¿A qué temen los adolescentes? Ellas, a que su imagen se use en contenido porno y ellos, a ser acusados de acoso sexual

¿A qué temen los adolescentes? Ellas, a que su imagen se use en contenido porno y ellos, a ser acusados de acoso sexual

Un informe de la ONG Plan Internacional y 40DB a partir de una de las mayores encuestas realizadas a chicas y chicos de entre 12 y 21 años, revela que les preocupa la IA, que creen que la tecnología ejerce más poder que la política y que el 60% ha sufrido violencia en redes sociales

Uno de cada tres adolescentes con problemas de salud mental no habla con nadie sobre ello

El 60% de los jóvenes entre 12 y 21 años dice haber sufrido algún tipo de violencia en redes sociales. Los problemas de salud mental afectan al doble de chicas que de chicos. Más de siete de cada diez piensa que ningún político le representa. Casi uno de cada tres varones no llega a afirmar con rotundidad que ‘nunca es aceptable que un chico pegue o amenace a su novia’: Estos son algunos de los resultados del minucioso estudio que la ONG Plan Internacional y 40DB acaban de publicar.

Los datos parten de una de las mayores encuestas realizadas a adolescentes: 3.500 chicas y chicos de la generación Z y Alfa —de los cuales un 86% eran españoles y un 14% extranjeros—. La ONG cree que el estudio contribuirá al “debate social necesario sobre su situación y sus necesidades, y a plantear políticas públicas para esta población”. 

El informe, titulado Así somos. El estado de la adolescencia en España, destacan datos como que el mayor temor respecto a la IA es que se utilice para crear vídeos sexuales falsos a partir de imágenes personales, que casi dos de cada diez chicas presentan signos de adicción tecnológica, o que 1 de cada 3 jóvenes quiere operarse alguna parte de su cuerpo. Además, el 21% de los chicos declara buscar contenidos sobre ‘hombres de alto valor’“.

“Una de cada diez personas en España es adolescente, pero muchas políticas públicas, iniciativas y procesos de participación institucional no tienen en cuenta sus demandas. Las actuaciones políticas y legislativas con foco en adolescencia están altamente fragmentadas por ámbitos y a nivel autonómico. Esto supone que no hay un marco estratégico estatal sobre adolescencia, que sigue siendo tratada como subcategoría en las políticas de infancia o de juventud, sin que se reconozcan sus necesidades o especificidades propias”, explican.

IA, redes sociales, y ocio

Esta generación de adolescentes es la primera que ha crecido en la era del uso generalizado de los smartphones y las redes sociales, y es también la primera que vivirá acompañada de la Inteligencia Artificial a partir de esta etapa. El entorno digital ya es un espacio real de la vida, que en muchos casos ocupa un lugar central, señalan.

La mayoría crea sus perfiles en redes sociales antes de los 14 años, pero parece que son conscientes de los riesgos. El 36% de las chicas y el 27% de los chicos siente que pasa más tiempo en redes del que le gustaría. Esta percepción se observa sobre todo entre las jóvenes de 17 a 21 años (51%). La mayoría suele coincidir en que la edad ideal para comenzar a usarlas debería ser los 15 años, lo que deja entrever “una brecha entre el uso real y el que consideran adecuado”. 

El 36% de las chicas y el 27% de los chicos siente que pasa más tiempo en redes del que le gustaría

Casi dos de cada diez chicas presentan signos de adicción tecnológica. El 30% de las más jóvenes (12-16 años) pasa más de tres horas diarias en redes sociales entre semana. En las más mayores (17-21) el dato asciende a casi un 60%. Por su parte, un 28% de los chicos que se encuentran en la primera fase de la adolescencia y un 49% de aquellos que se encaminan hacia la adultez usan las redes más de tres horas al día. 

Otro dato significativo es que el 21% de los chicos jóvenes declara buscar contenidos sobre “hombres de alto valor”. Sin embargo, para lo que más usan el teléfono ambos géneros es para ver vídeos, memes y contenido viral o para estar en contacto con sus amigos.

Respecto a la IA, 6 de cada 10 la han utilizado para resolver dudas. La mayoría (en torno al 70%) se sienten satisfechos con la existencia de esta herramienta y con su utilización para el ámbito académico. No obstante, un 68% de las chicas y un 61% de los chicos temen desarrollar cierta dependencia. Esta inquietud se traduce en expresiones como “volverse más vago” o “dejar de pensar por uno mismo”. Más de uno de cada diez la ha usado como confidente, hablándole y compartiendo sus pensamientos.

Todos estos resultados se pueden llegar a entender mejor al investigar qué tipo de ocio tienen estos jóvenes. Las chicas señalan las pantallas como su pasatiempo más común (55%) y ellos el deporte (72%). Solo la mitad de ellas tiene como hobby el ejercicio, 21 puntos porcentuales por debajo de ellos. No obstante, ellos señalan como su siguiente actividad más común las pantallas. A más de seis de cada diez adolescentes les preocupa dejar de hacer otras actividades por pasar demasiado tiempo en redes o internet. Alrededor de la mitad también reporta realizar planes en la naturaleza y tener aficiones artísticas y culturales.

