
Voluntarios contra los incendios: una presencia recogida en la legislación, pero que genera recelos en el operativo
Las normativas de protección civil recogen desde el 2013 que pueda haber voluntarios en la lucha contra el fuego, que la Junta de Castilla y León recogió en su plan aprobado en marzo de este 2025, pero siempre bajo supervisión
El problema político de multar a un vecino que se quedó a defender su casa durante los incendios
La oleada de incendios que ha arrasado el noroeste del país durante el mes de agosto, con especial incidencia en la provincia de León, ha dejado abierto varios debates sobre la extinción de incendios, uno de los cuáles es la presencia de voluntarios en la lucha directa contra el fuego. Fue un hecho que durante los peores días de la oleada de incendios los vecinos y vecinas de muchos pueblos se negaban a irse para defender sus hogares y vienes y optaron por desobedecer las órdenes de desalojo. Dos vecinos voluntarios, Abel y Jaime, fallecieron mientras intentaban contener el peligroso fuego que pasó de Zamora a León y quemó miles de hectáreas.
“Aquí no ha venido nadie, si no llega a ser por nosotros se quema todo”, narraban algunos vecinos de la Vega bañezana arrasada en los primeros días de la oleada de incendios. Posteriormente la presencia de vecinos y vecinas en la extinción de los incendios, más allá incluso del perímetro de su pueblo se generalizó. “Y eso nos ha generado problemas”, expresa un agente medioambiental que señala que aunque la nueva normativa de extinción contemple la presencia de voluntarios éstos deben estar dirigidos. “A ver cómo queda eso”, se resigna. Ahora, además, hay una problema político a resolver, si multar a un vecino que se quedó a defender su casa.
Porque una cosa es ayudar a que el fuego no llegue a las viviendas ni naves agrícolas, reconocen desde el operativo, como ha sucedido durante la oleada en que se tuvo que priorizar las poblaciones frente a la naturaleza, y otra es ir al fuego directo en el monte sin conocimientos ni preparación, al que se rechaza de plano.
Un bombero de las BRIF explicaba en el Hora 25 de la Cadena SER emitido desde la base de Tabuyo esta semana que la presencia de voluntarios sin experiencia previa en la lucha contra el fuego puede ser un problema, “Está muy bien que haya voluntarios, que haya solidaridad, pero es muy importante que haya coordinación”. “En caso de que no haya coordinación, ocurren accidentes”, señalaba para citar algunos ejemplos de situaciones comprometidas. El bombero señalaba que su labor debe ser coordinada, y preferiblemente con experiencia en la lucha contra el fuego, “si no sabes lo que está pasando con el incendio, mejor no meterse”, relatando que vecinos de Tabuyo acudieron a la extinción de fuego directo, pero tenían experiencia previa y lo hacían en coordinación con el operativo.
De hecho una de las investigaciones abiertas sobre el origen de los fuegos, ha podido conocer elDiario.es Castilla y León, versa sobre si la acción de unos vecinos, en principio descartando intencionalidad, provocaron un fuego técnico que se descontroló y agravó la situación que ya existía agrandando el incendio y poniendo en riesgo la vida de quienes ya trabajaban en la extinción.
La presencia de voluntarios, además, tiene riesgos si no tienen contacto directo y se conoce el terreno. En el incendio de Fasgar una vecina tuvo que ser auxiliada cuando participaba en la contención del incendio en las faldas del pico Catoute. La Junta de Castilla y León tuvo que pedir a los voluntarios que “no obstaculicen” la labor del operativo.
Fuego en Fasgar, León
Voluntarios en Castilla y León
El pasado mes de marzo el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobó el Plan Especial de Protección Civil ante Emergencias por Incendios Forestales en Castilla y León (Plan INFOCAL), que hace varias referencias al papel de los voluntarios. Este documento sustituyó al que estaba en vigor desde el año 1999 y fue fruto del pacto del Diálogo Social tras los incendios del año 2022, en que se exigió actualizar la legislación.
El Plan contempla que dentro de los recursos a movilizar ante un incendio forestal se debe “Prever sistemas organizativos para el encuadramiento de personal voluntario”, que podrán tener distintas funciones de protección civil, pero también de extinción si es necesario.
En concreto se contempla que en la obligatoria ‘Guía de respuesta ante emergencias por incendios forestales en el ámbito local’, y que “deberán cumplimentar todas las administraciones municipales de Castilla y León”, se pueda incluir “información básica” de las personas disponibles en la lucha contra el fuego, que son bomberos, cuadrillas y “voluntarios-as organizados”. También esas guías locales deben fomentar “cursos de formación para los grupos de intervención, seguridad y protección civil, que pueden incluir voluntarios”.
Además, si existe una agrupación de Protección Civil el Ayuntamiento la podrá movilizar, bajo la dirección del alcalde, que “se encargará inicialmente de la provisión de equipamientos y suministros necesarios, integrándose luego en el Grupo Logístico y de Apoyo”.
La legislación autonómica lo que hace en realidad es básicamente trasponer lo que ya una normativa estatal del año 2013 contemplaba, “Prever sistemas organizativos para el encuadramiento de personal voluntario”. El decreto que recoge la ‘Directriz básica de planificación de protección civil de emergencia por incendios forestales’, en vigor, señala que en los planes municipales se tiene que “Prever la organización de grupos locales para la prevención y primera intervención contra incendios forestales, en los que podría quedar encuadrado personal voluntario; y fomentar y promover la autoprotección”. Es decir, contempla que grupos voluntarios puedan participar en la extinción, al menos en el primer ataque y en la autoprotección.
Estos planes locales, que la Fiscalía se ha abierto a investigar si existen o las razones de por qué no, deben incluir además “medidas de información y formación a la población sobre el riesgo de incendio forestal así como sobre las medidas de autoprotección a utilizar en caso de emergencia por incendios forestales”.
Un aspecto que se requiere en la organización local de lucha contra el fuego es que se debe especificar en los planes qué se hace en cada fase y cuáles son las funciones, “incluido el personal voluntario”, tanto en la detección y notificación del incendio, actuación en emergencia por incendio forestal o fin de la emergencia por incendio forestal. Todo “teniendo en cuenta su posible articulación y coordinación con las organizaciones de otras Administraciones, si las previsibles consecuencias del incendio así lo requieren”.