
La nieta de la musa de Antonio Machado: «Me enfrento a los mismos problemas que mi abuela para dar a conocer su legado»
Alicia Viladomat pasará por la localidad toledana de Castillo de Bayuela donde se recordará a su abuela, Pilar de Valderrama, ‘Guiomar’, con una placa que reproducirá versos escritos para el poeta sevillano y celebrar así su 150º aniversario
Cuando Federico García Lorca dejó su huella y sus versos en Albacete
La única hija, la única nieta. Así se define Alicia Viladomat, psicóloga y ‘coach’ de profesión que es también la nieta de Pilar de Valderrama. Fue musa del poeta Antonio Machado, pero con su propio legado literario, todavía desconocido y escondido tras de la gran figura del poeta sevillano. En un jardín te he soñado, / alto, Guiomar sobre el río, / jardín de un tiempo cerrado / con verjas de hierro frío le escribía Machado a Pilar, que desveló ser Guiomar en un libro propio que tituló ‘Sí, soy Guiomar’, un libro póstumo publicado en 1981 en el que habla de sus memorias.
Pilar de Valderrama, fallecida en 1979, era una figura cercana al grupo de Las Sinsombrero, y al ser parte de la alta burguesía madrileña también coincidió con otras mujeres en la exclusiva asociación Lyceum Club, donde también acudía María Maeztu, hermana del escritor, o Zenobia de Camprubí, esposa de Juan Ramón Jiménez. Mujeres cuyo papel en la cultura de la epoca queda opacado por la presencia de los hombres a los que acompañaban.
Alicia Viladomat, su nieta, ha decidido dedicar su vida a reivindicar la figura de su abuela, una mujer que antes de 1981 había publicado ya varios libros, empezando en 1923 con su primera obra ‘Las piedras de Horeb’, una obra que llegó a enviar a Antonio Machado antes incluso de conocerlo. Ambos escritores se conocieron en Segovia, donde la mujer viaja para buscar sosiego tras un momento dramático de su matrimonio. Hoy libros como ‘Las piedras de Horeb’ se venden como ejemplares de colección, testigos de la vida de una escritora aún por conocer.
Pilar de Valderrama escribía: Este dolor y gozo que he sentido / es fiel reflejo de mi extraño amor / que es un placer con mezcla de dolor / y es un dolor que lleva al gozo unido.
Pilar de Valderrama
Pero reivindicar la figura de su abuela no ha sido tan sencillo, explica Viladomat, que trabaja incansablemente en su reconocimento y divulgación. Cuando decidió dejar su profesión, psicóloga, para trabajar únicamente en la difusión de este patrimonio, su vida sufrió un cambio “radical”. “Fue importante y muy bonito al mismo tiempo”. “Cuando me encontré su archivo decidí dejar todo de lado y dedicarme a poner en valor lo que me iba encontrando, porque son muy importantes. No hay nadie más, soy hija, nieta y sobrina única”, explica en conversación con elDiario.es Castilla-La Mancha.
Viladomat ha visitado la localidad toledana de Castillo de Bayuela para participar en la gala de los Premios Deza, un certamen que es “referente cultural” en los Montes de Toledo y que ha recibido más de medio millar de obras participantes. En su edición de 2025 se conmemorará también el 150º aniversario del nacimiento de Antonio Machado y será con versos de Pilar de Valderrama, que se harán inmortales en una placa.
Se trata de cuatro versos del poema ‘Testamento de un amor imposible’, dirigido al gran poeta sevillano.Y, al fin, irás un día a tenderte en el suelo ¿Cerca o lejos? ¡Qué importa! Por la vida pasó este amor sin mancharse, y al reencontrarnos luego, con mi mano en tu mano, te llevaré hasta Dios. La localidad quiere rendir así homenaje no solo al poeta, sino al amor entre ambos escritores.
Las cartas que se escribían Machado y Pilar de Valderrama están depositadas en la Biblioteca Nacional, porque son “patrimonio de todos los españoles”. Sin embargo, Alicia Viladomat guarda muchos documentos que describen su relación, el teatro que crearon “en su propia casa”, su modo de vida. “Ellos sí hablaban sobre ella y sobre mujeres contemporáneas suyas. Ayudaban a muchas mujeres y a otras personas con identidades diferentes”, explica Alicia.
Pilar de Valderrama Alday. Crónica de Madrid, Año II, nº 51, 2 de noviembre de 1939. Pág 6 (CC) Hemeroteca Digital. Biblioteca Nacional de España
Su abuela, reflexiona, no pasó a la posteridad “con la fuerza que hubiera debido”, porque mantuvo su relación Antonio Machado mientras estaba casada. “Ella no quería abandonar ni a su marido ni a sus hijos, porque su relación era muy potente. Y por eso vivió su vida con discreción y templanza, que es lo que yo me voy encontrando en los escritos y documentos”, explica Viladomat.
De alguna manera, señala, su trabajo sufre las mismas dificultades que su abuela. “Me enfrento a los mismos problemas que mi abuela tenía para dar a conocer su legado”, reflexiona, en cuanto se encuentra con mucha “competencia, rivalidad y muchos intereses creados”.
“Es otra dimensión”, concede Viladomat, pero “al final es lo mismo. También cuenta con el apoyo de personas ”importantes“ que van apoyando su labor. ”Es un trabajo muy agradecido, porque cuando encuentras cosas realmente importantes que no se sabían, produce una satisfacción muy grande. Pero por otro lado el camino es difícil“, remata.