A más de seis de cada diez adolescentes les preocupa dejar de hacer otras actividades por pasar demasiado tiempo en redes o internet

Los mayores temores respecto a la Inteligencia Artificial es que se utilice para crear vídeos sexuales falsos a partir de imágenes personales —lo afirman el 84% de ellas y el 76% de ellos— y su posible utilización para generar noticias falsas. También preocupa, especialmente a ellas, que pueda emplearse de forma inapropiada para emitir diagnósticos sobre salud mental o la creciente dificultad para distinguir entre lo real y lo artificial en imágenes y vídeos.

Vulnerabilidades y diferencias de género

Las personas de entre 12 y 21 años son un grupo de población especialmente expuesto a la violencia: el 60% dice haber vivido algún tipo de violencia en redes sociales. Un 6,5%, debido al (mal) uso que le han dado otras personas a la IA. Las chicas consideran que esta herramienta implica más riesgos para ellas que para los chicos.

Los miedos asociados a las redes sociales son, principalmente, “que se reenvíen mensajes, fotos o vídeos míos sin mi consentimiento” y que “mis imágenes sean utilizadas para crear contenido falso con connotación sexual” (82% de ellas y 72% de ellos). 

Las diferencias más acentuadas entre ellas y ellos en cuanto a preocupaciones son en relación a las campañas de odio contra migrantes, mujeres, LBGTIQ+ (14 puntos porcentuales de diferencia)

En esta lista de preocupaciones las diferencias más acentuadas entre ellas y ellos son en relación a las campañas de odio contra migrantes, mujeres, LBGTIQ+ (14 puntos porcentuales de diferencia), acceder a contenidos sexuales o violentos (12 de diferencia), ser espiado o controlado por alguien cercano (12), que no se puedan borrar en internet cosas sobre ti (11) y hacer demasiado caso a tendencias y los modelos de belleza (11).

La violencia adopta diversas formas y puede manifestarse en múltiples contextos. El 14% de las chicas ha experimentado situaciones de acoso o violencia sexual, y un 9% ha vivido hechos similares a través de redes sociales o mediante el uso de IA. Al centrarnos solamente en la franja entre 17 y 21 años, un 22% asegura haber sido objeto de acoso o abuso sexual en contraste con un 7% de ellos. Por otro lado, más de un tercio de los encuestados indica haber sido blanco de burlas o comentarios despectivos por su origen, y un 18% han sido criticados por su orientación sexual.

Un 72% de los chicos siente temor a ser acusado injustamente de acoso o violencia. Ellas consideran que sus compañeros tienen ideas distorsionadas por el consumo de pornografía

En otro apartado del informe se señala que el 82% de las chicas y el 71% de los chicos están de acuerdo en que “nunca es aceptable que un chico pegue o amenace a su novia”. Es decir: el 18% de las chicas y el 29% de los chicos no lo cree con esa rotundidad. Se obtienen prácticamente los mismos porcentajes al preguntar por “presionar a una chica para mantener relaciones” o “crear imágenes sexuales falsas de una chica con la IA”. Donde menos rotundidad hay es en lo relativo a las conductas de vigilancia: solo la mitad de la cohorte afirma con severidad que no está bien que un chico quiera saber dónde está su novia en todo momento. 

Estos resultados conviven con “el temor a ser acusado injustamente de acoso o violencia” en los chicos: un 72% lo menciona, y en los grupos de discusión muchos expresan inseguridad en su relación con las chicas, al no tener claro qué comportamientos son considerados adecuados. Ellas, a su vez, consideran a sus compañeros “poco informados” y con ideas distorsionadas, influenciadas en parte por el consumo de pornografía.

El 85% de los chicos y las chicas reconocen que el ámbito familiar es el que mayor satisfacción les reporta

Por último, en el ámbito doméstico, aparecen desigualdades de género: un 5% de las chicas de entre 17 y 21 años dice cuidar a algún familiar, frente a ningún chico. “Un dato que refuerza cómo las tareas de cuidado siguen recayendo principalmente sobre ellas”, dicen en el informe.

Satisfacción general y salud mental y física

La satisfacción vital es mayoritaria en la adolescencia, pero menor en la juventud. Las personas adolescentes que han participado en este estudio están, en general, satisfechas con su vida y especialmente con el entorno que les rodea y sostiene: familia y amistades. El 85% de los chicos y las chicas reconocen que el ámbito familiar es el que mayor satisfacción les reporta, seguido por sus aficiones y hobbies. La IA genera opiniones divididas: aunque satisface al 65% de las chicas y al 68% de los chicos, sigue siendo uno de los ámbitos peor valorados, lo que, asegura el estudio, “sugiere una actitud cautelosa frente a una tecnología aún poco definida”.

