Día de rebelión en el Hospital de La Paz: «En Urgencias, hay pacientes que esperan ser ingresados desde hace 72 horas»

Día de rebelión en el Hospital de La Paz: «En Urgencias, hay pacientes que esperan ser ingresados desde hace 72 horas»

Decenas de trabajadores sanitarios se concentran a las puertas del clínico madrileño en una huelga «simbólica» que busca mostrar las costuras de su Gerencia. Denuncian la falta de camas disponibles, las bajas entre el personal por sobrecarga laboral o los huecos en la plantilla de algunas unidades. Han presentado un parte al juez de guardia

El colapso vuelve a asomar en las urgencias del hospital de La Paz con la llegada de septiembre

Adrián es enfermero de Urgencias en el Hospital de La Paz, uno de los más prestigiosos de Madrid. Lleva los últimos tres días viendo las mismas caras cuando va a trabajar, y no precisamente entre sus compañeros: “El tiempo máximo recomendado en un servicio como este es de un día y tengo pacientes en salas de espera para ser ingresados desde hace, por lo menos, 72 horas”. Es la confesión que hace este martes a media mañana, cuando junto a decenas de compañeros decidió plantarse en la plazoleta que hay frente al clínico para protestar contra el “colapso” que arrastran desde hace años.

La falta de camas disponibles, las listas de espera para acceder a muchos servicios, la escasez de personal que aumenta con cada baja por sobrecarga laboral y la “falta de respuesta” por parte de las administraciones son algunas de las razones que les llevaron hasta allí. A media mañana, cerca de un centenar de personas vestidas con batas blancas o con ropa convencional se concentraron a las puertas de La Paz para protestar contra su Gerencia.

Lo hicieron en presencia de algunos líderes políticos que se dejaron ver por la protesta (los portavoces regionales de Más Madrid y el PSOE, Manuela Bergerot y Javier Guardiola, respectivamente) y durante una huelga “simbólica” de 24 horas. En realidad, esta fórmula es una estrategia que hace de espejo. Cuando los trabajadores convocan un parón, la gerencia está obligada a proporcionar unos servicios mínimos del 35% de la plantilla. Y esto supone una paradoja.

“Al principio era un chascarrillo que repetíamos en el hospital cuando empezó a faltar personal, pero ahora queremos demostrar que es cierto: incluso en una huelga viene más gente a trabajar”, expone Guillem del Barrio, vinculado al sindicato independiente que convoca la iniciativa, TERE (Trabajadores en Red). Según los manifestantes, hay unidades en las que a veces “ni siquiera se alcanza esa barrera”, por lo que empujar a la administración a reclutar personal para cubrir las bajas puede demostrar que “no son capaces de conseguirlo” porque “no ofrecen condiciones dignas”. :

Como cada año, el colapso en La Paz se acentúa durante los meses de verano. Este hospital público, uno de los más importantes del país, mantiene largas listas de espera para ingresar en las instalaciones y no es la primera vez que se denuncia el cierre de camas “para ahorrar” en sanitarios: “La única unidad en la que sabemos que contratan a gente antes de que pasen dos semanas desde que un trabajador se da de baja es en Urgencias, y solo porque salimos en las noticias y no ha quedado más remedio”, destaca el portavoz de los trabajadores que amparan la huelga simbólica.

Y esto produce una segunda derivada: “Para tapar esos huecos terminan llamando a gente que está librando para que los cubra y se crea una gran deuda: la de los días libres que se deben a la plantilla”. La asociación de Trabajadores en Red calcula que la gerencia del clínico debe un total de 22.000 jornadas a empleados que acudieron fuera de su horario habitual, generalmente por bajas generadas que “no se arreglan como deberían, que es haciendo más contratos durante todo el año”. La solución que reivindican pasa por aumentar el personal fijo durante todo el año, de forma que facilite cubrir las ausencias inevitables en cada unidad.

Que, en ocasiones, se generan por la propia saturación de La Paz. Es el caso de Inés, enfermera. Hace tres años que está en la planta de Traumatología y fue una de las voluntarias en los días aciagos de la pandemia para hacer horas en el nuevo Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal. Lleva de baja desde enero; el motivo: sobrecarga laboral. “Peté en las semanas del pico de gripe y sé que fue por una mala planificación: donde antes eran ocho pacientes pasamos a tener 16. El día a día se hizo sencillamente insoportable”, denuncia.

Inés asegura que, al menos en su unidad, el 30% de la plantilla se ha dado de baja en algún momento por estrés laboral. Desde el Hospital de La Paz, consultados por esta cuestión, La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, ha cifrado en 19 trabajadores, el 0,26%, el seguimiento de la huelga de 24 horas convocada para este martes en el Hospital Universitario de La Paz para denunciar la falta de personal en el centro en verano.

En declaraciones a los medios desde San Sebastián de los Reyes, la máxima responsable de la Sanidad madrileña ha subrayado que el paro tiene un seguimiento de 19 de los 7.300 profesionales del centro. Del total, once es personal en formación, cuatro son enfermeras, hay un TCAE (Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería) y el resto es personal administrativo. Fernando, celador desde hace 35 años en el clínico madrileño, asegura el día antes de la huelga que acudirá a su puesto de trabajo aunque apoya la iniciativa.

Considera que la estrategia, al ser simbólica y “no querer paralizar el hospital, sino hacer evidente que con servicios mínimos apenas cambia el número de personal” y que, a causa de la “temporalidad” de los contratos que se ofrecen “no logran atraer a más trabajadores porque prefieren irse a otras comunidades”. En su caso trabaja en el área de Maternidad, con lo que reconoce que su conocimiento de causa se recluye sobre todo a esta planta.

A finales de enero, precisamente, el sindicato CCOO (Comisiones Obreras) denunció ante un juez la falta de personal en Neonatología, donde algunas noches solo había una enfermera supervisado a bebés recién nacidos con patologías previas, que por ello requerían de un cuidado especial.