
Al banquillo la enfermera de Osakidetza acusada de simular la vacunación de 400 menores
El juicio comenzará el lunes y la sanitaria está acusada de delitos de daños, malversación y falsificación de documentos públicos y se expone a penas de hasta 17 años de prisión
Las ambulancias de Osakidetza han tenido al menos 200 accidentes desde 2024, según un informe oficial
La sección primera de lo penal de la Audiencia de Bizkaia en Bilbao acogerá, desde este lunes, 15 de septiembre, el juicio contra una enfermera del área de pediatría de un centro de salud de Osakidetza acusada de simular la vacunación de más de 400 menores que acudían a consulta a ponerse las vacunas. La vista oral por este caso esta señalada hasta el vienes, día 19, y las sesiones comenzarán a las 10.00 horas, según informado desde el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
Este caso fue investigado por el juzgado de Instrucción 4 de Barakaldo, que concluyó la posible existencia de delitos de daños, malversación de dinero público -por echar a perder los productos- y falsificación de documentos públicos. La Fiscalía, junto con Osakidetza y el Colegio de Enfermería reclamarán siete años y seis meses de cárcel para la sanitaria. Por su parte, la acusación particular, conformada por las familias de los menores a los que la enfermera simuló vacunar, pedirá hasta 17 años de prisión. A lo largo de las cinco sesiones, además de la acusada, testificarán más de 70 personas, entre las cuales hay familiares, sanitarios y peritos.
La enfermera, que trabajó desde febrero de 2021 a septiembre de 2022 en el centro de salud de Kabiezes, en Santurtzi, era la responsable de vacunación de menores y según el auto judicial “introducía las agujas de las jeringuillas” en ellos, “sin llegar a inocular el contenido de las mismas, no realizando las vacunaciones, pero anotándolas como realizadas” en sus cartillas de vacunación e historiales médicos. El valor de las vacunas no suministradas y que fueron desechadas ascendía a 26.763,99 euros y, según el auto judicial, “desechó las vacunas de 404 menores”.
Además de ello, aprovechaba las consultas con los padres de los niños para sugerir tratamientos ‘naturales’ y acostumbraba a recomendar que no les pusiesen vacunas. Cuando el caso salió a la luz, en 2023, un grupo de más de 40 padres y madres decidieron interponer una denuncia colectiva contra la sanitaria.
Una de ellas, Laura relató a este periódico que la enfermera siempre le pareció “peculiar”, pero que empezó a sospechar de ella cuando a los dos meses de dar a luz a su hijo Mikel preguntó a la pediatra si se podía vacunar de la COVID–19, ya que no lo había hecho durante el embarazo. “Mi pediatra me animó a hacerlo y me dijo que además, si daba el pecho a mi hijo le pasaba así los anticuerpos al crío. A continuación nos quedamos en la consulta con la enfermera que nos dio un ‘speech’ negacionista diciendo que no me vacunara”. Y fue más allá de la vacuna contra la COVID–19. Según relató Laura, ese mismo día les dijo que “hay vacunas que se ponen a los niños que no hacen falta, que no son importantes”. “Como la del tétanos, por ejemplo. Lo mejor es que a tu hijo le dejes andar por la hierba y las micro roturas que hace el césped en la plata del pie son una vacuna natural”. “Me quedé helada, porque mi hijo tenía entonces 2 meses”, confesó la madre a elDiario.es/Euskadi.
A partir de entonces, la madre estuvo atenta a la enfermera porque empezó a sospechar que no vacunara al niño. “La primera se la puso seguro porque estuve muy atenta, y me sentí mal, como una madre histérica, que era cosa mía. Pero luego había veces que me daba la sensación que la ponía muy rápida, que parecía que no había dado tiempo, pero yo pensaba que era una profesional, que estamos hablando de Osakidetza, que no estamos hablando de un curandero y que era una cosa mía. Pero ya estábamos mosqueados por las charlas antivacunas y luego mira, teníamos razón”, aseveró.