Axel Kicillof ya imagina el futuro del peronismo tras encabezar el triunfo sobre Milei en Buenos Aires

Axel Kicillof ya imagina el futuro del peronismo tras encabezar el triunfo sobre Milei en Buenos Aires

El presidente argentino reúne de emergencia a su gabinete y luego recibe en la Casa Rosada al ministro de Economía, Luis Caputo, una de las ausencias más sonadas de anoche al reconocer la derrota electoral

Milei sufre una rotunda derrota en las elecciones de Buenos Aires y el peronista Kicillof emerge como el principal opositor

“Borombombom borombombom para Axel, la conducción”. El cántico empezó a elevarse en el búnker de Fuerza Patria a las 21, cuando la militancia arremolinada en el Hotel Gran Brizo se enteró de la noticia: el peronismo no había ganado, había arrasado. Le había sacado 13 puntos a La Libertad Avanza, había ganado en 99 municipios y se había garantizado el control de la Legislatura. Y la victoria, afirmaban exultantes, llorosos, frenéticos, era toda del gobernador.

Axel Kicillof subió al escenario eufórico. Sin dejar de reír y sonreír, se dedicó a abrazar uno por uno a todos los dirigentes que estaban en la primera fila. Incluso se estrechó con Mayra Mendoza y Facundo Tignanelli, que decidieron dar el presente en el búnker de unidad en La Plata mientras el resto de la tropa camporista buscó hacer campamento en la esquina del departamento de Cristina Fernández de Kirchner, entre ellos Máximo Kirchner. La expresidenta, incluso, mandó un mensaje de audio que, como la versión sci fi de los mensajes de Perón en el exilio, celebraba el resultado de la elección.

Kicillof respondió el gesto de CFK a su manera: esquivó cuando la militancia empezó a cantar el bis de “para Axel la conducción” y reivindicó, al comienzo, la figura de la expresidenta. “Gracias a los que permitieron forjar una sola boleta que es la de Fuerza Patria que hoy terminó con una victoria aplastante en toda la Provincia. Gracias, Sergio. Gracias, Cristina, injustamente condenada, que tendría que estar en este escenario”, resaltó. A unos metros, un sonriente Sergio Massa aplaudía con el resto de la dirigencia peronista en el escenario. Junto a Cecilia Moreau y Sebastián Galmarini, el massismo había dado el presente desde temprano a la tarde y había cantado y bailado la marcha peronista junto al resto.

Las caras cambiaron, sin embargo, cuando la militancia concentrada delante del escenario empezó a cantar “Axel presidente”. El propio gobernador cambió la cara y trató de bajar los ánimos. Hasta Andrés “Cuervo” Larroque, el principal impulsor de la candidatura presidencial de Kicillof junto a “Carli” Bianco, les pidió a sus militantes que cantaran otra cosa.

“Sumar fuerzas” para 2027

“Venimos a demostrar que hay otro camino posible y construir una alternativa. Este es un triunfo de los bonaerenses para todo el país. Este es un triunfo del peronismo para todos los argentinos y argentinas”, anunció Kicillof desde el escenario, en un gesto que repetiría a lo largo de todo el discurso: el triunfo del peronismo en la Provincia era una señal de que se podía parar a Javier Milei y eso había sido posible gracias a la unidad, pero era necesario aunar fuerzas con otros sectores de cara al futuro.

Kicillof se encargó de enviarle un mensaje a todos: intendentes, gobernadores, el mercado, partidos políticos de la oposición. “Lo peor que podemos hacer es tomar este triunfo con soberbia. Venimos de una enorme decepción a nivel nacional de nuestro propio gobierno. Ganamos pero ganamos sumando fuerzas y vamos a seguir sumando fuerzas en el peronismo y afuera del peronismo”, señaló, con el ojo puesto en 2027.

“Comienza el proyecto de Axel”

“El 8 comienza el proyecto de Axel”, sintetizó, exultante, un dirigente del MDF. No era el único, si había algo en lo que coincidía todo el kicillofismo era que el triunfo arrasador por 13 puntos en la Provincia era la señal de largada del proyecto presidencial del gobernador. Así lo admitían, incluso, en La Cámpora, en donde se vieron muchos rictus de tensión e incomodidad contenida: estaban en una fiesta ajena, y así lo demostraban.

La batalla, a partir de este domingo, será por la interpretación de la victoria. El MDF lo celebra como una victoria personal de Kicillof, quien esperan que pase a tener una centralidad gravitante en la oposición. No solo en el peronismo, sino en todo el cosmos anti Milei.

El cristinismo, en cambio, buscará destacarlo como una victoria de la unidad del peronismo. Una unidad que, señalan, no podría haber sido posible sin CFK. “Ganamos todos. Ganamos por la unidad, que Cristina garantizó porque estos pibes querían romper. El triunfo es de todos, pero nos equivocamos si creemos que el 2025 garantiza el 2027”, advirtió un peso pesado del cristinismo bonaerense, que sonreía, a su pesar.

En el MDF, mientras tanto, continuaban cantando. Hasta tarde a la madrugada.

Milei reúne a su gabinete de urgencia

El presidente argentino, Javier Milei, llegó pronto a la Casa Rosada, a las 8:55, y junto con él estaba el portavoz presidencial, Manuel Adorni. Desde poco antes de las 10 el presidente se encerró en el salón Eva Perón con sus funcionarios y hay expectativa sobre qué impacto tendrá el resultado electoral en la marcha de la gestión libertaria.

Como resultado de las cumbres se especulan cambios políticos y económicos, debido a la crisis que desde hace semanas atraviesa el Gobierno por el escándalo de las sospechas de corrupción y la presión sobre el dólar, que en la semana que pasó llegó a tocar el techo de a banda. Anoche Milei reconoció la derrota en un discurso moderado para su estilo habitual, pero ratificó que el ajuste libertario continuará. No habló de “motosierra” pero afirmó que “el rumbo se va a redoblar”.

Tras la reunión de gabinete de emergencia este lunes por la mañana, el presidente Javier Milei recibía en la Casa Rosada al ministro de Economía, Luis Caputo. Caputo no apareció anoche en el búnker de La Libertad Avanza y su ausencia fue notoria cuando Milei reconoció la derrota junto a la plana de su gabinete. Tampoco estaban el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el canciller Gerardo Werthein y la ministra Sandra Pettovello, pero la ausencia de Toto Caputo fue la más llamativa.

El ministro, sin embargo, acusó recibo del impacto económico que podía tener el revés electoral. Casi en paralelo al discurso en el que Milei reconoció la derrota pero ratificó el ajuste, escribió en Twitter: “Nada va a cambiar en lo económico. Ni en lo fiscal, ni en lo monetario, ni en lo cambiario. Un abrazo a todos”.El impacto de las elecciones, más allá de lo expresado por el ministro, fue contundente en las primeras horas del lunes. El índice S&P Merval de las acciones de las empresas líderes que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires abrió este lunes con una fuerte caída del 12,47 %, hasta las 1.748.597,96 unidades.También el índice general S&P BYMA abrió con un desplome del 12,38 %, para quedar en 74.466.009 puntos.