Los vecinos de Huesca se rebelan contra un ‘arboricidio’: “No estamos para perder árboles de 100 años”

Los vecinos de Huesca se rebelan contra un ‘arboricidio’: “No estamos para perder árboles de 100 años”

La construcción de una rotonda como parte del plan urbanístico de las Harineras amenaza con hacer desaparecer parte del histórico jardín de la Fuente del Ibón. Vecinos y colectivos ecologistas denuncian una tala indiscriminada y reclaman que el proyecto se rediseñe para preservar los árboles centenarios

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Los centenarios árboles de la antigua Fuente del Ibón, en la confluencia de las avenidas Juan XXIII y Martínez de Velasco, se han convertido en el centro de una batalla ciudadana en Huesca. La construcción de una gran rotonda prevista en el marco del plan urbanístico de las Harineras -donde está proyectada la edificación de unas 1.300 viviendas- amenaza con hacer desaparecer este espacio verde y su arbolado. Vecinos y colectivos ecologistas hablan sin rodeos de “arboricidio”. Temen que la tala de varios ejemplares monumentales, hasta doce de ellos, sea la antesala de un modelo de ciudad que crece a costa de sacrificar su patrimonio natural.

La asociación Amigos del jardín antigua Fuente del Ibón ha lanzado una campaña en Change.org que supera ya las 1.800 firmas en el momento de redacción de este artículo. Y unos 500 vecinos se manifestaron este lunes coincidiendo con el inicio de la tala. Una protesta que dejó una persona detenida y escenas de tensión entre los manifestantes, que cortaron a su paso el tránsito por la avenida de Martínez de Velasco, y las fuerzas de seguridad entre peticiones de dimisión a la alcaldesa, Lorena Orduna (PP).

Se denuncia el “peligro inminente” de desaparición de este conjunto ajardinado, un espacio que los impulsores consideran parte de la memoria colectiva de la ciudad. “Esta área verde no debe ser destruida ya que no solo forma parte de la historia del paisaje urbano de Huesca, sino que, dada su envergadura, aporta importantes beneficios ecosistémicos a los oscenses”, señalan.

El manifiesto insiste en los servicios ambientales que prestan estos árboles: sombra y frescor en las olas de calor cada vez más frecuentes, generación de oxígeno, absorción de dióxido de carbono y partículas contaminantes, reducción de ruidos y humedad ambiental. “Cada uno de estos gigantes árboles es un aliado invaluable que debería ser considerado dentro del nuevo diseño urbano y no despreciado, como parece”, denuncian.


Manifestación de este lunes en Huesca contra la tala de árboles

En la petición reclaman un rediseño de la rotonda “funcional y proporcionada” que incorpore el arbolado existente como infraestructura verde, en lugar de arrasarlo. “Firma la petición para detener la deforestación de este jardín y que, lejos de desaparecer, sirva de bienvenida y vínculo entre los barrios de la Encarnación, San José y los nuevos vecinos de las Harineras. Todavía estamos a tiempo de parar el arboricidio”, concluyen.

La Asociación de Vecinos de La Encarnación se ha sumado a la protesta. Su presidente, Juan Palacio, se queja de la falta de información y transparencia. “Exigimos que se informe a la ciudadanía de forma clara de las modificaciones que se realizan en la ciudad”, asegura. Palacio sostiene que se ha actuado con una “política de hechos consumados” y recuerda la dificultad de sustituir ejemplares de gran porte: “Son árboles que están sanos. Y no estamos para talar árboles de 100 años. Lo complicado no es hacer una rotonda, lo complicado es conseguir árboles de esa longevidad”.

El dirigente vecinal reconoce la necesidad de mejorar el tráfico en la zona, pero lamenta que las decisiones se tomen sin contar con la opinión de quienes viven alrededor. “Son planes importantes y que nos influyen”, dice.

El Ayuntamiento defiende el proyecto

Desde el Ayuntamiento de Huesca argumentan que el proyecto ha seguido los cauces administrativos habituales. Aseguran que estuvo en exposición pública y no recibió alegaciones. Según el consistorio, la rotonda supondrá la tala de dos de los siete ejemplares de gran porte de Martínez de Velasco.

Fuentes municipales han matizado que de la hilera de siete grandes plataneros de Martínez de Velasco solo se verán afectados los dos de en medio por la rotonda y el nuevo colector que se va a construir. Por tanto, se salvarían los otros cinco: tres a la izquierda y los dos situados más a la derecha, que quedarán integrados en la citada rotonda.

