializada de fuerza, resistencia y coordinación. “Además la espalda y el cuello son las partes del cuerpo que más sufren. Conozco entrenadores que cuando eran remeros han tenido dos hernias cervicales o hernias lumbares”.

Además, señala que las regatas “son veinte minutos agónicos donde la mente y el cuerpo pasan por diferentes momentos. La clave es el tercer largo, ya que es el momento donde realmente se marcan las diferencias, siendo los remeros con mayor fortaleza mental quienes logran sobreponerse a la subida de ácido láctico que produce la fatiga”. Además del tren superior, es necesario contar con unas piernas fuertes, para poder estabilizar la remada. Todo esto debe ir acompañado de aspectos técnicos para lograr el éxito: “si tu equipo no cuenta con un buen proel que ejecute una ciaboga optima, toda la regata puede verse afectada”.

Con una tensión dilatada entre las las cuatro embarcaciones femeninas -Orio, Zumaia, Arraun Lagunak y Tolosaldea-, la primera tanda de honor comenzaba. Sin olas visibles, Arraun Lagunak en primera posición, sacaba un segundo a Orio. A 400 metros de la primera ciaboga, se alargaba a 3. “Hor dakagu ya, estropada gurea dek (Ahí lo tenemos, la regata es nuestra)”, gritaba Etxabe, mientras la diferencia aumentaba a cuatro segundos.

Después de la ciaboga, a 500 metros de la llegada, Etxabe seguía advertiendo: “heldu zure kaleari (agarra tu calle)”. También animaba con “sufrimendukin disfrutau (disfruta con sufrimiento)”. Como si de una película de Hollywood se tratara, la trainera comandada por Etxabe volvía a demostrar su grandeza, ejecutando un golpe maestro que hace retumbar Liga Euskotren. El hombre de las doce Conchas y ocho Ligas -seis de ellas como entrenador- demostraba, una vez más, que su tripulación es imbatible.

No solo sacaba 9:04 segundos a Tolosaldea, sino que además conseguía el récord de la mejor marca de este campo de regata con 10 minutos y 30 segundos, mejorando la de 2016. Guipúzcoa venía de ‘sufrir’ una ola de calor, que dio paso a un temporal más fresco en la costa, circunstancia que supieron aprovechar las donostiarras.

Después de la ‘sonata’ victoriosa de las chicas, las txarangas seguían sonando en el paseo. Algunos turistas despistados y corredores que realizaban su actividad deportiva se mezclaban con la prensa, cuadrillas y ‘arraunzales’. A media mañana, incluso el sol se arrimaba para no perder la tanda de honor que en la víspera los chicos de Iker Zabala habían anticipando, sacando 12 segundos de ventaja a Urdaibai.

Las cuatro embarcaciones de acercaban a la ciaboga de salida, mientras los patrones observan y sienten factores claves como el mar, el viento, corriente y la marea. De estos elementos muchas veces depende la victoria de la regata. También es importante la calle. Urdaibai se ubicaba en la primera, Zierbena en la segunda, Orio en la tercera, y Getaria en la última.


Arraun Lagunak con la ikurriña

Tal y como ocurría cuando las cuadrillas partían antes que nadie a la pesca, para venderlo a mayor precio, en Zarautz, la tripulación ganadora es aquel que completa el recorrido de cuatro largos con las tres ciabogas en el menor tiempo.

Segundos antes de la salida, los patrones ordenaban para equilibrar el bote: “babor, babor”. Una vez que todos estaban totalmente sincronizados y mentalizados, el semáfoto pasa de rojo a verde y los cuatro cuadrillas comienzan la faena.

Orio empieza fuerte. “Hay mucho por delante”, advierte Zabala. Gorka Aranberri, el patrón, también avisa a la tripulación: “¡¡Corriente!!”.

Con el viento entre 16-17 km/h y a 500 metros la primera ciaboga -giro de 180° que hace la trainera al llegar a la boya bajo la dirección del patrón-, Orio saca dos segundo a Zierbena, cuatro a Getaria y cinco a Urdaibai. Después de la primera ciaboga, que Orio llega con 4:42, Aranberri advierte a sus tripulantes: “7 a Zierbena”, pero Zabala, por el pinganillo pone orden: “Gorka, tranquilo, sin pasarnos”, al ver que Cierbena se rebaja a cuatro segundos.

Después de la segunda ciaboga, Zabala no descansa: “No desesperéis, remada larga”. Por otra parte, en la tripulación de Getaria se vislumbra la oportunidad de quedar tercero en la clasificación general de la Bandera de Zarautz, detrás de Zierbena y Orio, superando a Urdaibai y Donostiarra. “Donostiarrakin (estamos a la par que Donostiarra)”, les grita el patrón.

Tal y como comentaba días antes Zabala, como buen lobo que es, avisa a su manada para realizar el jaque mate: “Más viento Gorka, no nos fiamos, ¡¡¡hay que ganar la regata de hoy!!!”. Dicho y hecho, después de la ultima ciaboga Orio saca 5 segundos a Zierbena. Al no tener que entrar por tu baliza en el ultimo largo, a apenas 600 metros, Aranberri cogió un par de olas, cambiando la dirección de la embarcación ampliando considerablemente la diferencia, terminando la regata con 19:47.77.

