Botellas con filtro de agua incorporado, un seguro para hidratarse en verano sin riesgos

Botellas con filtro de agua incorporado, un seguro para hidratarse en verano sin riesgos

Las botellas de agua rellenables están en las manos y las mochilas de todo el mundo, pero estas además nos ayudarán cuando el agua para rellenarlas no sea de confianza

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A estas alturas somos muy conscientes del problema que provoca la contaminación por plástico, y una buena parte corresponde a botellas de agua que terminan tiradas en costas, ríos y montañas, y nos encontramos en nuestros paseos. Las botellas reutilizables de acero, aluminio o vidrio son la mejor opción, y cada vez más personas viajan con ellas.

La duda aparece cuando tenemos que rellenar la botella con agua. Si estamos en un lugar donde tenemos acceso a agua del grifo de calidad o a agua filtrada, no habrá problema. Pero en muchos lugares el agua del grifo, aunque sea segura desde el punto de vista sanitario, tiene mal sabor. Si estamos en la naturaleza, beber agua de un río o una fuente nos expone a una intoxicación por bacterias o protozoos. Aquí es cuando las botellas con filtro pueden ser de utilidad.

Agua con mal sabor, agua contaminada

El acceso a agua potable y segura todavía es uno de los grandes problemas de la humanidad y afecta a millones de personas en países en vías de desarrollo o incluso en las sociedades más modernas donde también podemos encontrarnos con agua contaminada.

El agua de una fuente puede parecer limpia, pero especialmente en verano, el calor acelera la proliferación de bacterias, evapora el cloro de redes urbanas mal mantenidas, y convierte ríos y playas en una placa petri que bulle con microorganismos de todo tipo. Algunos de ellos, como las baterías del tipo Giardia, Cryptosporidium o E. coli pueden causar diarreas violentas, fiebre y, como consecuencia, una grave deshidratación.

Incluso aunque el agua sea segura, el contenido en minerales y otras sustancias puede ser elevado. En concreto, las sales de calcio, magnesio y sodio, los restos de pesticidas y herbicidas, mezclado con el cloro que se utiliza para desinfectar el agua, pueden dar un sabor desagradable.

Los sistemas de filtración de agua para el hogar, como las jarras con filtro o los sistemas de filtrado que se instalan bajo el fregadero, nos libran del mal sabor de las aguas urbanas muy duras (con alto contenido en minerales disueltos) o muy cloradas. Estos filtros cuentan con membranas muy finas que eliminan las impurezas y partículas más pequeñas, filtros de carbón activado que acaban con los olores y sabores, y en los modelos más caros, filtros de ósmosis inversa que eliminan prácticamente la totalidad de las impurezas, incluyendo bacterias.

¿Podemos usar alguna de estas tecnologías cuando estamos de viaje o de excursión por la naturaleza? La respuesta es afirmativa.

Botellas con filtro para tus viajes


Las botellas con filtro más eficaces permiten purificar incluso aguas estancadas.

Además de la comida en mal estado, una buena parte de las gastroenteritis agudas del verano se deben a beber agua no tratada. Incluso el grifo de un hotel puede esconder sedimentos, cloro en exceso o metales. Las botellas de agua con filtro utilizan distintas tecnologías para purificar el agua estemos donde estemos:

Carbón activado: sus poros adsorben (no absorben, sino que atrapan en su superficie) el cloro, pesticidas y compuestos orgánicos que dan sabor a tierra u olor a podrido, pero no elimina bacterias ni virus.
Luz ultravioleta (UV): algunas botellas incorporan pequeñas luces LED en el tapón que emiten rayos ultravioleta. Esta radiación daña el ADN de bacterias y parásitos, si se deja actuar el tiempo suficiente.
Membranas de fibra hueca: son mallas microscópicas (de entre 0,01 y 0,1 micras) que atrapan bacterias, y microplásticos.

No todos los filtros sirven para todas las aguas. Para aguas con sabor u olor desagradable pero desinfectadas, como un agua del grifo de baja calidad, un filtro de carbón activado es suficiente para eliminar el cloro, restos de pesticidas y malos olores.

Pero cuando el agua es sospechosa o está sin tratar, como la de pozos, ríos, o en lugares con sistemas de depuración del agua precarios, la mejor solución son membranas de fibra hueca que eliminan eficazmente bacterias y parásitos (aunque no los virus, que son demasiado pequeños). Estos sistemas se pueden usar en combinación con la luz ultravioleta que, esta vez sí, elimina bacterias y virus.

Estas son algunas de las botellas disponibles en el mercado para purificar cualquier tipo de aguas:

LARQ Bottle PureVis: combina un filtro de carbón y una lámpara UV en el tapón. La luz ultravioleta se autoactiva cada 2 horas.
LifeStraw Go: los inventores de un tubo cilíndrico que permite beber directamente absorbiendo agua no tratada tienen una botella que incorpora el mismo filtro. Se trata de una membrana de 0,2 micras y carbón activado que puede filtrar hasta 4.000 litros de agua y eliminar parásitos y bacterias.
Grayl UltraPress: funciona con un sistema parecido a una cafetera de émbolo. Se llena el recipiente interior con cualquier tipo de agua, incluso de un charco, se presiona y en 15 segundos tenemos agua potable. Su filtro de tres capas atrapa bacterias, arsénico y microplásticos.
Brita Vital: los fabricantes de la famosa jarra con filtro para el hogar también ofrecen una botella de viaje con un filtro compacto llamado MicrDisk. Este filtro combina carbón activado y una membrana que elimina micropartículas, pesticidas, herbicidas y sustancias que alteran el sabor del agua como el cloro, pero no es la mejor solución para aguas contaminadas con microorganismos.

Todas estas botellas ofrecen recambios de sus filtros, pero el coste se amortiza con creces si lo comparamos con lo que puede costar beber agua embotellada, o peor aún, ponerse enfermos durante un viaje.