
La familia de la mujer herida tras una carga de la Ertzaintza en Anoeta pide poder contar su verdad en el Parlamento
“Sólo pedimos que se nos escuche, que se nos tenga en cuenta, que le expliquen a mi mujer por qué se tiene que acostar en la cama todos los días en varias ocasiones para tratar de volver a ser la mujer que fue un día. Sólo pedimos y exigimos Justicia”, plantean por carta a la Cámara
Sombras de una investigación incompleta: así actuó la Ertzaintza en Anoeta cuando una mujer acabó herida en la cabeza
Se cumple año y medio del partido de Champions League entre la Real Sociedad y el PSG francés en Anoeta antes del que, en el marco de una carga de los antidisturbios de la Ertzaintza, cayó desplomada con lesiones en la cabeza una aficionada, Amaya Zabarte, que todavía hoy tiene graves secuelas. Ella y su entorno señalan a la responsabilidad de la Policía y al impacto de un proyectil de ‘foam’ la causa. Lamentan también que los agentes intervenientes, después de lo ocurrido, no la socorrieran y, aparentemente, la volvieran a golpear estando en el suelo. Se quejan, finalmente, de que aún no haya una respuesta de la Justicia ante lo ocurrido.
En este contexto, el marido de Zabarte y el abogado Iker Sarriegi han solicitado por carta comparecer en el Parlamento Vasco, en la comisión de Seguridad, para exponer esta situación. “Sólo pedimos que se nos escuche, que se nos tenga en cuenta, que le expliquen a mi mujer por qué se tiene que acostar en la cama todos los días en varias ocasiones para tratar de volver a ser la mujer que fue un día. Sólo pedimos y exigimos Justicia”, se puede leer en la misiva que ha recibido la Cámara y a la que ha tenido acceso este periódico. “No podemos aceptar lo que nos ha pasado y lo mal que nos han tratado, como si fuéramos culpables en lugar de víctimas”, ahondan.
La carta hace un recorrido desde la misma noche del partido hasta los vericuetos de un proceso judicial que, inicialmente, quedó cerrado sin más comprobaciones hasta que ahora se ha reabierto con mucho esfuerzo de la parte denunciante pero, aún, sin grandes conclusiones.
No ocultan que Zabarte terminó aquella noche con “una hemorragia subdural con dos fracturas de cráneo”. Hubo “riesgo de muerte” y le han quedado “secuelas de por vida”. De momento, ni vida normal ni regreso al trabajo, explican.
Añaden que ella no tenía nada que ver con lo que ocurría allí, en el exterior de Anoeta, que solamente salió para tener mejor cobertura y descargar la entrada. Insisten que la actuación policial no parece justificada porque no había incidentes que sofocar en ese momento en el que cargan varias dotaciones. Y recalcan que hay vídeos que muestran “con nitidez” que, “por si fuera poco”, tras caer desplomada por algo “que sólo puede ser compatible” con el material policial “un agente le propinó una patada” estando “indefensa” y “herida” en el suelo y “con riesgo de muerte”.
Después, ha llegado el ‘via crucis’ judicial con un primer archivo, una reapertura con una declaración de la denunciante “que no duró más de diez minutos” y una instrucción por la que no han pasado, según esta carta, ninguno de los agentes. “Sinceramente, no lo entendemos”, repite desde el entorno de la mujer herida.