
El juez sienta en el banquillo a Asencio y otros tres excanteranos del Real Madrid por los vídeos sexuales grabados en Gran Canaria
Les impone también el pago de sendas fianzas de 20.000 euros, que en el caso del defensa central es de 15.000 euros al no considerarle autor de las imágenes
El caso de los canteranos del Real Madrid no es aislado y evidencia una violencia machista que arrasa por los móviles
El Juzgado número 3 de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) ha acordado abrir juicio oral contra el defensa del Real Madrid Raúl Asencio y los exjugadores de la cadena de filiales del club Ferrán Ruiz, Juan Rodríguez y Andrés García, acusados de haber grabado o difundido sin permiso vídeos de contenido sexual que afectan a dos jóvenes, una de ellas menor.
El auto, fechado a 2 de septiembre de 2025, no es susceptible de recurso (sólo lo sería en cuanto a la situación personal de los investigados, si alguno de ellos estuviera privado de libertad, lo que no se da en este caso).
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, el juez exige a Ruiz, Rodríguez y García que depositen, en un plazo de 24 horas, sendas fianzas de 20.000 euros, mientras que requiere a Raúl Asencio que aporte una de 15.000 euros. La diferencia estriba en que a los tres primeros no solo se les acusa de haber difundido los vídeos, sino de ser los autores de esas grabaciones, sin contar con permiso de las afectadas.
Según detalla el auto, el Ministerio Fiscal imputa a dos de los investigados un delito de distribución de pornografía infantil del artículo 189.1 a) del Código Penal en concurso ideal con dos delitos contra la intimidad del artículo 197.1,3 apartados 1º y 5º; al tercero un delito de distribución de pornografía infantil del artículo 189.1 a) del Código Penal en concurso ideal con dos delitos contra la intimidad del artículo 197.1.3 apartados 2º y 5º del Código Penal, y al cuarto, dos delitos contra la intimidad en concurso ideal del articulo 197.1.3 apartado 2º y 5º del Código Penal.
Por su parte, las dos presuntas víctimas también han formulado acusación contra los futbolistas, si bien una de ellas sólo en referencia a los tres primeros.
El relato de las dos víctimas y una testigo
Según el relato de los hechos realizado ante la Guardia Civil tanto por las dos víctimas, una de ellas menor de 16 años, como por una tercera joven, amiga de estas, que figura como testigo en la causa, todo ocurrió el 15 de junio de 2024, cuando las tres chicas estaban pasando el día con los cuatro futbolistas en el Beach Club de Amadores, sito en el municipio de Mogán, en Gran Canaria.
Las dos víctimas contaron que “fueron grabadas sin su consentimiento cuando mantenían relaciones sexuales con tres de los investigados en una de las cabañas privadas del Beach Club”. Detallaron que “al menos dos de los investigados se pasaban el móvil para grabar”.
La testigo “se dio cuenta de que las denunciantes se quedaban solas con los tres investigados en una de las cabañas privadas y que cerraban las cortinas, ante lo cual decidió irse a la zona de piscina comunitaria del Beach Club” con otro jugador, reproduce el escrito de la defensa.
Esta tercera chica “declaró que los oyó desde fuera manteniendo relaciones sexuales y que, al volver a ver a las denunciantes, le dijeron que creían que las habían grabado”.
“Aunque las denunciantes declaran que exigieron a los investigados que borraran los vídeos y estos, aparentemente, lo hicieron delante de ellas, existen indicios de que los conservaron y los han difundido a terceras personas”, apuntaba el juez.
Un cuarto canterano
Respecto a Raúl Asencio, otro testigo “ha manifestado a los agentes que el primero le exhibió el vídeo en su móvil, cuando ambos estaban juntos, tras recibirlo de algún otro de los investigados a través de Instagram o Whatsapp”.
Señala además que en el atestado de la Guardia Civil obran conversaciones entre Asencio y la testigo “en las que el primero habría reconocido haber recibido el vídeo en su móvil y habérselo exhibido luego al testigo, tal y como este declaró”.
Con todo, el instructor estimó que el volcado de los cuatro móviles es una medida “necesaria” para “confirmar que los dos investigados fueron quienes tomaron el vídeo y averiguar quiénes de ellos los han podido recibir en su teléfono y enviarlo después a terceros”.