Un nuevo test en sangre desarrollado en Catalunya anticipa el paso del deterioro cognitivo a la demencia de Alzheimer

Un nuevo test en sangre desarrollado en Catalunya anticipa el paso del deterioro cognitivo a la demencia de Alzheimer

Un biomarcador propio probado en el Hospital Universitario de Bellvitge, más económico y puede que más precoz, se suma al catálogo de pruebas para detectar esta enfermedad degenerativa

Saber si tendremos alzhéimer: la polémica por diagnosticar de demencia a personas sin síntomas

El desarrollo de biomarcadores para diagnosticar y anticipar la evolución del Alzheimer sigue avanzando. En la sanidad pública catalana, el Hospital Universitari de Bellvitge ha sacado adelante un nuevo test en sangre que permite detectar con antelación si un deterioro cognitivo leve va a progresar hacia la demencia causada por esta enfermedad. La prueba ha recibido ya la validación clínica necesaria. 

“Podemos predecir con una alta probabilidad que un paciente desarrollará demencia, de modo que el biomarcador nos da información sobre el pronóstico”, señala Jordi Gascón, jefe de la Unidad de Memoria del Servicio de Neurología del Hospital de Bellvitge. El test, denominado MAP-AD®, lo ha creado la start-up ADmit Therapeutics, surgida del mismo hospital barcelonés, y sus resultados aparecen en la revista iScience

El ensayo, de carácter observacional, ha incluido a pacientes con deterioro cognitivo de Bellvitge y otros hospitales catalanes, así como otras personas voluntarias sin esta afectación, y los datos de biobancos de la Universidad de Washington y el Australian Imaging, Biomarker and Lifestyle Study. Entre los centros catalanes destaca el Hospital de Sant Pau, que en 2023 participó en una investigación que alumbró otro test en sangre capaz de diagnosticar en un 95% el Alzheimer, incluso en etapas preclínicas, con la detección de la proteína p-tau217.

En esta ocasión, el análisis de sangre creado en el Hospital de Bellvitge se fija en la metilación del ADN mitocondrial. “Este ADN se puede ensuciar o contaminar con unas sustancias bioquímicas que se llaman radicales metilos, cuya cantidad podemos relacionar con la enfermedad”, describe Gascón. 


El doctor Jordi Gascón, jefe de la Unidad de Memoria del Servicio de Neurología del Hospital de Bellvitge

En el Día Mundial del Alzheimer, una enfermedad que afecta a entre 800.000 y 950.000 personas en España, y que está detrás de la mayoría de casos de demencia, el Hospital de Universitario de Bellvitge ha decidido hacer público este biomarcador. Su aparición se suma de esta forma a las investigaciones clínicas y farmacológicas que han conseguido en los últimos años mejorar tanto el diagnóstico de la patología como su tratamiento para frenar su avance. 

Hasta hace poco, y al margen de los síntomas de la enfermedad, las principales pruebas disponibles para diagnosticar el Alzheimer eran el escáner PET (que detecta la acumulación de la proteína amiloide en el cerebro), y la punción lumbar para extraer líquido cefalorraquídeo, que también permite detectar precozmente la enfermedad mediante biomarcadores. La novedad que suponen los tests en sangre es la facilidad para localizar estos marcadores, de forma menos invasiva y más económica.

Hasta hace poco, y al margen de los síntomas de la enfermedad, las principales pruebas disponibles para diagnosticar el Alzheimer eran el escáner PET (que detecta la acumulación de la proteína amiloide en el cerebro), y la punción lumbar para extraer líquido cefalorraquídeo, que también permite detectar precozmente la enfermedad mediante biomarcadores. La novedad que suponen los tests en sangre es la facilidad para localizar estos marcadores, de forma menos invasiva y más económica. Según los investigadores, podría ser también más precoz. 

Detectar cuando antes el Alzheimer es uno de los objetivos de la ciencia desde hace décadas, aunque hacerlo cuando no hay síntomas, y por lo tanto sin la certeza última de que se desarrollará la enfermedad, es un avance no exento de polémica. En este caso, el test de Bellvitge ofrece la posibilidad de hacerlo con un deterioro cognitivo leve en el que ya subyace la enfermedad. “Durante años hemos podido identificar la patología subyacente, pero era muy difícil predecir la evolución clínica; disponer de una herramienta fiable que anticipe la progresión es un punto de inflexión”, celebra Gascón. 

Conocer el diagnóstico antes permite al paciente anticiparse a la demencia. “Permite tomar decisiones con tiempo sobre tu vida, desde el patrimonio al cuidado de la enfermedad, además de poder participar en ensayos clínicos o acceder a tratamientos que requieren de validación diagnóstica”, expresa este neurólogo.