Así las cosas, el resto de árboles de esta zona conocida como Fuente del Ibón, entre los que hay ejemplares de magnolia, ciruelo, olivo, cedro, enebro o tilo, quedarían a salvo. El Ayuntamiento quiere aplacar de esta forma las críticas que habían surgido entre los vecinos de la zona y muchos ciudadanos oscenses ante el riesgo de perder esta emblemática zona ajardinada.


Manifestación del lunes en la confluencia de las avenidas Juan XXIII y Martínez de Velasco.

El pasado miércoles, el equipo de gobierno del PP publicó un comunicado recordando que este año se han plantado 491 nuevos árboles en distintos puntos de Huesca y que con 26,78 metros cuadrados por habitante, la ciudad está a la cabeza de la clasificación nacional en superficie de zonas verdes. Para la campaña del próximo año, se prevé plantar unas 200 nuevas unidades, más las que se deriven de las obras, como el aparcamiento de Ramón y Cajal, que contempla 12 árboles, o el de calle Zaragoza, con 100. Actualmente, la capital altoaragonesa supera los 19.000 árboles de más de 200 especies diferentes.

Sin embargo, los vecinos no se fían. La información llega “con cuentagotas”, dicen, y nadie tiene claro el alcance real de las afecciones. Para los colectivos críticos, el Ayuntamiento debería dar explicaciones más detalladas y ofrecer alternativas antes de iniciar unas obras que consideran irreversibles.

Rechazo ecologista

La polémica ha llegado también a los colectivos verdes. Verdes Equo Huesca ha expresado su “total rechazo” a la destrucción de arbolado urbano en el marco del desarrollo de Harineras. En un comunicado, recuerdan la reciente tala de todos los ejemplares de la calle José Gil Cávez y denuncian un patrón: “Los ejemplares talados estaban en buen estado de salud y contribuían de forma esencial a la calidad ambiental y al bienestar en pleno centro de Huesca”.

Para su portavoz, Silvia Mellado, la decisión municipal es “absolutamente inaceptable y anacrónica”. “En pleno contexto de emergencia climática y pérdida de biodiversidad, el Ayuntamiento de Huesca sigue aprobando desarrollos urbanísticos que implican la destrucción del arbolado urbano maduro, sin informar previamente a la ciudadanía y sin establecer mecanismos de compensación ni alternativas que preserven su valor ecológico y social”, critica.

La formación ecologista reclama un plan de protección “inmediata” del arbolado restante y exige un plan de reforestación ambicioso, con garantías de mantenimiento. “Los árboles en la ciudad no son un elemento decorativo: son infraestructuras verdes imprescindibles que ayudan a reducir las temperaturas, purifican el aire, amortiguan el ruido y generan espacios más habitables y saludables. Su destrucción es un grave retroceso para una ciudad que debe adaptarse al cambio climático, no agravarlo”, advierte Mellado.

El fondo del debate no es solo una rotonda. La discusión enfrenta dos visiones de ciudad: la expansión urbanística y la movilidad frente a la preservación del entorno natural urbano. “Somos conscientes de que se trata de un cruce de caminos importante. También nos sentimos orgullosos de que la ciudad prospere y crezca. Sin embargo, no debemos tolerar que se haga a expensas de su patrimonio ambiental”, sostienen los vecinos movilizados.

Quienes se oponen al proyecto lo ven como un símbolo de un urbanismo “del pasado”, ajeno a las estrategias de adaptación al cambio climático. “Lejos de un modelo de ciudad del siglo XXI lo que va a producirse en este enclave es un retroceso en términos de calidad de vida a todos los niveles”, advierte el manifiesto.

En las últimas semanas, las redes sociales se han llenado de mensajes de apoyo a los árboles de la antigua Fuente del Ibón. Muchos vecinos evocan recuerdos de infancia, fiestas de San Lorenzo o paseos de verano a la sombra de estos ejemplares. “Estimados oscenses, todos conocemos los árboles a los que nos referimos. Nos han visto crecer y bailar en San Lorenzo durante décadas y ahora los vamos a cortar. No tengamos miedo y levantemos nuestras voces para protegerlos, porque una vez perdidos, no podrán ser reemplazados en varias generaciones”, señala el texto de la campaña.

El inicio de las obras no ha frenado la movilización. Los vecinos insisten en que todavía hay margen para modificar el proyecto. “Todavía estamos a tiempo de parar el arboricidio”, repiten como un mantra en redes y reuniones.