Sánchez propone crear una Agencia Estatal de Protección Civil para actuar frente a catástrofes climáticas

Sánchez propone crear una Agencia Estatal de Protección Civil para actuar frente a catástrofes climáticas

El presidente avanza en su pacto de Estado contra el cambio climático con diez propuestas y critica a las comunidades por no disponer de los medios adecuados contra el fuego; también ha incidido en que es necesario involucrar a Portugal y Francia en la lucha contra el fuego

Los incendios de agosto también baten récords de altitud: el fuego amenaza con asaltar el ‘polvorín’ de las montañas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido este lunes su propuesta de pacto de Estado contra el cambio climático con diez propuestas en un acto en el que ha criticado a las comunidades autónomas por una insuficiente labor preventiva y por no tener los medios necesarios contra incendios.

Entre las diez líneas que propone el Gobierno “al conjunto de la sociedad”, ha dicho Sánchez, destacan la creación de una agencia estatal de Protección Civil “que potencie el buen funcionamiento del sistema” y el mantenimiento “los 365 días del año”, por parte de todas las administraciones, de “todos los medios para prevenir y combatir los eventos climáticos”. “[Es necesario] contar con cuerpos de bomberos y brigadistas estables, formados y dotados. Apostar por políticas públicas. De nada sirve ahorrarse un euro en prevención si luego hay que gastarse cien en respuesta y mil en prevención”, ha defendido el presidente.

Entre el resto de medidas a explorar –el Consejo de Ministros aprobará este martes esta hoja de ruta– se encuentran también reforzar la coordinación, desarrollar un modelo de gestión forestal avanzado, realizar una estrategia nacional de “resiliencia hídrica”, crear una “amplia red de refugios climáticos” por todo el estado, potenciar el papel del mundo rural como defensor del patrimonio natural o fomentar prácticas de agricultura y ganadería más sostenibles y respetuosas con el entorno, como la ganadería extensiva.

El presidente ha tratado de defender la necesidad de actuar ante unos incendios “mucho más virulentos, impredecibles, letales”, ante “una emergencia climática cuyo impacto resulta innegable”, afirmación que ha sostenido con cifras: “De los 70 días de verano, un tercio lo hemos pasado en olas de calor”, ha disparado. “Ha habido puntos de la geografía convertidos en hornos, con 59 récords de temperatura batidos, máximos de hasta 46 grados y medias de 2,5º superiores a las de principios de siglo. En los últimos cinco años las muertes de calor en España han crecido un 17% y las sequías se han extendido hasta afectar al 40% del territorio”, ha enumerado.

Con este panorama, ha explicado, el Ejecutivo tiene en este momento tres prioridades: “Extinguir los incendios activos, transferir las ayudas económicas y los recursos extraordinarios aprobados por el Consejo de Ministros y hacer lo que haga falta para que esta tragedia no vuelva a repetirse en la dimensión que se ha registrado en muchos municipios del país”.

Sánchez ha recordado también que la situación no es exclusiva de España, y que será necesaria la colaboración de países como Portugal, Francia u otros de la cuenca mediterránea para obtener resultados.

Tres factores para los incendios

Sánchez ha explicado que tres factores han alimentado los que ha calificado como los peores incendios del siglo, con 130 incendios solo este verano que han obligado a desplegar todos los medios posibles del estado.

El primer elemento que ha posibilitado la “tragedia” vivida ha sido “una política de prevención de incendios claramente insuficiente. Se refleja en la falta de planes ejecutados, en la ausencia de instrumentos de análisis de prevención, en la ausencia de plantillas de brigadas forestales, que en algunos territorios no estaba suficientemente dotadas”, ha arrancado el presidente, sin querer señalar a ninguna comunidad en concreto.

El segundo elemento es “la gestión del territorio, también inadecuada”, ha incidido Sánchez: “Montes cargados de biomasa, con falta de infraestructuras, infraestructuras antiincendios obsoletas” o bosques sin especies autóctonas han alimentado el fuego, ha asegurado el presidente.

