
Por qué cada vez es más difícil dar clase: los alumnos con necesidades educativas se han casi duplicado en seis años
CCOO advierte de que los casos de estudiantes que necesitan algún tipo de apoyo han subido un 75%, mientras los recursos lo han hecho solo un 31%
La docencia, una profesión cada vez más difícil y que se ejerce en peores condiciones
La docencia, dicen quienes se dedican a ello y corroboran algunos estudios recientes, se ejerce cada vez en peores condiciones. Y aunque muchos factores influyen en esta deriva en los últimos años –salarios estancados, clases masificadas, temporalidad– la creciente diversidad en las aulas aparece entre los más nombrados por el profesorado.
CCOO ha puesto hoy cifras al fenómeno: el conjunto del alumnado con necesidades educativas de algún tipo se ha incrementado por encima del 75% en seis años y ha pasado de suponer un 7,59% del total al 13%, según un cálculo conservador, porque buena parte de estos estudiantes pueden estar sin detectar, sostiene el sindicato comparando la prevalencia estándar de ciertos trastornos y la estadística del Ministerio de Educación sobre la presencia de esos mismos trastornos en el sistema, siempre mucho más baja.
Más necesidades de atención en formas variadas que no han ido acompañadas de las correspondientes (o suficientes) subidas de los recursos para atenderlas. La partida que se destina a atender esta diversidad ha subido la mitad que la incidencia, un 31%. “Esta situación es grave y muy preocupante, pues los programas de atención a la diversidad sufrieron recortes durante la Gran Recesión de 2008, especialmente a partir de 2012, y ya en aquel momento no teníamos una situación que atendiera adecuadamente a la diversidad. Para que la educación sea verdaderamente inclusiva y compensadora de desigualdades es necesario poner los recursos para asegurar el éxito educativo de todo el alumnado, desarrollando al máximo sus potencialidades y este aspecto no solo no está mejorando, sino que está empeorando”, sostiene CCOO en su informe.
El aumento de la incidencia de alumnado con necesidades de apoyo se explica, dice el sindicato, a partir del incremento en los últimos años de los inmigrantes en las aulas –un estudio reciente sostenía que uno de cada tres alumnos habla en casa un idioma diferente al de la escuela, entre los foráneos y las lenguas oficiales– y sobre todo por la mejora en la detección de casos. Esto último se observa con la incidencia del autismo: se ha multiplicado por cuatro en diez años y, según los especialistas, esto se debe a que ahora se diagnostican muchos más casos, no a que haya necesariamente más casos.
El peso de lo social
“El incremento del alumnado de todas las categorías de necesidades específicas de apoyo educativo y también de las relacionadas con situaciones sociales es enormemente significativo”, se lee en el texto. La segunda afirmación especialmente entronca con otro estudio, publicado la semana pasada, que indaga en por qué la calidad educativa del sistema es baja (según establecen los resultados de varias pruebas internacionales recientes en las que ha participado España). Concluye EsadeEcPol en ese caso que la mayor parte del bajo rendimiento se explica a partir del empeoramiento socioeconómico de buena parte de la sociedad, que muestra su cara más ruda en los niños que llegan con hambre a la escuela.
El análisis más fino de la situación revela esta subida de todos los tipos de necesidades. El alumnado con necesidades educativas especiales, que incluye las motóricas, sensoriales, la discapacidad intelectual, los trastornos del espectro autista (los diagnósticos TEA se han cuadruplicado en diez años) y los trastornos graves del comportamiento entre otras, se ha incrementado más de un 36%. Las dificultades específicas de aprendizaje, que incluyen algunos retrasos madurativos, la dislexia, algunos trastornos del lenguaje y la comunicación, la discalculia, y los trastornos de atención, entre otros, se han incrementado en más de un 66%. El alumnado con situaciones de vulnerabilidad social que requieren de una compensación de desigualdades –donde CCOO incluye la incorporación tardía al sistema, el desconocimiento de la lengua y la vulnerabilidad socioeconómica– se ha incrementado más de un 128% y el alumnado con altas capacidades lo ha hecho un 71%.
En cifras absolutas, hay 249.494 alumnos con necesidades especiales, 386.345 con necesidades específicas de aprendizaje, 394.034 en situación de vulnerabilidad social y 58.540 con altas capacidades, según CCOO. En total, 1.088.413 estudiantes de la etapa obligatoria necesitan algún tipo de atención.
Sobrecarga en la escuela pública
El sindicato señala además que la mayoría de estos alumnos acude a la escuela pública. Lo hacen un 75% del total (un porcentaje superior al 66,7% de población general que acoge), excepto en una categoría: la escuela privada-concertada sí recibe estudiantes con altas capacidades en la misma proporción que escolariza al resto de jóvenes.
El informe también señala que los datos, pese a recoger el aumento en la incidencia, no acaba de reflejar la situación con precisión porque hay comunidades que no ofrecen datos o dejan de contar a partir de cierto porcentaje. Según calcula el sindicato en base a la prevalencia habitual de los trastornos y su presencia oficial en la escuela, hay más de un millón de estudiantes sin detectar: 297.545 en situación de desventaja socioeconómica y 863.496 con dificultades específicas de aprendizaje, un cajón de sastre que incluye varias cuestiones.
CCOO sostiene que la solución está en los recursos, especialmente humanos (o sea, económicos). Según ha explicado la responsable de Educación de CCOO, Teresa Esperabé, sus propuestas pasan por contratar docentes, sobre todo personal orientador para mejorar la detección y la orientación, y personal de apoyo educativo; por asociar el alumnado con dificultades específicas de apoyo educativo a dotación adicional de profesorado especializado; incrementar el profesorado para aumentar refuerzos, y el personal de apoyo educativo en todos sus perfiles: administración, integración social, técnicas de Educación Infantil, auxiliar educativo, fisioterapia, logopedia y enfermería escolar; incrementar las becas, incluido un comedor escolar universal y gratuito como propone la ONG especializada Educo; aumentar las plazas públicas en el primer ciclo de Infantil, la Formación Profesional (es recurrente cada verano la falta de oferta pública).
El sindicato también realiza un cálculo sobre cuánto costaría atender esta creciente diversidad en las aulas. Según CCOO, incrementar los recursos para atender al alumnado con necesidades educativas especiales y con dificultades de aprendizaje (2.081 millones de euros), incrementar los recursos para compensar las desigualdades de partida (1.483 millones de euros) y reducir las ratios en los grupos atendiendo al explicado criterio de diversidad (1.562 millones de euros) sumaría en total 5.126 millones de euros, cantidad que representa el 8,53% de la inversión total educativa anual. Atendiendo a las propuestas lanzadas, a este cálculo habría que sumar los 6.196 millones de euros que según Educo costaría un servicio de comedor escolar universal y gratuito.