Pero cuatro de cada diez adolescentes manifiestan haber tenido algún problema de salud mental. Esto afecta al doble de chicas que de chicos. Los trastornos más comunes son la ansiedad, la depresión y, en menor medida, los pensamientos suicidas y los trastornos alimentarios. Un 73,5% de ellas cree que la presión estética les afecta “mucho” o “muchísimo” a su bienestar emocional.

El 71% de las chicas ha sido objeto de comentarios sobre su apariencia física y el 79% sobre su forma de ser. Entre los chicos, estas situaciones también son habituales (68% y 73%, respectivamente). Más de un tercio (de ellas y de ellos) afirma que le gustaría operarse alguna parte de su cuerpo. 

Política y mirada hacia el mundo

“La sensación de insatisfacción que les produce el mundo que les rodea, la pobreza o las guerras no se traduce en una mayor implicación en activismo político o social institucional”, explican los autores. “Han dejado de confiar en la política como herramienta de cambio”, sostienen. De hecho, un 64% cree que hoy en día la tecnología ejerce mucho más poder que la política. Solo un 39% se muestra conforme con la situación global (35% de las chicas frente a un 43% de los chicos). Esto, apuntan, muestra una brecha de género significativa. 

El 80% cree que ‘todos los políticos mienten’, y más del 77% siente que sus opiniones no son tomadas en cuenta por la clase política

Y apenas dos de cada diez chicas y tres de cada diez chicos declaran estar satisfechos con la política. El 80% cree que “todos los políticos mienten”, y más del 77% siente que sus opiniones no son tomadas en cuenta por la clase política. Más de siete de cada diez piensa que ningún político le representa. Aun así, la mayoría reconoce que la política es necesaria.

“Desde la perspectiva de Plan International, este dato subraya la necesidad de políticas y estrategias participativas que recuperen la confianza juvenil y sitúen a adolescentes y jóvenes en el centro de la toma de decisiones.”, expresa Júlia López, gerente de Investigación e Incidencia de la ONG.

Expresar libremente su opinión no siempre les resulta fácil. Las chicas son quienes más burlas reciben por lo que piensan: un 68% de las más jóvenes lo ha experimentado, y la cifra asciende al 83% entre las mayores. En los chicos ocurre algo similar: un 67% de los más pequeños ha sido criticado por sus ideas, porcentaje que se eleva hasta el 79% en los mayores. “Esta dificultad para compartir opiniones podría estar alimentando el desinterés político y la sensación de que su voz carece de impacto”, profundizan los autores.

“Los datos cualitativos refuerzan esta distancia: la política se percibe como algo lejano, poco atractivo y difícil de comprender. Muchos adolescentes admiten tener escaso conocimiento y reconocen que, por el momento, no les interesa”, prosiguen. 

Educación y situación económica

Los y las participantes, pese a las cifras de riesgo de pobreza y exclusión en este grupo de población, también tienen en general una opinión positiva sobre su situación material: vivienda, gastos y educación. Pero más de un tercio declara no tener los recursos suficientes para estudiar lo que quieren, lo que refleja una posible brecha de oportunidades.

Un 83% de las chicas y un 81% de los chicos se sienten satisfechas/os con su vivienda. Sin embargo, otros estudios y los relatos cualitativos matizan esta visión, aludiendo a molestias como el ruido, el aislamiento o la inseguridad sobre su futuro habitacional. 

También se sienten, en general, satisfechos con su educación: Un 85% piensa que los estudios le han sido útiles. Entre los aspectos más valorados: en ellas tener ejemplos de mujeres que destacan en su profesión, al mismo nivel que “el apoyo y orientación para elegir qué estudiar”, este último compartido por ellos. También señalan la formación recibida sobre competencias digitales. Un 68% de ellas y un 65% de ellos están satisfechos respecto a la información recibida sobre el cuerpo, el sexo, y las relaciones. El aspecto peor valorado es la formación recibida sobre cambio climático, con un 64% de satisfacción. 

Queremos subrayar la necesidad de una educación digital, emocional y afectivo-sexual como herramienta esencial para que la adolescencia pueda desenvolverse en una sociedad marcada por la incertidumbre y la digitalización

Júlia López
gerente de Investigación e Incidencia de Plan Internacional

El documento propone un marco integral de políticas para garantizar derechos y bienestar a adolescentes, subrayando aspectos como la importancia de la participación juvenil en decisiones públicas, el acceso gratuito a actividades extraescolares relacionadas con la cultura y al deporte, el fomento del asociacionismo o del voluntariado, normas éticas para la inteligencia artificial, o la atención integral y efectiva a la salud física, mental, sexual y emocional de los adolescentes.

“Más allá de las medidas concretas, lo que queremos subrayar es la necesidad de una educación digital, emocional y afectivo-sexual como herramienta esencial para que la adolescencia pueda desenvolverse en una sociedad marcada por la incertidumbre y la digitalización. Necesitamos un currículo educativo que incorpore de manera trasversal el uso seguro, ético y responsable de las tecnologías, o que incluya aspectos como el pensamiento crítico”, resume López.