«¡No habéis mandado ningún mensaje!»: la perplejidad de la Confederación del Júcar ante la «indecisión» de Salomé Pradas

«¡No habéis mandado ningún mensaje!»: la perplejidad de la Confederación del Júcar ante la «indecisión» de Salomé Pradas

Miguel Polo declara como testigo durante ocho horas y lamenta la poca agilidad de Emergencias: «Sugerimos medidas y, hasta el día de hoy, sigo sin entender por qué no se adoptaron»

El presidente de la Confederación del Júcar declara ante la jueza de la dana que en el Cecopi hubo “constantes debates” y “ninguna medida”

“Pero, por favor, ¡no habéis mandado ningún mensaje!”. Ese reproche exclamaron Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), y el resto de técnicos del organismo que estaban conectados a la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) del pasado 29 de octubre cuando comprobaron que, tras una larga pausa, Emergencias de la Generalitat no reaccionaba ante la delicada situación en la presa de Forata. Polo, en su declaración ante la jueza de la dana tras más de diez meses de silencio, rememoró la lentitud, la poca agilidad, los eternos debates y cierta parsimonia de los responsables de la Generalitat. “Quien tiene que tomar las decisiones es quien dirige el plan, es la consellera [Pradas], percibí indecisión de la consellera”, afirmó el presidente de la CHJ, según la reconstrucción de su declaración a partir de varias fuentes consultadas por elDiario.es.

Miguel Polo, en una testifical que duró unas ocho horas, desveló que, incluso antes de las 18.00, en la fase inicial del Cecopi antes de la primera pausa, ya propuso que “se enviara un mensaje a la población para que se subiera a pisos altos” por el peligro en la presa de Forata. El Es-Alert enviado a las 20.11, cuando ya había fallecidos y cientos e ciudadanos permanecían atrapados por las inundaciones, excluyó aquel acertado consejo.

Tras un primer momento del inicio del Cecopi centrado en las inundaciones en Utiel, Polo pidió la palabra y advirtió sobre la punta de caudal alta en la presa. Tras esa advertencia, hubo “media hora de reflexión” y una primera “desconexión” corta.

Una vez se reinició la reunión tras la primera pausa larga, Pradas anunció que no se iba a evacuar a la población de los municipios potencialmente afectados por Forata. El testigo aseguró que recomendó que en el mensaje de alerta se pidiera a la población que se refugiara en pisos altos: “Era la mínima medida que se debía dar”.

En la reunión del Cecopi se produjo un “debate sobre la situación” —concretamente de la “incertidumbre” sobre “qué pasaría con la coronación”— en el que la consellera preguntaba “qué era un escenario u otro”. “Desde la CHJ no dábamos crédito a que preguntaran eso cuando eso debían saberlo”, agregó.

Las “dudas” de la consellera

El presidente de la CHJ insistió en que el Cecopi no tomaba “decisiones”. La entonces consellera Salomé Pradas, actualmente investigada en la causa, “tenía dudas de si podía tomar tal o cual medida y [Jorge] Suarez [subdirector general de Emergencias] le dijo que la ley le amparaba a tomar cualquier medida”.

Tras el análisis del hidrograma de rotura de la presa, Polo volvió a pedir que se enviara un mensaje a la población de las riberas de los ríos Magro y Júcar. Se decidió enviar un mensaje específico por la presa y otro a toda la provincia de Valencia. Antes de la siguiente desconexión, esa era (al menos en teoría) la decisión que se iba a ejecutar por parte de la dirección de la emergencia (la Generalitat).

Durante las pausas, el Comité Permanente de la CHJ repasaba los caudales de las presas y contactaba con alcaldes. Notable fue la referencia a la primera edil de Carlet, la popular Laura Sáez, quien le llamó para pedir información sobre el caudal que salía de Forata. Polo, según relató, consultó el Sistema Nacional de Zonas Inundables y, calculando un caudal de 1.000 metros cúbicos por segundo, le dijo: “No tienes que preocuparte, el río desbordará por la izquierda, te entrará agua por el polideportivo, pero el pueblo no”. Sáez, según el testigo, le confirmó al día siguiente “que así fue”. Algo similar describió en relación con alcaldes de un par de municipios más.