Por último, ha incidido Sánchez, “ha sido una emergencia climática la que ha hecho los fuegos muchos más virulentos, impredecibles, letales. Una emergencia climática cuyo impacto resulta innegable”, ha dicho en alusión al negacionismo de Vox o las supuestas tramas incendiarias que ha defendido el líder del PP, Alberto Núñez Feijoó.

La propuesta del Gobierno llega justo cuando se han dado por extinguidos o controlados los principales incendios del que ha acabado siendo, con la estadística en la mano, el peor verano del siglo XXI, con más de 330.000 hectáreas calcinadas, especialmente en el noroeste del país. No es solo una cuestión de extensión. Técnicos forestales y cargos políticos han señalado en las últimas semanas el cambio que están sufriendo los incendios, cada vez más violentos y, en ocasiones, inextinguibles.

La propuesta del Gobierno no parece haber despertado demasiado entusiasmo, ni siquiera entre sus socios de legislatura, y ya cuenta con el rechazo frontal del PP desde el primer minuto. Su portavoz en el Congreso, Ester Muñoz, calificó la medida de “cortina de humo” y “huida hacia adelante” el mismo día que la propuso el presidente. Los populares, que venían manteniendo un perfil bajo con la gestión de los incendios, cambiaron de táctica el día 15 de agosto en lo que un diputado del PNV calificó de “estrategia concertada” para cargar contra el Ejecutivo.

Ese día, varias comunidades realizaron peticiones de medios que la directora general de Protección Civil, Virgina Barcones, tachó de “imposibles”, y el partido conservador empezó a criticar con dureza al Gobierno. Desde entonces se suceden los reproches entre el partido de Feijóo, que acusó a Protección Civil de no enviar medios y tachó a su directora de “pirómana”. El gobierno en pleno replicó recordando que las comunidades donde manda el PP han escatimado en medios contra incendios en los últimos años.

Pero el Ejecutivo quiere darle relevancia al pacto y evidenciar la soledad del PP en su negativa a alcanzar un acuerdo básico, como muestra la lista de ministros que han arropado al presidente en el acto. Han acudido la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría; el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu; el ministro de Transporte, Óscar Puente; la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez; el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas; el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo; la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant; la ministra de Igualdad, Ana Redondo, y la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz.

La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha descrito un escenario de “emergencia climática” para España, que si nada cambia, ha dicho, pasará de tener un clima mediterráneo a uno estepario para 2050, tal y como advierte la ciencia. “Estamos superando los valores históricos”, ha advertido, y ha justificado la necesidad del pacto a base de información: “El cambio climático afecta especialmente a España. Por su situación geográfica, en la cuenca mediterránea, se calienta un 20% más rápido que la media global. Los años 2022, 2023 y 2024 son los más cálidos desde que tenemos registros. Junio de 2025 registró un valor récord de anomalía térmica, con más de 3,6º respecto a la media. Avanzamos hacia un cambio estructural del clima”, ha recordado.

A partir de este panorama, la ministra ha subrayado que España necesita “reaccionar de forma coordinada y unida” y que no puede permitirse “el negacionismo y tampoco la desidia”, en lo que ha sonado a alusión al PP y Vox. “Necesitamos un acuerdo amplio que aglutine conocimiento, ciencia, esfuerzo, talento y voluntad bajo un marco común. Una respuesta país sobre un amplio consenso político y social que nos permita redimensionar y adaptar políticas públicas en todos los niveles de la administración”, ha cerrado.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, le ha hecho un guiño al campo y ha sostenido que “la lucha contra cambio climático solo será posible de la mano de ganaderos, agricultores y silvicultores” y que estas medidas no van contra el campo, ha rechazado una crítica habitual de la derecha, sino para garantizar su futuro, y que el de estos será el de todos. “La ganadería y la agricultura son esenciales para los pueblos y para proteger el territorio. Protegerlos es proteger el futuro de todos”, ha asegurado.