
Un nuevo vertedero bajo el mar para depositar los lodos de dragados más lejos del único parque nacional de Galicia
La Xunta carga contra el Gobierno central por haber suspendido durante cuatro años las descargas de restos en un punto cercano a la isla de Sálvora y recomendar ahora que los materiales se acumulen en una zona más apartada
Un vertedero en la isla gallega de Sálvora: 3,8 millones de metros cúbicos de lodos en aguas junto a un parque nacional
Las aguas que rodean la isla de Sálvora, frente a la ría de Arousa e incluida en el único parque nacional de Galicia, el de las Illas Atlánticas, tienen una gran riqueza natural. Pese a ello, durante décadas, se utilizó un punto cercano, conocido como E/8 o punto exterior de Sálvora, para acumular más de 3,8 millones de metros cúbicos de lodos procedentes de dragados. La presencia de todo ese material en una zona de gran valor y a la entrada de la ría más productiva revolvió a pescadores y ecologistas. Ahora, se ha puesto la mirada en otra área próxima para sumergir los residuos que se generen con el dragado del río Lérez en Pontevedra. La separan de la primera unos 2 kilómetros, pero sale completamente del área de protección alrededor del parque y es la que propone el Gobierno central para desbloquear una intervención, la del Lérez, que lleva años en espera.
Portos de Galicia comunicó hace unos días que ya ha puesto en marcha los trámites para hacer la evaluación ambiental y licitar las obras para el dragado, pero lo ha hecho entre críticas al Gobierno central. El ente gallego, que depende de la Xunta, ha cargado repetidamente contra la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica de suspender el depósito de materiales en el punto E/8 desde 2021 con el fin de evaluar si esa era o no la zona más indicada. Para Portos no había duda: los residuos debían seguir acumulándose ahí, pese a que hay especies protegidas y, desde 1998, se ha levantado una montaña que, en su punto más alto, llega a los 18 metros.
El Gobierno gallego comunicó esta semana que acaba de recibir un informe de la Subdirección General de Biodiversidad que da prioridad a otro punto, cercano al E/8, para depositar los lodos de futuros dragados. La decisión se deriva de un estudio encargado al Cedex –Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas– tras parar las descargas en el punto exterior de Sálvora.
Ese documento concluía que se podía seguir utilizando el mismo lugar, pero analizaba otros dos, el punto B -a una milla náutica del E/8- y el punto D, frente a la ría de Vigo. Y también concluía que eran adecuados. Ahora, el Gobierno central pide emplear el punto B para llevar los lodos del dragado del Lérez, indica la Xunta, que aprovecha para volver a cargar contra el Ministerio para la Transición Ecológica por “los cuatro años de parálisis impuesta” en 16 obras de dragado en la costa sur de Galicia que están pendientes. Critica que se opte por el punto B cuando el anterior, según el Cedex, no ha provocado que la calidad de las aguas sea mala.
Ese informe del Cedex explicita los efectos de haber depositado lodos desde finales de los años 90 en el punto E/8: hay dos cúmulos, uno de los cuales ha hecho que la profundidad se reduzca en 18 metros, algo que el documento califica de “llamativo”. Las concentraciones de metales pesados están dentro de los límites, pero en alguna de las muestras rozan el tope. El área está dentro de la zona de especial protección para las aves (ZEPA) Espacio Marino de las Rías Baixas, entra parcialmente en las dos millas náuticas de protección alrededor del Parque Nacional y es un hábitat adecuado para la pardela balear y el delfín mular.
El nuevo punto de vertido
El punto B que ahora se va a usar a modo de vertedero de lodos de dragados es, según el estudio del Cedex, similar al E/8, del que está cerca. Uno de los cambios es que ya no entra en la zona de protección del Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas. Sí está dentro de la ZEPA y de las áreas de interés comunitario por presencia de aves, hábitats y especies, aunque el informe apunta que estas son zonas amplias en las que se incluye casi todo el litoral gallego. “Se considera, en principio, que el efecto que el vertido de los materiales dragados pueda tener sobre estas figuras de protección puede ser mínimo y puntual”, indica.
El área tiene una profundidad de entre 103 y 110 metros, con aguas y fondos en buen estado, en los que viven sobre todo poliquetos (el 80%), aunque también hay bivalvos (el 15%) y gasterópodos (el 5%). El estudio indica que no se han localizado especies amenazadas o especies de interés comercial “que no puedan movilizarse a otra zona contigua”.