
Draghi avisa: «Europa se encuentra en una situación más difícil. Nuestro modelo de crecimiento se desvanece»
Cuando se cumple un año de la publicación de su informe para impulsar la competitividad de la Unión Europea el ex presidente del BCE llama la atención por el escaso avance en descarbonización, mercado único o industrialización de Europa
La receta de Mario Draghi para que la UE no quede atrás frente a EEUU y China: una inversión anual de 800.000 millones
Lejos de los discursos con supuestos éxitos y logros, el expresidente del BCE, Mario Draghi, ha hecho un análisis bastante pobre de los avances que la Unión Europea y sus países han hecho en términos de competitividad. En el balance de Draghi tras el primer aniversario de la publicación de su informe para espolear la esconomía europea frente al desafío de Estados Unidos y China, la realidad deja mucho que desear. “Un año después, Europa se encuentra en una situación más difícil. Nuestro modelo de crecimiento se desvanece. Las vulnerabilidades aumentan y no hay una vía clara para financiar las inversiones que necesitamos”, avisa el expolítico italiano.
“Los competidores en EEUU y China están mucho menos limitados, incluso actuando dentro de la legalidad. Seguir como siempre es resignarse a quedarnos atrás. Un camino diferente exige mayor velocidad, escala e intensidad. Significa actuar juntos, no fragmentar nuestros esfuerzos. Significa concentrar los recursos donde el impacto es mayor y significa obtener resultados en meses, no en años”, ha resaltado Draghi.
El expolítico italiano ha hecho un análisis lleno de obstáculos que quedan por sortear y no ha visto progresos en este año: “Europa se encuentra en una situación más difícil. Nuestro modelo de crecimiento se está desvaneciendo. Las vulnerabilidades van en aumento y no hay un camino claro para financiar las inversiones que necesitamos. Se nos ha recordado de forma dolorosa que la inacción amenaza no solo nuestra competitividad, sino también nuestra soberanía”.
El informe Draghi establecía tres prioridades para Europa: cerrar la brecha de innovación en tecnologías avanzadas, trazar un camino de descarbonización que apoye el crecimiento y fortalecer la seguridad económica. Aunque estas prioridades están en el centro de la agenda de la Comisión Europea, Draghi ha insistido por la “creciente frustración” ante “la lentitud con la que se mueve la UE” y parece “que los gobiernos no hayan comprendido la gravedad del momento”.
En el campo de la tecnología ha subrayado que la Inteligencia Artificial (IA) es “una tecnología transformadora, como la electricidad hace 140 años, pero depende de la orquestación de al menos otras cuatro tecnologías: la nube para almacenar datos masivos, la supercomputación para procesarlos, la ciberseguridad para proteger sectores sensibles, las redes avanzadas y los satélites de fibra óptica para la transmisión”. Aunque el economista admite que “Europa muestra avances” como “los planes para cinco gigafábricas de IA. Se prevé que la capacidad de los centros de datos se triplique en los próximos siete años, se espera una importante reforma de las telecomunicaciones para finales de año y la reciente inversión de ASML en Mistral es una señal prometedora”.
Ahora bien, trambién ha remarcado que “las brechas son marcadas”, ya que “la adopción de IA aún es baja, oscilando entre el 13 y el 21%, y en el campo más estratégico, la IA construida sobre propiedad intelectual europea para anclar nuestra industria principal, el progreso es mínimo. EEUU produjo 40 grandes modelos fundacionales de IA el año pasado, China, 15, y la UE solo tres”.
Para avanzar, Draghi señala que son necesarias la “eliminación de barreras” que permita a las empresas innovadoras operar, comerciar y obtener financiación sin problemas en los 27 Estados miembros. Además de concentrar el aumento de 275.000 millones de euros del programa Horizon Europe en proyectos con con fuertes vínculos industriales. Por otro lado, la simplificación regulatoria y conseguir una mayor Integración vertical de la IA en la industria, ya que solo el 10% de las empresas manufactureras usaron IA el año pasado.
Draghi también se ha quejado de que “Los precios de la energía industrial son, en promedio, más del doble. A menos que esta brecha se reduzca, la transición a una economía de alta tecnología se estancará”. El economista ha criticado el papel de la Comisión que aunque ha lanzado planes para la industrial limpia y de acción solo se han traducido en “relajar las reglas de ayuda estatal para que los estados miembros puedan subsidiar los precios y ofrecer un alivio temporal, pero no solucionan las razones estructurales por las que la energía en Europa es tan cara”.
También ha recodado que “Europa ya es el mayor comprador mundial de Gas Natural Licuado estadounidense y se ha comprometido a comprar hasta 750.000 millones de dólares en productos energéticos estadounidenses. Cualesquiera que sean las condiciones de ese acuerdo, debería ser tratado como una oportunidad para reorganizar cómo compramos gas. Desde marzo, el GNL desembarcado en Europa ha costado entre un 60 y un 90% más de lo que costaría el mismo gas en los Estados Unidos”. Ante esta situación, Draghi ha propuesto la compra conjunta de la UE. Además ha abogado por “desacoplar la remuneración de las energías renovables y nuclear de la generación fósil”, extender los contratos a largo plazo a todos los activos de energías renovables y nucleares, tanto los nuevos como los existentes. “El mecanismo actual para establecer precios simplemente otorga enormes rentas a muchos intereses creados mientras avanzamos con la descarbonización”, ha puntualizado.
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