Y con gente joven como Ibai Lizarralde o Mikel Lizarralde en la tripulación . Pero no solo los jóvenes reman, también sacan orgullo los más veteranos, demostrando que en el remo es indispensable la unión de varias generaciones. Zierbena queda segundos. Esta vez, el ‘sorpasso’ lo da Getaria que logra el tercer puesto en la Bandera. Elkano estaría feliz.

Al pasar la baliza de llegada, Gorka Aranberri señaló al cielo mientras sus compañeros caían rendidos. Después llegarían los abrazos, las botellas de agua y la euforia compartida entre todos los tripulantes. Zabala, desde una de las lanchas, alzó el puño izquierdo: era consciente de la importancia de la victoria. Dos días antes confesaba: “Me estoy dejando la piel. Que la gente diga y vea cómo trabajo y lo valore, por encima de todas las tonterías que se han llegado a decir, me llega”.


Orio saludando a su público

Los oriotarras siguieron celebrando la bandera. Aranberri subió al barco de celebración, mientras Rodrigo, junto a otros directivos y el alcalde del municipio, le entregaban la ikurriña. La ondeó mientras desde abajo los remeros celebraban con los puños en alto. Es la undécima victoria de la temporada, quedando a tres del récord de triunfos en una misma liga, que estableció el mismo Zabala el año pasado al frente de Urdaibai.

Zabala observa la escena. “Tengo 46 años. No voy a aguantar mucho. Como deportista quemas mucha traca, pero como entrenador aún más. Si Dios quiere, voy a ganar la sexta liga consecutiva. Seis ligas ACT consecutivas no las ha ganado nadie en la historia. Como remero he ganado también en todos lados”, comentaba días antes. “En el monte hay que irse a lo más alto. No hay que intentar alargar”.

El Crepúsculo del remo

En Donibane, Juan Mari Etxabe, mientras recorre las calles, no deja de recibir saludos de los vecinos. Es muy querido, y además no puede ocultarlo en su sonrisa. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en el remo. Formó parte de la directiva de San Juan y explica que no es tan fácil gestionar un club: “Hay muchos gastos, porque el remo es un deporte de ricos practicado por pobres. El material cuesta un pastizal: cada remo vale 500 euros, la trainera 50.000 euros. Y si trabajas con la cantera, los gastos se multiplican con la compra de bateles, trainerillas… Todo va relacionado con la entrada de dinero”. Según él, en un equipo de remo es indispensable tener un buen gerente que marque las pautas y sea capaz de traer recursos económicos al club.

Agustin Aranburu, actual directivo y expresidente de Urdaibai, también comenta la presión a la que se somete cuando un club aparece en un pueblo: “Cuando ganas todo va fenomenal, pero cuando pierdes todo cambia. Al final todos queremos ganar”.

A lo largo de la mañana, Etxabe recuerda una anécdota que resumen perfectamente la situación de muchos remeros. Hace años, en una cena en la Gala del Deporte Gipuzkoano, él compartía mesa con jugadores de la Real Sociedad y figuras relevantes de la prensa deportiva.


La tripulación de Orio

-¿Entrenáis todos los días? -preguntó uno de los futbolistas.

-Un día libre, pero los demás días dos horas y media de entrenamiento -contestaron los remeros.

-¿Y cuánto cobráis?

-300.000 pesetas al año.

-¿¿Qué?? -los futbolistas no daban crédito.

Entonces Loren, que se encontraba por allí, intervino justificando los sueldos de los jugadores de futbol: “Es que la vida de los futbolistas es corta”.

A lo que Etxabe replicó: “La del minero es muy larga, pero en la vida va a tener lo que tú en un año”.

“Ningún deportista vive del remo”, añade Rodrigo. Este hecho hace que el deporte se mitifique aún más, porque, tal y como expone Fernández, el remo ofrece experiencias que no se pueden comprar: “Ofrece sensaciones que yo no he visto ni conocido en ningún otro deporte. Y es que cuando consigues ir bien en un bote, la sensación es muy especial, no se puede ni explicar”.

Dos días antes de ganar la bandera de Zarautz, tras el entrenamiento en el día más caluroso del verano, Zabala volvía a una idea que trasciende mas allá de las victorias y los éxitos: “Alguien que no esté atado a un club tiene que liderar la unión de los remeros de todos los clubes”. Aunque también expresa que quizás sea tarde. “Me gustaría que me escucharan y que vieran los problemas que tenemos los clubes de remo, de puertas adentro. Ven, te explico cuál es mi problemática y en función de eso vamos a tomar decisiones. Pero es muy complicado, hay muchos retos todavía en el remo”.

Al otro lado del río, en el pueblo, en uno de los bares suena ‘Balearen bertsoak’ de Benito Lertxundi. La melodía homenajea aquella epopeya del 14 de mayo de 1901, cuando los pescadores de Orio, a través de sus traineras, salieron a la caza de la gran ballena, la última vista en todo el Cantábrico.

Bost traineru joan ziren patroi banarekin

(Fueron cinco traineras cada una con su patrón)

Mutil bizkor bikainak guztiz onarekin

(Con hombres adiestrados y fornidos)

Manuel Olaizola eta Loidirekin

(Con Manuel Olaizola, Loidi)

Uranga Atxaga ta Manterolarekin

(Uganda, Atxaga y Manterola)

Afuera, el sol ya ha desaparecido, y solo quedan los cantos de algunas gaviotas que visten un paisaje incomparable de un pueblo que sigue vistiendo de amarillo en cada amanecer.