Almeida se abre a dejar la alcaldía de Madrid en 2027 por su paternidad: «Igual quiero cambiar de trabajo, es lícito»

Almeida se abre a dejar la alcaldía de Madrid en 2027 por su paternidad: «Igual quiero cambiar de trabajo, es lícito»

El primer edil, todavía de baja por el nacimiento de su primogénito, confiesa en una entrevista en El Mundo que sus prioridades han cambiado con su actual situación familiar, que nadie es «imprescindible» y que a su vuelta a Cibeles -prevista para septiembre- será dedicando menos horas a su labor institucional

Nace el primer hijo de José Luis Martínez-Almeida y la vicealcaldesa de Madrid le sustituirá al menos hasta septiembre

“Tengo muy claro que voy a adaptar mi trabajo a mi familia y no al revés” explica José Luis Martínez-Almeida sobre cómo le está afectando la experiencia de haber sido padre a su forma de ver sus siguientes pasos en su actividad política. Lo confiesa en una entrevista en El Mundo ofrecida en medio de su baja por paternidad, en la que arroja algunas novedades sobre el futuro político que se plantea después de la llegada de su hijo Lucas.

El titular más llamativo es el de sus dudas para presentarse a un tercer mandato como alcalde. Nunca ha llegado a confirmar que quisiera continuar después de las próximas elecciones, pero sus palabras parecen alejarlo de Cibeles hoy más que ayer: “La vida me ha cambiado tanto que necesito una reflexión incluso de cara a 2027. Creo que es honesto decirle a la gente que volver a presentarme no es una decisión automática porque mi vida no es la que era en 2023 y tengo que pensarlo bien. No lo tengo claro, igual quiero cambiar de trabajo. Es lícito”.

Almeida confiesa en la entrevista que “ser alcalde de una ciudad como Madrid es muy gratificante, pero es duro” y que tiene “exigencia y un coste personal grandes y no puedes seguir simplemente por seguir o por pensar que lo tienes bien para volver a ganar sino porque tienes un proyecto y tienes ilusión”. Eso antes de volver a recordar que su vida personal “ha cambiado completamente” y una decisión de este tipo “hay que consultarlo en casa”, para luego concluir: “Lo pensaré bien cuando llegue el momento y decidiré, pero ahora mismo no podría garantizar que voy a volver a presentarme”.

El alcalde aclara en la misma entrevista publicada por El Mundo que volverá “seguro” al cargo para el que fue elegido por los madrileños en 2023 con mayoría absoluta, “pero no volveré con la alegría de otros años ni con la misma filosofía de trabajo”, para después aclarar que va a llegar antes a casa “de lo que hacía hasta ahora”, en referencia a jornadas maratonianas en las que comenzaba sus actos a primera hora de la mañana y los acababa ya de noche. Y añade: “Voy a cambiar mis hábitos de trabajo porque además soy de los que piensan que eres mejor en tu trabajo si en tu vida personal también estás bien”.

José Luis Martínez-Almeida considera que “no hay nada peor que creerse imprescindible” y por ello, durante su baja, ha desconectado completamente de sus labores como primer edil de Madrid: “Estoy de permiso de paternidad y ahora me toca ser padre y no alcalde”, añade. “Creer que el mundo no gira sin ti es de las peores cosas que una persona puede hacer. No estoy y no pasa nada porque tengo muy buen equipo y mi prioridad ahora es mi familia, mi hijo, mi mujer, descansar, desconectar y estar con ellos. Lo cierto es que lo he conseguido y no tengo ninguna prisa por volver”.

“Me he implicado mucho porque tener un hijo es una experiencia increíble y cuando te pasa con 50 años es una maravilla que ya no esperaba vivir”, añade durante una interesante entrevista en la que el alcalde desvela algunas intenciones personales como la de tener un segundo hijo o pequeños problemas domésticos como la primera vez que intentó doblar el carrito del bebé en plena calle para meterlo en el coche, a lo que dedicó media hora. “Esto de la paternidad te cambia tanto la manera de pensar. Una pregunta que ahora me atormenta es si seré capaz de ser un buen padre”, desliza.

En cuanto a su faceta más política, Almeida comenta la famosa frase que pronunció en un mitin, la de seremos fasciscas pero sabemos gobernar, que desde entonces le persigue como un meme en redes sociales: “Decir eso fue un error. En política no estamos acostumbrados a hacer autocrítica y yo con esto tengo que hacerla. No estuve fino porque era una ironía y la ironía no se capta en este tiempo de redes y titulares”. También desvela que uno de sus peores momentos como mandatario fue la investigación sobre la compra de mascarillas con sobreprecio a Medina y Luceño, aunque reconoce que “lo que más me dolió” fue el insulto de un grupo de adolescentes a los pocos meses de tomar el bastón de mando, allá por 2019. “Unos adolescentes me empezaron a gritar lo de carapo… (…) ¿Cómo los hemos envenenado de esa manera? (…) Los políticos hemos naturalizado la violencia verbal y el tono confrontacional en nuestra forma de relacionarnos”, admite antes de asegurar que deben dar “mejor ejemplo”.