El cráneo del Papa Luna enfrenta a dos municipios de Zaragoza: Ilueca contrata al abogado de Sijena para lograr su custodia

El cráneo del Papa Luna enfrenta a dos municipios de Zaragoza: Ilueca contrata al abogado de Sijena para lograr su custodia

El abogado de los bienes de Sijena, Jorge Español, representa a Illueca en el conflicto con Sabiñán, donde actualmente permanecen los restos de Benedicto XIII

El eterno litigio por el cráneo del papa Benedicto XIII, conocido como el Papa Luna, suma un nuevo capítulo. El Ayuntamiento de Illueca ha presentado de nuevo una demanda contra el Consistorio de Sabiñán para reclamar la custodia de la reliquia, que se conserva en este último municipio desde hace décadas. En esta ocasión, han contratado los servicios de Jorge Español, el abogado de los bienes de Sijena.

El letrado va a interponer una demanda en los juzgados de La Almunia de Doña que, según confirmó al Periódico de Aragón, se hará efectiva a finales de verano, aunque la resolución podría tardar un año. En declaraciones a dicho medio, Español expone que se va a solicitar que se decida “quién es el que puede cumplir mejor la voluntad de los descendientes del Papa Luna”.

Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor, más conocido como Benedicto XIII o el Papa Luna, sigue generando tensiones siglos después de su muerte. Su cráneo, declarado Bien de Interés Cultural en 2007, regresó a Sabiñán en junio de 2021, 21 años después de haber sido sustraído del Palacio de los Condes de Argillo, donde había reposado durante siglos. Desde entonces, una disputa entre Sabiñán e Illueca, apenas separadas por 15 kilómetros, se ha convertido en un pleito tanto legal como emocional.

“Benedicto XIII nació en Illueca y sus restos forman parte de nuestra historia. No vamos a renunciar a lo que nos corresponde”, defiende José Javier Vicente, alcalde de Illueca. El regidor recordó que el municipio lleva años reclamando sin éxito la devolución del cráneo, “porque es un símbolo de nuestra identidad”. En Sabiñán su alcalde, José Ignacio Marcuello, asegura que afrontan el proceso “con serenidad y confianza en la justicia”, y recalcó que “la reliquia ha sido custodiada aquí con rigor y respeto”. “Nos sorprende que se vuelva a reabrir un asunto que los tribunales ya resolvieron en su momento”, añade.

Se refiere a la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), que rechazó en marzo de 2023 el recurso interpuesto por el Ayuntamiento de Illueca y ratificó que la propiedad corresponde al Ayuntamiento de Sabiñán, tras la donación realizada en 2019 por la familia Olazábal-Bordiu. El fallo se basó en que la reliquia estuvo en posesión ininterrumpida de Sabiñán desde la Guerra de Sucesión hasta su sustracción en el año 2000, y que la familia propietaria fue quien la entregó legalmente al municipio. La sentencia, fechada el 7 de marzo de 2023, ratifica la decisión de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón y condena a Illueca al pago de las costas del proceso.

Marcuello considera que en ese momento se hizo “justicia con un bien que forma parte de nuestra identidad” y recuerda que el cráneo “lleva décadas custodiado en nuestro municipio y ahora la Justicia ha despejado cualquier duda”. Desde Illueca, en cambio, el alcalde lamenta el fallo y lo califica de “injusto”, defendiendo que “Benedicto XIII nació en Illueca y sus restos forman parte de nuestro patrimonio histórico y emocional”. El consistorio ya intentó recurrir en casación, pero el TSJ inadmitió el recurso, cerrando así la vía judicial.

El regidor de Sabiñán sostiene que “tenemos la propiedad porque los herederos la cedieron al pueblo” y lamenta el enfrentamiento entre pueblos vecinos: “Esto es mucho más importante que nosotros, si no somos capaces de querernos dos pueblos que somos vecinos esto es un desastre, yo ofrecí la posibilidad de tenerlo ambas localidades”. Vicente, por su parte, asegura que no hay ninguna intención de ir “en contra de Sabiñan, lo que queremos es que vuelva donde él decidió y que la justicia lo determine, no queremos discutir con nadie, se está incumpliendo la voluntad de una persona”.

De Peñíscola a Sabiñán

Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor, nacido en Illueca en 1328, fue uno de los personajes más singulares del final de la Edad Media. Durante el Gran Cisma de Occidente, fue elegido papa en Aviñón en 1394 con el nombre de Benedicto XIII. Conocido como el Papa Luna, defendió su legitimidad frente a Roma hasta el final, resistiendo presiones de reyes y concilios, y se retiró a Peñíscola, donde murió en 1423, excomulgado.

Tras su fallecimiento, sus restos fueron objeto de veneración y también de profanaciones. Su cuerpo incorrupto descansó inicialmente en Peñíscola, pero con el tiempo fue trasladado a Illueca por deseo de sus familiares. Las investigaciones apuntan a que durante la Guerra de Sucesión (1701-1714), o quizá en episodios posteriores atribuidos a tropas napoleónicas, el cadáver fue ultrajado y solo el cráneo se conservó. Hay discrepancias sobre la fecha exacta, aunque coinciden en que, tras aquellos sucesos, la reliquia terminó en el palacio de los condes de Argillo en Sabiñán, vinculada a la familia Luna por lazos matrimoniales.

A lo largo del siglo XIX y XX, el cráneo del Papa Luna aparece en inventarios y publicaciones, suscita visitas de historiadores y escritores, y hasta protagoniza artículos ilustrados con fotografías pioneras. Fue escondido durante la Guerra Civil, estudiado por hispanistas extranjeros y exhibido en homenajes conmemorativos. Su presencia en Sabiñán se convirtió en un hecho consolidado, aunque no exento de polémica, con demandas ocasionales de su retorno a Illueca. En 2000, el cráneo fue robado del palacio en ruinas, recuperado por la Guardia Civil y depositado en el Museo de Zaragoza hasta que se resolviera su destino.

Finalmente, en 2019 la familia Olazábal-Bordiu, heredera del palacio, donó el cráneo al Ayuntamiento de Sabiñán, que ya había adquirido el edificio años antes. Declarado Bien de Interés Cultural en 2007, la reliquia regresó al municipio en 2021 y hoy se custodia en la iglesia parroquial de Santa Ana.