
La CUP denuncia al alcalde de Santa Susanna y a la Agencia Catalana del Agua por delitos contra el medio ambiente
El diputado Dani Cornellà alerta de que el Ayuntamiento vierte sin permiso aguas freáticas de las obras de una zona agrícola que quiere urbanizar
Agricultores de uno de los pueblos más turísticos de Barcelona, en pie de guerra por una carretera
La CUP ha denunciado ante la Fiscalía al alcalde de Santa Susanna (Barcelona), Joan Campolier, al propio Ayuntamiento y a la Agencia Catalana del Agua (ACA) por presuntos delitos contra el medio ambiente y por prevaricación por omisión. El diputado en el Parlament Dani Cornellà ha registrado este lunes la denuncia ante la Fiscalía Provincial de Medio Ambiente, en la Ciudad de la Justicia.
En una atención a los medios, Cornellà ha alertado de que el consistorio ha vertido sin permiso aguas freáticas de las obras de una zona agrícola, el Pla de Balasc, desde febrero hasta la actualidad. La CUP denuncia que Campolier es “plenamente consciente” de los hechos, y que hace “caso omiso” de la petición de paro inmeditado de la extracción de agua del freático y de su bombeo para verterlo en el mar.
Agricultores reclaman detener las obras
Agricultores del Pla de Balasc, en Santa Susanna, reclamaban a principios de agosto detener las obras en el entorno agrícola por la afectación que tiene en el agua de subsuelo, lo que el Ayuntamiento por ahora descarta. Denuncian que los trabajos están extrayendo grandes cantidades de agua de una balsa y que esto tiene impacto en su actividad, con un bajón del nivel y la calidad de al menos dos de los 40 pozos que hay en la zona.
Apuntan que el agua de la balsa se ha estado vertiendo hasta los últimos días al mar, por lo que no se disponen de los permisos correspondientes, un extremo que el alcalde, Joan Campolier, admite. Por este motivo, y por solicitud de la Agencia Catalana del Agua, que depende de la Generalitat, se ha frenado la salida de agua. La CUP, por su parte, pedirá a Territori que detenga las obras de forma inmediata.
El choque entre campesinos de Pla de Balasc y el Ayuntamiento sigue vivo. El colectivo ya se movilizó a finales del pasado año para intentar evitar las obras, que prevén ampliar el camino situado entre los campos de la huerta de Santa Eulalia o Cal Frare y las vías. Los afectados denuncian que solo sirve para beneficiar a los negocios turísticos del municipio.
El Ayuntamiento expropió parcialmente el espacio para poder realizar la calle más ancha, pasando de los 7 metros actuales a un total de 15, y se encontró con la oposición de parte de los propietarios de los terrenos por la afectación en estructuras como el muro perimetral y las columnas de acceso a la finca.
Sin embargo, los trabajos ya han comenzado, y ahora los campesinos denuncian que parte de las obras tienen consecuencias en los niveles del agua de los pozos, así como su calidad. Concretamente, se está derivando agua a una balsa a través de sistemas de bombeo, que los agricultores apuntan a que estaría absorbiendo parte de los recursos hídricos del subsuelo y que esto puede comportar su salinización.
El sistema bombea agua a una balsa que está a la vuelta de la esquina, justo al otro lado de las vías del tren, en el lado de mar. Desde la balsa, además, se ha estado bombeando agua hacia el lado montaña, donde todavía se pueden ver restos de agua en los pasos soterrados cercanos, y el otro directamente al mar. Sin embargo, los payeses denuncian que el proyecto se presentó sin que este elemento se pusiera sobre la mesa, y que se añadió más tarde.
El alcalde, por su parte, admitía que se procedió sin la autorización correspondiente: “El tema del vertido, evidentemente, no hay un permiso, sí que hay una solicitud de permiso que estamos trabajando desde principios de año, lo que nos pasa es que Costas nos llama diciendo que quieren un informe de la ACA, y el ACA nos dice que quiere uno de Costas; y el uno por el otro, el permiso no ha llegado”, ha explicado Campolier.
Fuentes consultadas por la agencia ACN del Departamento de Territorio especificaron que el ACA autorizó en mayo de 2025 la derivación temporal de aguas freáticas a una balsa de infiltración, pero que en ningún caso esto comportaba el vertido del agua al mar.
En este sentido, el Ayuntamiento informó a principios de agosto de que se había detenido el vertido, en cumplimiento del requerimiento del ACA. Esto ha supuesto, de rebote, el paro temporal de las obras, que se reanudarán cuando el ACA haya comprobado que se ha dejado de abocar agua al mar y que los parámetros inicialmente autorizados se cumplen.