El aviso del caudal del Poyo a las 18.43

El presidente de la CHJ también explicó que el jefe del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) le alertó personalmente de que había enviado al Centro de Coordinación de Emergencias a las 18.43 el correo electrónico con el aviso sobre el aumento del caudal en el barranco del Poyo.

Sin embargo, Polo explicó las limitaciones del sensor de Riba-roja del SAIH para predecir los desbordamientos de los barrancos: “De cara a la protección civil no es útil porque no da tiempo de prevenir”.

Por otro lado, también reconoció que pasados diez meses de la dana, “es muy fácil” deducir lo que “se tenía que haber hecho o no”, aunque el 29 de octubre “nadie era capaz de prever lo que iba a suceder”.

Sumando los caudales de otros barrancos que se desbordaron antes que el Poyo (Horteta o Gallego), los 1.600 metros cúbicos detectados por el sensor del SAIH en Riba-roja “acabaron siendo el doble”.

“La gravedad de los 1600 [metros cúbicos por segundo registrados por el sensor] es que ya hay 2000 en Horteta y otros 1000 en Gallego y todo eso se junta”, declaró.

El SAIH ofrece “información complementaria”

Miguel Polo responsabilizó al Centro de Coordinación de Emergencias de la poca proactividad para seguir los frentes sensibles sobre el terreno aquella fatídica jornada. El testigo recordó que el desbordamiento del barranco del Poyo empezó aguas arriba, en Chiva, y de ese hecho la CHJ no tenía información.

El SAIH, afirmó, “no es el show de Truman” (en referencia a la película dirigida por Peter Weir e interpretada por Jim Carrey sobre una burbuja panóptica en la que el protagonista está bajo un control constante). Por el contrario, se trata de un sistema que ofrece “información complementaria”, que “se debe contrastar”.

A Polo le preguntaron y le repreguntaron varias ocasiones por la falta de atención que se dio al aviso del SAIH de las 18.43. Se dio por hecho, según explicó, que en Emergencias se había recibido el correo que alertaba del aumento del caudal (el departamento de la Generalitat pasó el aviso a los Bomberos media hora después, según refleja su ‘caja negra’ operativa).

Además, adujo Miguel Polo, “deberían haber tomado ya medidas antes”. El aviso automático del SAIH “no deja de ser un correo redundante”, afirmó el testigo, quien endosó el seguimiento de los caudales al Centro de Emergencias más que a la propia CHJ.

La clave de la protección civil: “Anticiparse”

Pasadas las 19.00, cuando se reanudó la conexión al Cecopi, los responsables de la CHJ comprobaron que no se había enviado el Es-Alert. Cuando Pradas les leyó el borrador del mensaje e informó de que se iba a enviar uno a la provincia y otro específico a las comarcas de la Hoya de Buñol y de la Ribera Alta, el jefe de área del SAIH, según Polo, pidió que se añadiera a l’Horta Sud.

El presidente de la CHJ lamentó la improvisación por parte de la Generalitat. “No entiendo cómo a las 10.00 de la mañana, que hay aviso rojo, no se había hecho una planificación. Esos datos solo sirven para corroborar la planificación, no hay que improvisar a las 19.00”.

Polo defendió que el “éxito” de la protección civil consiste en “anticiparse”. “Sé que había que hacer eso por episodios anteriores en los que así se hizo”, dijo.

El testigo (uno de los principales objetivos de las defensas y del Palau de la Generalitat) descargó en Emergencias y en la poca agilidad de Salomé Pradas y su equipo la falta de medidas ante una catástrofe que dejó 229 fallecidos. “Sugerimos medidas y, hasta el día de hoy, sigo sin entender por qué no se adoptaron”, concluyó Polo.